La ONU evidenció 33 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca en el Tipnis. En el Polígono 7 se disparó la producción de la planta milenaria.

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26 de agosto de 2018, 4:00 AM
26 de agosto de 2018, 4:00 AM

Matilde Noza asegura que nunca masticó la hoja de coca. Ella vive en la comunidad Nueva Galilea del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y remarca que en su poblado y en otros cercanos la planta milenaria no es parte de sus tradiciones. Aun así, la indígena señala que respeta la coca, pero exige que su cultivo no se expanda más en la reserva natural. Los cultivos en el parque crecen cada año y los indígenas piden al Gobierno una “política seria” para evitar que colonos ingresen a suelo virgen.

Evo Morales ya había advertido en 2017 que los colonos estaban por profundizar su intención de cultivar coca más allá del denominado Polígono 7. “Los compañeros que están sobre la línea roja no pueden pasar eso, tienen la obligación de respetar. Cuando ya era presidente habían entrado, hemos sacado y, si quieren entrar, que denuncien y no lo vamos a permitir”, denunció el mandatario hace un año.

El reclamo lo realizó durante la entrega de equipamiento y maquinaria para los productores del Consejo Indígena del Sur (Conisur). Y en esa oportunidad recordó que, en 2010, ya existían colonos asentados sobre el río Isiboro, por lo que instruyó al Viceministerio de Defensa Social que obligue el desalojo.

Y no fue así. El Informe Anual de Monitoreo de Coca, que realiza la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), revela que en el Polígono 7, la zona colonizada del Tipnis, se registró 1.109 hectáreas en 2017, 709 más de las 400 hectáreas que señaló el viceministro Felipe Cáceres. En ese mismo reporte oficial se establece que en el Tipnis la superficie de hojas de coca aumentó de 30 hectáreas a 33, es decir, un 10%.

Lee la primera parte de este reportaje especial: 

Coca permitida

En el Polígono 7 está permitido el cultivo de coca hasta un cato (1.600 metros cuadrados) por productor. Se basan en las mismas reglas de Chapare. Sin embargo, en el suelo indígena, más allá de la zona colonizada, no está permitida la producción de la hoja milenaria. Aun así, los cocales aumentaron.

El presidente de la subcentral Tipnis opositora al Gobierno, Fabián Gil, lamenta que los cocales hayan sobrepasado la línea roja y que los colonos sigan su curso ilegal para asentarse en el centro de la reserva natural.

“La hoja de coca es el fondo del problema. Si los colonos no cultivaran coca en el Polígono 7 y fuera de la línea roja, no habría tanto interés para construir la carretera por esa zona. Lo que quieren es una vía para sacar su producción de coca”, reprocha Gil.

La coca en el Tipnis es el desborde de la presión de los cocaleros de Chapare, quienes agotaron su tierra con la expansión de los cultivos de la coca excedentaria y requieren expandirse en el parque colindante.

Y así lo admite el líder del Consejo Indígena del Sur (Conisur), Jacinto Noza, quien establece que solamente existen cocales en el Polígono 7. Aun así, evita ir más allá y justifica que no es cocalero. “En el Polígono 7 no le puedo dar un dato exacto, no le puedo mentir, existen cocales desde hace mucho tiempo. La producción cocalera en el Polígono 7 tiene sus límites, está en la Ley de la Coca que tienen”, remarca el dirigente afín al MAS.

El otro líder de la subcentral Tipnis, Domingo Nogales, está en la línea de Evo Morales y pide a los colonos evitar el ingreso a suelo virgen, donde ya existen 33 hectáreas de coca. “Nuestro presidente lo pidió. Que los hermanos colonos no ingresen más allá de la línea roja, eso es ilegal porque se deben respetar las reglas”, destaca el dirigente.

La coca no es ajena a la paz del Tipnis. En el sur se deforesta su territorio para cultivar coca. Esa intención progresa cada año y se verifica que la producción de la hoja crece hacia el norte, justo en la misma línea donde se pretende construir la carretera.

6 áreas protegidas, afectadas

El Polígono 7, al sur del Tipnis, no es un Territorio Comunitario de Origen (TCO) porque el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) procedió al saneamiento. La reserva natural tiene una doble titulación ilegal.

Bolivia tiene 22 áreas protegidas que abarcan el 16% del territorio nacional. De estas, se han identificado seis afectadas por los cultivos de hoja de coca en 2017: Isiboro Sécure y Carrasco en el trópico de Cochabamba; Apolobamba y Madidi en el norte de La Paz; Cotapata en Yungas de La Paz; y Amboró en la provincia Ichilo de Santa Cruz.

En estos seis parques hay un total de 253 hectáreas de coca, sin cambios respecto a 2016. La Unodc resaltó que los parques Isiboro Sécure y Carrasco tienen un doble estatus legal. Por una parte, son áreas protegidas bajo tuición del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y, por otra, fueron saneadas por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).

En el caso del Tipnis, el INRA saneó la zona denominada Polígono 7. Mientras que en Carrasco estableció la llamada línea roja, a fin de evitar los asentamientos.