El Tipnis vive una lucha sindical por saber quién tiene más respaldo. El Gobierno coordina con un sector afín, mientras que los disidentes se achican. Dos leyes terminaron por dividir a la dirigencia. Al final ganó el espaldarazo a la carretera

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26 de agosto de 2018, 14:00 PM
26 de agosto de 2018, 14:00 PM

Los dos frentes dicen ser orgánicos. El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) cuenta con tres dirigencias que son denominadas subcentrales: Sécure, Tipnis y Consejo Indígena del Sur (Conisur), que es la única que no tiene paralelismo por ser representada por colonos que se expandieron hacia la reserva natural. Domingo Nogales y Fabián Gil se jactan de ser líderes de la subcentral Tipnis. El primero es afín al Movimiento Al Socialismo (MAS) y el segundo busca reorganizar la dirigencia.

Hay dos normativas por las que el movimiento indígena de tierras bajas se distorsionó. Una autoriza las obras en la reserva y la otra preserva el parque.

La subcentral Sécure tiene menos problemas. Carlos Fabricano es por ahora el único dirigente, pero Emilio Noza busca llegar nuevamente a esa organización. Fabricano trabaja con el Gobierno y coordina acciones para la ejecución de obras. El experto en temas indígenas Leonardo Tamburini acusa al oficialismo de fraccionar el movimiento indígena en busca de réditos políticos.

Fabián Gil tiene el control de la parte norte del Tipnis. Está en contra de la intención gubernamental de construir una carretera por medio de la reserva. El dirigente se siente orgánico y en los últimos días tuvo un espaldarazo: logró que una comisión internacional llegue a su territorio a verificar la situación de los indígenas a raíz de la consolidación del proyecto de edificar la vía.

“El Gobierno es el culpable de dividir nuestro movimiento. Algunos corregidores están alineados al MAS por unos cuantos pesos y olvidan a sus comunidades. Nosotros apoyamos la ley 180 que cuida nuestro territorio, pero los otros dirigentes apoyan otras normas que vulneran la intangibilidad. Así empezó la división de esta lucha por el Tipnis”, detalla Gil.

El 24 de octubre de 2011, después de 64 días de marcha, los indígenas lograron que el presidente Evo Morales promulgue la Ley de Protección del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, que garantizaba que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no sea construida. Sin embargo, la controversia resurgió en agosto de 2017 cuando el mandatario promulgó la ley 266, que abrogó la normativa que protegía el Tipnis.

Tensa calma

Domingo Nogales fue uno de los impulsores de la norma que autoriza las obras en el Tipnis y dice que ahora es el principal dirigente de la reserva. Relata que el dato correcto de comunidades es 69 y no 64, como maneja el otro sector. Además, recuerda que “58 comunidades están de acuerdo que el Gobierno haga una inversión para el desarrollo de la región y solamente 11 comunidades se oponen”.

En la región del Sécure la situación lleva una tensa calma. Carlos Fabricano tiene prácticamente el control de la zona y su oposición, Emilio Noza, está debilitado. “Nosotros aprobamos todas las obras que traigan desarrollo a nuestras comunidades. Sabemos que hay gente que se opone, pero son pocos. El progreso está llegando al Tipnis, y eso gracias a este Gobierno”, remarca Fabricano.

El parque está dividido en la subcentral Sécure, con 19 comunidades cercanas al río Sécure; la subcentral Tipnis, con 32 comunidades sobre los ríos Isiboro e Ichoa; y la subcentral Conisur, que tiene 18 comunidades y se encuentra al sur de la reserva.

En Conisur la situación no tiene sobresaltos. La invasión de colonos logró que exista cohesión sindical y un movimiento orgánico. El líder de esa área, Jacinto Noza, destaca que en esa zona no existe paralelismo y que la línea política es apoyar la construcción de la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

Este reportaje se publica en alianza con Mongabay Latam.