Desde Chile entra carga legal e ilegal. En cambio, con Perú, Argentina, Brasil y Paraguay hay intercambio de mercadería. El Gobierno por ahora prioriza los límites con la república chilena.

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15 de septiembre de 2018, 4:00 AM
15 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Cada frontera tiene su propia estrategia de batalla contra el contrabando. El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Gonzalo Rodríguez, admite que la prioridad es establecer la estrategia contra el traspaso de carga ilegal en la frontera con Chile. Luego se actuará, dice, en los límites con Perú y demás países.

“Uno de nuestros problemas, haciendo un análisis estratégico, es que los caminos de nuestro país son de penetración, son de afuera hacia adentro. Es muy difícil controlar la zona donde nace el contrabando, que es la frontera, vamos a tener presencia y tener un control total”, remarca Rodríguez.

La autoridad adelanta que las Fuerzas Armadas (FFAA) reubicarán 24 unidades militares ubicadas en las fronteras con Chile y Perú. “Son 19 puestos con relación a Chile y con Perú cinco puestos, que vamos a llevar a la frontera”, añade. Desplazamiento militar Las unidades militares estarán desplegadas hasta diciembre en toda la frontera con Chile. En cambio, desde la zona sur de la frontera con Perú, hasta la región de Ulla Ulla, en el norte, se instalarán los otros cinco puestos de control posteriormente.

Desde Chile se introduce carga que llega a la zona franca de Iquique. Al pasar la frontera este movimiento se vuelve ilegal, puesto que ingresa sin control ni documentos exigidos por ley. Los principales productos que se introducen son electrodomésticos, vehículos, autopartes y ropa de marca usada que termina burlando las fronteras. Mientras, en el lado peruano el contrabando es de ida y vuelta.

Es decir, así como entra mercadería ilegal a Bolivia, también sale del país. En esta frontera, desde Bolivia, se introducen combustibles, garrafas de gas, electrodomésticos y ropa usada. Las rutas son diversas, pero el contrabando pasa por Desaguadero y Puerto Acosta para llegar a la localidad peruana de Juliaca.

Desde ese punto la mercadería ilegal se distribuye a Puno, Cusco, Arequipa y llega hasta la capital peruana de Lima. Desde Perú ingresa, sobre todo, verduras y alimentos. En las fronteras con Argentina, Brasil y Paraguay el movimiento es similar: de ida y vuelta. “En la parte de Brasil también hay zonas críticas, por ejemplo la misma ciudad de Cobija (en Pando). La diversidad geográfica del país hace que el control contra el contrabando varíe”, indica Rodríguez.

Crisis argentina y sus efectos

La Aduana Nacional anuncia el refuerzo de ocho puntos de control en Bermejo, Yacuiba y Villazón. Desde el lado argentino ingresan más productos de consumo y alimentos a precio barato por la crisis que sufre ese país.

La crisis económica en Argentina obliga a que la Aduana Nacional refuerce ocho puntos de control en la frontera con ese país. El empresariado tiene el temor de que más alimentos y productos de consumo ingresen desde el lado argentino, ocasionando daños económicos al Estado.

“En esta época tenemos una mejor recaudación, sin embargo, esto implica reforzar la zona fronteriza de Argentina, es la que más nos está preocupando en este momento por la situación económica. Estamos fijando una estrategia conjunta”, remarca la presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya. Mientras el presidente de la Cá- mara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, considera que la “grave” situación argentina puede traer posibles efectos negativos en la economía boliviana.

“El tema que está atravesando Argentina es gravísimo, no solamente en el tema de las divisas, seguro vamos a tener un contrabando mucho más importante de la Argentina que va a perjudicar a los empresarios bolivianos”, señala Salinas. Al sector empresarial le preocupa la devaluación del peso argentino respecto al dólar estadounidense, porque provoca la baja en el precio de los productos de ese país.

En este último tiempo se duplicó el ingreso de vino argentino a territorio nacional. En Tarija, el sector vitiviní- cola, expresa su preocupación por la internación de productos de competencia, que seguro son más baratos que el vino nacional por la crisis que atraviesa Argentina. Los puntos a reforzar están en Bermejo, Yacuiba, en Tarija, y Villazón, en la región potosina.

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