Las poblaciones indígenas consumen el pescado contaminado con mercurio. La alimentación de los esse ejjas se basa un 90% en ese tipo de alimento. Ellos viven a orillas del río Beni, un afluente muy afectado por la explotación aurífera

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7 de agosto de 2018, 4:00 AM
7 de agosto de 2018, 4:00 AM

Su dieta gira en torno al pescado. Los esse ejjas son una nación indígena asentada en las orillas del río Beni y están distribuidos en los departamentos de La Paz, Beni y Pando, incluso llegan a Perú. El 90% de su alimentación es gracias a la pesca, lo que afecta directamente a esta población por la contaminación de las aguas con mercurio.

Gerardo Bamonte, antropólogo italiano, siente mucho afecto por la etnia esse ejja, que en la actualidad no pasa de 2.000 habitantes. El extranjero convivió con los indígenas durante 15 años y realizó una investigación sobre su alimentación y sus usos y costumbres. Pescan y cazan jochi (cerdo salvaje), monos y venados, pero su alimentación central son los pescados.

En el río Kaká, departamento de La Paz, empieza el flagelo para esta población indígena. La explotación de oro con mercurio genera un gran nivel de contaminación de las aguas. La corriente baja hasta el río Beni, donde viven los esse ejjas, ahora pocos con vestimentas nativas hechas con cortezas de los árboles.

El sociólogo Ricardo Calla confirma que los esse ejjas son la población más afectada por la utilización del mercurio en la explotación aurífera. El también antropólogo realizó una investigación (La Amenaza del mercurio) que revela que las concentraciones de mercurio en el cabello de la población indígena son aún elevadas. “El uso de mercurio subió luego de 2005 con el auge aurífero. Hay estudios solo hasta el 2009 y eso preocupa porque no sabemos cómo están las poblaciones indígenas, como los esse ejjas, si aumentaron los niveles de mercurio en el cuerpo, porque antes sí estaban afectados”, relata.

El Gobierno efectuó una compilación de investigaciones sobre el tema. No hay estudios posteriores a 2009 sobre la presencia de metales pesados en las poblaciones indígenas y campesinas que viven a orillas del río Beni.

Sin embargo, el investigador Danny Rejas hizo un estudio en 2016 en diez ríos de la Amazonia boliviana. La investigación confirmó la presencia de mercurio en peces, que son la base alimenticia de los esse ejjas.

Rejas elaboró cartillas en las que establece que la exposición al mercurio antes del nacimiento y en la infancia puede causar retraso mental, parálisis cerebral, sordera y ceguera. Además, el estudio detalla que solamente pequeñas dosis pueden causar déficit de atención y problemas de aprendizaje.

En Rurrenabaque la población indígena está alarmada. La Alcaldía de esa población, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, carece de datos oficiales por la contaminación de los afluentes por el mercurio.

El alcalde Anacleto Ávalos impulsa un programa de defensa de medioambiente y lamenta que el problema de contaminación se inicie en los ríos de La Paz. “El pescado está desapareciendo. Hay poco pescado, pero más arriba (del río Beni) dicen que ya no hay ninguna especie”, lamenta el burgomaestre.

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