“Encontrar y reconocer a las víctimas fue terrible, marcó mi vida”, asegura Rocha. Relató por qué no querían llevar a Pando el cuerpo de Quiroga

El Deber logo
19 de agosto de 2018, 14:00 PM
19 de agosto de 2018, 14:00 PM

La ubicación, el rescate, la reconstrucción y la identificación de los cuerpos sin vida de las víctimas del conmovedor accidente de LaMia, dejaron marcas imborrables en Marco Antonio Rocha Venegas, que cambiaron su vida, junto a todos los que participaron de esa misión.

Las autoridades de Medellín (Colombia) reaccionaron de inmediato con la conformación de un centro de crisis de control operacional en el aeropuerto, luego de confirmar que la nave de LaMia se había estrellado.

El socio y propietario de LaMia, junto a personeros de rescate y del seguro, subió hasta Cerro Gordo, lugar de la tragedia, para enfrentarse a los fierros retorcidos que antes formaban el avión que pilotó tantas veces.

“Llegar al lugar del accidente y ver ese cuadro dantesco, a mí honestamente me cambió la vida totalmente, no soy el mismo desde esa fecha. Tuve que ver a mis amigos, reconocerlos, participar en el reconocimiento de sus cuerpos, la reconstrucción de por lo menos su rostro, facilitar fotografías para que la gente que trabajaba en las funerarias pudiera, de alguna manera, darle una imagen cercana a lo que era esa persona... participar de todo eso me marcó la vida”, recordó Rocha desde el departamento donde vive en Miami (Estados Unidos).

Todo el proceso de rescate duró casi cuatro días y después se procedió a la repatriación de los fallecidos.

Lo más conmovedor para el piloto militar fue encontrar a sus compañeros Miguel Quiroga, David Vacaflores (hermano de su esposa, Elizabeth Vacaflores), Gustavo Encinas (representante legal de LaMia en Paraguay), Sisy Arias (piloto asistente de ese vuelo), Ovar Goytia (copiloto de la nave), a las azafatas de la empresa y a los técnicos y a los asistentes que hicieron el vuelo.

Por ser yerno de Róger Pinto

Al momento de la repatriación de los cuerpos, cuando el pueblo colombiano se volcó a las calles para dar un conmovedor adiós a las víctimas, Rocha recordó que hasta el aeropuerto de Medellín llegaron aviones de la Fuerza Aérea Brasileña y de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

“Cuando llegó el avión de la FAB hablé con los pilotos, porque al final eran militares y compañeros míos. Me indicaron que el plan de vuelo era llevar a todo el mundo hasta Santa Cruz. Yo les pedí dejar a Miguel Quiroga en Cobija, pero ahí el representante de la Cancillería de Bolivia me dijo que la orden era llevarlos hasta Santa Cruz. Tuve que llorar, implorar, ofrecí pagar el combustible para que el avión pueda aterrizar en Cobija, porque en medio de ese dolor uno de los funcionarios de la Cancillería hizo el siguiente comentario: ‘Había sido el yerno de ‘Chonta’ (por ‘Micky’ Quiroga), que se joda, lo dejamos en Santa Cruz’. Al ver esto les rogué y un piloto de la nave me ayudó, asegurando que solo se perdería entre 10 y 15 minutos en aterrizar en el aeropuerto de Cobija, donde bajarían el cuerpo de Micky y continuarían con el plan de vuelo programado”, recuerda Rocha cómo logró convencerlos y su amigo y socio pudo llegar a Pando.

Se impuso la solidaridad

Como sucedió con los supervivientes y los familiares de las víctimas del accidente, Rocha agradeció las inmensas muestras de cariño, apoyo y colaboración del pueblo colombiano.

Dijo estar admirado por la capacidad organizativa y de la respuesta de las autoridades de Colombia ante desastres de esa magnitud.

Rocha estuvo junto al equipo de rescate en el Cerro Gordo colombiano

Nadie llegó por Gustavo Encinas

El representante legal de LaMia en Paraguay no tuvo quién lo reclame en Colombia tras rescatar su cuerpo del lugar del siniestro

Gustavo Encinas era asesor legal de la empresa LaMia en Asunción (Paraguay). Fue uno de los fallecidos en el accidente del 28 de noviembre de 2016, cuando se estrelló el avión en el que él estaba trabajando.

A diferencia de las otras víctimas, cuyos familiares llegaron para reclamar sus restos, en el caso de Encinas nadie arribó.

Tras gestiones que hizo Rocha y luego de pagar los gastos por el reaseguro de Inglaterra, el ataúd de Encinas fue enviado en Avianca hasta su natal Asunción. En el mismo avión llevaron su equipaje, que fue rescatado del cerro.

Sus familiares recibieron los restos del hombre que trabajaba en otro país en medio de intensas muestras de dolor y agradecieron el gesto de ayuda del socio de LaMia.