Los videos "deepfake", que manipulan la realidad, se están volviendo cada vez más sofisticados gracias a los avances de la inteligencia artificial, incrementando así su potencial para generar un nuevo tipo de desinformación, con consecuencias devastadoras

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28 de enero de 2019, 14:16 PM
28 de enero de 2019, 14:16 PM

Imágenes de un político diciendo lo que nunca diría o un video porno de una estrella de Hollywood. Lo que podría parecer una falla en el televisor no es otra cosa que el futuro de las "fake news".

Los videos "deepfake", que manipulan la realidad, se están volviendo cada vez más sofisticados gracias a los avances de la inteligencia artificial, incrementando así su potencial para generar un nuevo tipo de desinformación, con consecuencias devastadoras.

"Aún no llegamos a la etapa en la que vemos cómo se usan los 'deepfakes' como armas, pero ese momento está cerca", dice a AFP Robert Chesney, un profesor de derecho en la Universidad de Texas que investigó el tema.

Chesney considera que los "deepfakes" podrían sumar confusión a la ola actual de desinformación y operaciones dirigidas.

"Un 'deepfake' oportuno con un guión intencionado o una serie de estos videos podrían dar vuelta una elección, encender la violencia en una ciudad preparada para la agitación social, impulsar discursos sobre supuestas atrocidades de un enemigo o exacerbar las divisiones políticas en una sociedad", señalaron Chesney y Danielle Citron, profesora de la Universidad de Maryland, en una publicación de blog para el Consejo de Relaciones Exteriores.

Paul Scharre, miembro del Center for a New American Security, un think tank especializado en inteligencia artificial y temas de seguridad, dice que es casi inevitable que los "deepfakes" puedan ser utilizados en próximas elecciones.

Un video falso podría ser usado para desprestigiar a un candidato, advierte Scharre, o para que la gente pueda negar hechos expuestos en videos auténticos.

Si circulan videos falsos creíbles, la "gente puede elegir creer la versión o discurso que quieran, y esa es la verdadera preocupación", añade.

Aunque los "deepfakes" se han estado desarrollando durante varios años, el tema volvió a quedar en el centro de atención en abril después de que apareciera un video en el que se mostraba al expresidente Barack Obama utilizando una mala palabra para describir a su sucesor Donald Trump, que finalmente fue un artificio del cineasta Jordan Peele coordinado con BuzzFeed.

En 2018, la proliferación de videos porno en los que las caras de los protagonistas eran cambiadas por imágenes de Emma Watson, Scarlett Johansson y otras celebridades llevó a que los "deepfakes" fueran prohibidos por Reddit, Twitter y Pornhub. Sin embargo, no quedó claro cómo podrían cumplir esa norma. 

Scharre considera una forma importante de combatir a los "deepfakes" es aumentar la concientización pública, haciendo que la gente sea más escéptica ante lo que solía considerarse como prueba indiscutible.

"Una vez que un video se hace viral podría ser demasiado tarde para el daño social que provocó", asegura.