Omega celebra los 50 años de la misión Apollo 11 con una cena de lujo en el Centro Espacial Kennedy y un reloj que homenajea a las misiones Apollo

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14 de mayo de 2019, 10:52 AM
14 de mayo de 2019, 10:52 AM

Una celebración del ingenio y el valor humanos, de la pasión técnica y de la precisión cronométrica necesarias para dar un primer paso en un nuevo mundo y volver. El evento de Omega para celebrar los 50 años de la llegada a la Luna no ahorró en palabras ni en espectáculo.

Su acto central, la cena Momentos dorados del jueves pasado, se realizó bajo un imponente cohete Saturno V, en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.

A este lugar llegaron invitados de todo el planeta: periodistas latinoamericanos, influencers europeos y chinos, además de artistas y representantes internacionales, entre ellos, Fátima Céspedes, directora de Eurochronos en Bolivia. Fue una velada de encuentro con media docena de veteranos astronautas, y con la estrella de la noche, el actor George Clooney, y su esposa, Amal.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Ya tengo el #MoonWatch ahora falta el ��

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En la ocasión, el anfitrión y CEO de Omega, Raynald Aeschlimann, brindó por el “enorme logro de aterrizar en otro mundo”. “No se me ocurre una mejor razón para levantar nuestras copas”, dijo. En un breve discurso, Clooney declaró que sentía “gran placer de estar aquí. Tengo gran respeto por las personas que hicieron que las misiones Apollo fueran un éxito”.

A la derecha, Raynald Aeschlimann, CEO de Omega. Desde izquierda, astronautas JeanFrançois Clervoy, Terry Virts, Nicole Stott, Thomas Stafford, el actor George Clooney, y los astronautas Charlie Duke, James Ragan

La cena estuvo precedida por una visita al parque del centro espacial, en donde los invitados pudieron ver de cerca al jubilado transbordador espacial Atlantis, uno de los cinco que la agencia espacial estadounidense (NASA) tuvo activos entre 1980 y 2011.

El nuevo Speedmaster

Desde hace 55 años la historia de Omega y de su reloj Speedmaster se hallan íntimamente ligadas al relato de las misiones pioneras Gemini y Apollo.

En 1965, tras una batería de pruebas que simularon las condiciones extremas en el espacio, el Speedmaster de la marca suiza pasó a ser el reloj oficial del programa espacial estadounidense y el 20 de julio de 1969 se convirtió en el primer cronógrafo en dar la hora en la Luna, durante la histórica misión Apollo 11 de Armstrong, Aldrin y Collins.

Para celebrar medio siglo del alunizaje, este año Omega convoca a los amantes de la relojería con un Speedmaster Apollo 11 50th Anniversary Limited Edition, que no llegará a Bolivia en su versión en oro Moonshine de 18k, que lleva incrustado un fragmento de meteorito lunar, aunque posiblemente la edición en acero esté disponible a partir de septiembre.

La marca suiza, que goza de una alta reputación en el país, es representada por Eurochronos, que también en el segundo semestre inaugurará nuevos espacios en su local de avenida Irala, esquina Velarde.

Raynald Aeschlimann: “El Speedmaster se volvió el anhelo de los visionarios”

No resulta difícil imaginar que alguien derroche carisma cuando tiene a su cargo una de las marcas de lujo más importantes del mundo. Pero Raynald Aeschlimann, CEO de Omega desde 2016 tras una larga carrera a bordo de la firma, es un coreógrafo del buen carácter. En presencia, dirige su propio concierto con una mezcla de trato amable, vestimenta elegante y palabras justas. En esta entrevista con periodistas que asistieron al evento de Omega por los 50 años de la llegada a la Luna en el Centro Espacial Kennedy, Aeschlimann, hace evidente su devoción por la marca que lidera y encarna.

Raynald Aeschlimann, CEO de Omega, durante la entrevista

- ¿Por qué fue tan delicado el camino hacia el nuevo Speedmaster?

- Es tiempo de celebrar el Speedmaster, que es un reloj mágico. No fue fácil crearlo, no puedes tomar ninguna decisión incorrecta… teníamos que respetar el pasado y crear una pieza que tuviera relación con su propio ADN de 50 años atrás.

Mi visión fue recrear este reloj. Fueron 20 empresas del grupo Swatch involucradas en 18 meses de trabajo. Técnicos, expertos en historia y en computación. Así me gusta hacer las cosas; no puedes equivocarte. Así, el Speedmaster obtiene respeto y se mantiene a la altura de la ocasión. Fue difícil, y puse a mi equipo bajo fuerte presión. Pero es algo que hicimos con muchísima pasión.

- ¿Qué dejan los viajes del Speedmaster al espacio?

- Speedmaster es un poco como Omega. Por su diseño -del cual estoy orgulloso-, es parte de la historia, y es central para la marca. Es el Omega de los Omega. Pero la clave está en el hecho de que estuvimos ahí como instrumento, en un momento en que nada podía fallar.

Fuimos los primeros en la Luna.

Una de las primeras huellas dejadas en la Luna por el astronauta Neil Armstrong

Muchas cosas son icónicas, en nuestro negocio y en otros. Y el Speedmaster es el reloj más icónico del mundo... un reloj que puedes soñar, o que puedes comprar.

Es el ejemplo de espíritus pioneros. El modelo actual encarna ese espíritu y se ha convertido en ese anhelo de los visionarios.

Raynald Asechlimann, CEO de Omega, y el actor George Clooney

- ¿Cómo trabaja su equipo para mantenerse actualizado?

- Hay muchas maneras de contestar. Es algo que se ve en las tiendas en diferentes países, y en quienes desarrollan nuestros productos. Es el espíritu Omega que nos mantiene en el mismo tiempo. Tenemos misiones que conocemos muy bien, sabemos a dónde queremos llegar y somos parte del grupo Swatch.

Somos la única marca con la certificación Master Chronometer. Eso está en cada reloj Omega que alguien pueda comprar.

Queremos que los consumidores estén orgullosos de lo que llevan en la muñeca, sea por un producto fabricado hace años o por uno que acaban de comprar.