Encontrar energía alternativas es el principal objetivo de la industria automotriz a escala global. De paneles solares a electricidad a base de hidrógeno, la tecnología permite soñar y crear

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24 de julio de 2019, 10:05 AM
24 de julio de 2019, 10:05 AM

En 1953 Ford presentó el Nu­cleon, un prototipo de vehículo a base de energía atómica. Eran los años 50 y Chernobyl era una palabra todavía desconocida. Parecía una buena idea. Lo cierto es que, desde hace varias décadas, la industria automotriz busca alternativas a su depen­dencia de combustibles basados en recursos no renovables. Por ello es que desde todas las latitudes del planeta y con dife­rentes conceptos, tecnologías y metas, los vehículos en base a energías renovables, verdes o no contaminantes, se multipli­can en busca de la respuesta a la pregunta clave: ¿cómo se impul­sará el auto del futuro?

“En Bolivia estamos muy atrás en cuento a la implementación de otros combustibles o el uso de autos eléctricos”, explica Luis Ya­ñez, gerente de asistencia técnica de Imcruz y uno de los responsa­bles en la llegada de los primeros vehículos eléctricos a Bolivia: tres Renault Kangoo que llegaron por pedido de CRE. “Aprovechando este pedido, trajimos una Kangoo más para hacer pruebas de resistencia en Bolivia, y las cuales superó con gran performance en la altura y geografías difíciles”, explicó.

La Kangoo eléctrica de Renault ya se comercializa en Bolivia

La importadora destacó que ya tiene otro modelo, el Renault Twizy, y que el próximo año trae­rá otro modelo más. “Hacen falta políticas de in­centivo como las que realizan otros países: facilidades impo­sitivas y también inversión en infraestructura, como las elec­trolineras (estaciones de servi­cio de autos eléctricos) que ya son comunes, incluso en países vecinos”, enfatizó Yañez, quien no dejó de sentirse orgulloso de que Renault haya realizado el hito histórico de ser el primer auto eléctrico en el país. Los autos eléctricos, que ya son el presente de la industria, pero existen múltiples ideas con nue­vas -y asombrosas- alternativas:

Energía solar: En la última dé­cada las carreras de autos solares se han multiplicado en todo el mundo, convirtiéndose en pla­taformas para probar y mostrar nuevas tecnologías. En 2018, el vehículo Inti III, de un equipo de jóvenes ingenieros y mecáni­cos bolivianos salió segundo en su categoría en la Carrera Solar Atacama. En esta competencia, el vehículo boliviano recorrió 2,600 kilómetros de ruta atravesando el desierto en cuatro días. En el mundo de las grandes automotrices, la compañía ho­landesa Lightyear, presentó la semana pasada el prototipo Li­ghtyear One, que según el fabri­cante, ya fue testeado y logró 750 kilómetros de autonomía con sus cinco metros cuadrados de paneles solares y un precio que rondará los 180.000 dólares.

El equipo boliviano ya ganó esta competencia y siempre estuvo entre los primeros lugares. Atribu­yen el éxito de su proto­tipo a que: “tienen más ingenio que recursos”.

Agua y sal: Quizá sea la propues­ta más difícil de creer, sin embar­go, va ganando fuerza rápido con prototipos que ya recorren las rutas de Europa. Son vehículos a base de una solución electrolí­tica salina (o incluso simple agua salada) almacenada en tanques y que al pasar por una membrana genera energía eléctrica. Quantino, un vehículo de la em­presa alemana Nanoflowcell, lleva recorriendo el viejo continente con esta tecnología desde 2016. Según la firma alemana, ya lleva 10.000 horas de conducción y más de 350.000 kilómetros recorridos.

Quantino: La empresa destacó que el vehículo pasó las pruebas de resistencia y consumo, por lo que esperan lanzarlo al mercado en 2020. Logró hasta 1.000 kilómetros de autonomía.

Hidrógeno: Firmas como Audi y Volkswagen ya han producido varias generaciones de vehículos a hidrógeno. Estos son carros que convierten hidrógeno en agua y generan energía en este proceso. En 2018, Audi presentó su mode­lo H-Tron Quattro. Bajo el capó de este vehículo se tiene una pila de combustible que convierte el hidrógeno en agua y que obtiene electricidad en este proceso. A diferencia de un auto eléctrico común, este no utiliza una batería como fuente de poder y almacenamiento, sino que el hi­drógeno es el combustible y la pila el “motor” que logra los procesos para obtener energía de este. Entre otros, hay proyectos con energía kinética, calórica e inclu­so ideas radicales con física cuán­tica. La humanidad ya se demos­tró que todo sueño es posible.

 H-Tron Quattro: El único residuo que ge­nera es agua. Audi lanza­rá una pequeña serie en 2021. Su gran limitante es la complejidad de sus sis­temas y sus costos, pero varias marcas afirman que es una opción viable.

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