Político de alto perfil, carismático y pragmático, Jacques Chirac fue protagonista de la política francesa y mundial durante más de cuatro décadas

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26 de septiembre de 2019, 18:27 PM
26 de septiembre de 2019, 18:27 PM

El expresidente fue una figura de peso de la política francesa durante más de 40 años. Se caracterizó por detentar un liderazgo fuerte y por su capacidad para conectar con la ciudadanía.

Político de alto perfil, carismático y pragmático, Jacques Chirac fue protagonista de la política francesa durante más de cuatro décadas. Inspirado en el general Charles de Gaulle, Chirac supo reposicionar a Francia como un actor en la política internacional, aunque también fue cuestionado por la falta de progreso en algunas áreas de la política interior.

Chirac ingresó en la vida pública en 1962 y ocupó diversas secretarías de Estado y ministerios. Fue dos veces primer ministro: entre 1974 y 1976 bajo la presidencia de Valéry Giscard d´Estaing y entre 1986 y 1988 durante el mandato de François Mitterrand. Además, fue alcalde de París entre 1977 y 1995.

Nacido en el barrio latino de París en 1932, Chirac dio sus primeros pasos en la política en el área rural de Corrèze, en el centro del país. Eso le valió una estrecha relación con el campesinado, que se constituyó en base de apoyo para el político de centro-derecha.

Su nutrida carrera le permitió convertirse en una figura central durante la conformación de los grandes partidos conservadores de los años 80 y 90.

Y su llegada a la Presidencia en 1995, en su tercera postulación, representó el final de 14 años de gobiernos de la izquierda y la consagración de un "animal político", que erigió una figura popular incluso tras sus peores tormentas.

De primer ministro a presidente

El padre de Chirac era gerente de un banco y luego se convirtió en director de Dassault Aircraft Company. Su madre era ama de casa.

Se graduó de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA) de Francia, que entrena a los principales funcionarios del país, antes de ofrecerse como voluntario para luchar en la Guerra de Argelia.

Chirac comenzó su carrera política en la década de 1960 cuando fue nombrado jefe del personal del primer ministro ´gaullista´ Georges Pompidou. En 1967, a pedido de Pompidou, Chirac se postuló en su su región natal de Corrèze y ganó un escaño para la Asamblea Nacional.

Bajo la presidencia de Valéry Giscard d’Estaing fue nombrado primer ministro en 1974, pero la relación entre ambos no fue la mejor y Chirac renunció al cargo dos años después aduciendo la falta de voluntad de Giscard d’Estaing para darle autoridad.

También fue primer ministro del presidente socialista François Mitterrand entre 1986 y 1988, en un período conocido como “cohabitación” en Francia. La incómoda convivencia entre ambos se vio reflejada durante la carrera presidencial de 1988 en la que compitieron.

Al abrir un debate televisado, Chirac señaló: "Permítame decirle que esta noche no soy el primer ministro ni usted es el presidente de la República. Somos dos candidatos iguales que se someten a juicio del pueblo francés. Permítame que lo llame señor Mitterrand". Su oponente, el entonces mandatario, respondió rápidamente: "Pero tiene toda la razón, señor primer ministro". Mitterrand ganó la carrera presidencial.

En 1995, Chirac ganó su primera elección presidencial y se mantuvo en el máximo cargo de la República francesa hasta 2007.

El desafío bosnio, uno de sus primeros desafíos diplomáticos

Los dos períodos presidenciales de Chirac dejaron una profunda huella en las relaciones internacionales, no solo por los dramáticos eventos que se desarrollaron durante ese período, sino también por otra fase incómoda fase de cohabitación con un primer ministro socialista. La política exterior fue una de las pocas áreas en las que el presidente pudo maniobrar libremente.

Días después de asumir la Presidencia, con la guerra de Bosnia a pleno, Chirac enfrentó un desafío diplomático cuando las fuerzas serbias capturaron en mayo de 1995 a tropas francesas que servían como fuerzas de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el puente de Vrbanja.

La respuesta contundente de Chirac, que incluyó un rápido despliegue de fuerzas, funcionó como un mensaje a las fuerzas serbias de que la posición de las fuerzas de paz de la ONU (UNPROFOR) hacia el conflicto había cambiado.

Meses después, Chirac recibió la firma del Acuerdo de Paz de Dayton –que se inició en Dayton, Ohio- que puso fin a la Guerra de Bosnia.

Un ´Bulldozer´ en Medio Oriente

En Washington, el nuevo presidente francés fue llamado ´el bulldozer´ (un tipo de aplanadora que se utiliza para la excavación de tierra), un apodo adoptado por primera vez por el entonces primer ministro Georges Pompidou y que aparentemente mejor caracterizaba la personalidad de Chirac.

Durante una visita a la Ciudad Vieja de Jerusalén en octubre de 1996, Chirac se negó deliberadamente a ser acompañado por las autoridades municipales israelíes para subrayar la adhesión de Francia al compromiso de la ONU con el estado de la Ciudad Santa.

Un estallido contra la celosa escolta de la seguridad israelí, en el que los acusó de "provocación", consolidó la imagen de Chirac como "amigo de los árabes" y le otorgó un margen de maniobra sin precedentes para alcanzar los tratos con el líder palestino Yasser Arafat.

Y mientras los palestinos consideraron al expresidente francés como un negociador objetivo de Medio Oriente, Chirac es recordado en Francia por su reconocimiento histórico de las responsabilidades de su país al deportar a miles de judíos a campos de exterminio nazis durante la ocupación en la Segunda Guerra Mundial.

El recordado discurso de Chirac en julio de 1995 puso fin a décadas de negación oficial y equivocaciones en torno al rol del Estado y de los ciudadanos franceses en las deportaciones, marcando un punto de inflexión en la lectura de la historia de Francia de la posguerra.

El "no" de Chirac a la guerra de Irak en 2003

Ocho años después, Chirac volvió a tomar un rol esencial en la escena internacional al enfrentarse al entonces presidente estadounidense George W. Bush, quien encaraba la invasión en Irak.

Apenas cumplido un año de su segundo mandato presidencial, Chirac enfrentó su mayor desafío diplomático y rechazó la invasión militar impulsada por Bush, quien pretendía construir una "coalición de los dispuestos" contra el régimen de Saddam Hussein en Irak.

La postura –sostenida a pesar de las amenazas de Washington- deshilachó las relaciones de Francia con Estados Unidos y Gran Bretaña, pero le valió la admiración en el país y en el extranjero.

El final de su vida, entre acusaciones de corrupción y problemas de salud

Físicamente mermado luego de sufrir un accidente cerebral en 2005 y tras abandonar la vida política en 2007, Chirac sufrió varios problemas de salud y, en sus escasas apariciones públicas, mostraba una imagen muy envejecida.

No obstante, en una de sus últimas salidas públicas notables, a mediados de 2011, el exmandatario provocó un gran revuelo al afirmar que votaría por el socialista François Hollande en las elecciones de 2012 en lugar de por el conservador Nicolas Sarkozy, antiguo "apadrinado" político por quien sentía aversión.

El final de su vida también lo encontró rodeado de acusaciones de corrupción. En diciembre de 2011, Chirac fue condenado a dos años de prisión en suspenso por malversación de fondos públicos durante su mandato como alcalde de París. Por su condición de salud, nunca ingresó a prisión ni presenció su sentencia.

 

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