La obra y el pensamiento del artista cruceño se plasman en el libro Lorgio en los anillos, una detallada investigación impulsada por el Centro de la Cultura Plurinacional, que aborda un importante capítulo del muralismo boliviano

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19 de octubre de 2019, 3:00 AM
19 de octubre de 2019, 3:00 AM

Hablar de Lorgio Vaca es referirse a uno de los más grandes artistas de la historia de Bolivia y uno de los más destacados escultores, muralistas y ceramistas de nuestro continente. Es hablar de un hombre de espíritu sensible y gran corazón, que rindió homenaje a Santa Cruz de la Sierra desde que llegó a este mundo, pues nació un 24 de septiembre de 1930.

El homenaje al artista que ama su tierra se ve ahora plasmado en el libro Lorgio en los anillos. Murales en relieve cerámico realizados por Lorgio Vaca en Santa Cruz de la Sierra (1970-2007), una publicación que el Centro de la Cultural Plurinacional (CCP) presentó esta semana como resultado de una investigación que abarca cinco décadas de labor creativa del reconocido muralista.

La edición combina la descripción con el análisis y la interpretación. Incluye imágenes de las etapas de formación del artista en sus primeros murales realizados en Sucre, La Paz y ciudades de Perú. Explora en murales realizados por Lorgio Vaca en Santa Cruz de la Sierra, al mismo tiempo que indaga en el modo de pensar del artista, su concepción del arte público, la función que le otorga en el imaginario de la ciudad, sus influencias artísticas y literarias. Incluye también un mapa de ubicación de todos los murales en relieve cerámico del artista (24 en total), emplazados en las ciudades de Santa Cruz y Montero.

“Como institución queremos remarcar todo lo que sucede a escala artística en Santa Cruz y Lorgio Vaca se convierte en un ícono del arte cruceño. 

De ahí que hace un par de años comenzamos este proyecto titulado Lorgio en los Anillos, cuyo objetivo es dar valor a la técnica del mural cerámico esmaltado, que Lorgio instituye desde el momento en que deja el lienzo y se dedica a la muralística”, explica Paola Claros, directora del CCP. “Así nos enamoramos de lo que hace Lorgio y realizamos esta exposición, que ha ido a la Casa Nacional de la Moneda. La primera vez fue en la Feria del Libro, donde se mostró el boceto de la restauración de La gesta del oriente boliviano”, añade Claros.

El escritor y principal responsable de la investigación es Jorge Luna, que, además de contar con el apoyo de la curadora del CCP, Andrea Hinojosa, tuvo la oportunidad de trabajar de cerca con el artista, la fuente primaria del libro. “Ha sido un privilegio poder estar con don Lorgio, en una labor dinámica que combinaba testimonios con documentación, pues me facilitó un completo archivo fotográfico. 

Él tenía 87 años cuando comenzamos a trabajar en el libro y ha sido muy enriquecedor poder recibir tanto de un artista con una humanidad y lucidez tan grande”, expresa Luna.

 Recuerda que la idea de enfocarse en la técnica del mural cerámico en relieve, delimitaba más el trabajo, pero, a la vez, lo hizo más interesante. “Son obras que combinan pintura, escultura y cerámica, que ponen de manifiesto el pensamiento de un artista como Lorgio Vaca, que es tan cruceño como multicultural”, complementa el investigador.





El artista trabaja en el boceto de La gesta del oriente boliviano



Una vida

Cuando era niño, Lorgio Vaca fue a un cine de La Paz (El Biógrafo) acompañado de sus padres. Juntos vieron una película del Gordo y el Flaco. Durante la proyección, ocurrían una serie de problemas técnicos que obligaban a detener la cinta y encender las luces de la sala. 

Para el pequeño Lorgio, que no estaba muy interesado en la historia de la pantalla, esa era la mejor parte, porque le permitía observar un par de murales de Cecilio Guzmán de Rojas, colocados a los costados de las pantallas.

Para el joven Lorgio, la primera vez que veía un mural fue una especie de hito en la vida una artista, cuya vocación comenzó a definirse cuando recibió de regalo una caja de acuarelas de su padre, que era pintor.

Una influencia notoria, fue también, el haber leído durante sus años de estudios de Derecho en la sede de Gobierno la biografía del pintor Paul Gauguin. Otro momento trascendental se da cuando estaba en Brasil presenciando la Bienal de San Pablo. Allí conoce al artista brasileño Cándido Portinari, al que le manifiesta su intención de hacer murales.

“Él me dijo: ‘Si tú quieres hacer murales, es mejor que vayas a tu país y los hagas ahí. Porque ahí son necesarios”. Todo lo demás casi se dio por añadidura.

A su retorno, forma parte del grupo de intelectuales y artistas denominado Anteo, que se fundó en Sucre en 1950, conformado además por Walter Solón Romero, Enrique Valda del Castillo, Hugo Poppe, Luis Chopitea, Eliodoro Ayllón y los hermanos Gil y Jorge Imaná.

Su romance con el arte monumental se consolida en el transcurso de sus muchos viajes con el grupo Anteo. Queda fascinado por los murales mesopotámicos, los esmaltes chinos, caligrafías islámicas y sobre todo, por los grandes exponentes del mural renacentista italiano. Cuando conoce el amor fue en Perú, donde vivió varios años con Ada Sotomayor, la que fue su esposa.

Años después vuelve a Santa Cruz de la Sierra con toda su familia. Allí comienza a tomar forma el Lorgio de los Anillos.

Lo valoran

El arquitecto Víctor Hugo Limpias opina que la obra de Lorgio Vaca representa la multiculturalidad, el dinamismo y las aspiraciones de desarrollo de una región.

 “El muralismo de Lorgio Vaca inunda nuestra ciudad con mensajes de todo tipo. Es una idea con un sentido pedagógico, social y cultural. Con un pensamiento muy comprometido con los valores humanos, de manera didáctica hace comprensible este mensaje, que ha contribuido en los últimos 50 años a que los cruceños nos podamos comprender mejor como pueblo. 

Es una cruceñidad, que no es provinciana, ni de tierra adentro, ni atávica, ni conservadora. Es una cruceñidad latinoamericana y universal. Porque Lorgio Vaca es universal, al igual que otros grandes artistas del mundo”, afirma Limpias.

Por su parte, el artista Douglas Rodrigo Rada asegura que una de las cosas más interesantes del muralismo de Lorgio Vaca está no solamente en la composición o en la cerámica traducida en la bidimensionalidad, sino también en un trabajo educativo muy notorio. 

“Me parece muy importante destacar la influencia de Lorgio Vaca en las nuevas generaciones de muralistas, de grafiteros y de artistas urbanos. Esa vocación de estos nuevos artistas está inspirada en la obra de Lorgio Vaca. 

Ese mural político, socialmente comprometido y de denuncia se ha mantenido, pero lo que ha cambiado es la forma”, indica Rada.

Vaca sostiene en sus manos la obra que resume su labor muralística

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