Para ‘la calle’, la segunda vuelta ya no es suficiente. Mesa no acepta la auditoría en términos del Gobierno, y el oficialismo le pide que defina los suyos. La tensión crece en el área rural de Santa Cruz y en la zona sur de Cochabamba

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31 de octubre de 2019, 3:00 AM
31 de octubre de 2019, 3:00 AM

La clase política boliviana no en­cuentra salidas institucionales a la crisis desatada luego de la elec­ción del 20 de octubre.

Ayer, lue­go de que el Gobierno anunciara la firma de un convenio con la Organización de Estados Ameri­canos para realizar una auditoría a los resultados electorales, algo que ya había sido rechazado el martes por los cívicos cruceños y que también fue desestimada por Carlos Mesa, que, en un co­municado de prensa, aseguró que el acuerdo fue entre el MAS y la OEA, que no se consultó ni a partidos ni a los bolivianos.

Ante esta situación, Manuel Canelas, ministro de Comunicación, salió a pedirle que fije condiciones para que este estudio se lleve adelante. Mientras esto sucede, en las calles la tensión sube a diario.

Se registraron enfrentamientos en la zona sur de Cochabamba y en el norte cruceño, desde el Puente de la Amistad, hasta Montero, donde incluso se reportó heridos con ar­ma de fuego.

El anuncio y el rechazo

Diego Pary, canciller del Estado, fue el encargado a dar a conocer el alcance de la auditoría de la OEA, que será vinculante al resultado electoral. Sin embargo, el presi­dente Evo Morales, cuestionaba el pedido de segunda vuelta en un discurso en la inauguración de una obra.

Dijo que los que cuestio­nan su victoria en primera vuelta están divididos. “Unos dicen fuera Evo, otros dicen nuevas eleccio­nes, otros dicen segunda vuelta.

No es cueca pues, para bailar se­gunda vuelta, entonces cuál final­mente, los que dicen fuera Evo es golpe de Estado”, criticó y ratificó su pedido de auditoría al asegu­rar que no tiene nada que ocultar. “Nosotros nunca ganamos con fraude, con mentira, nunca”, dijo. Fue así que Pary presentó el acuerdo con la OEA.

 “Me com­place informar que he dispuesto la conformación del equipo de técnicos en materia electoral que realizará el Análisis de Integridad Electoral, conforme a lo conveni­do entre el Gobierno de Bolivia y la SG/OEA”, anunció.

El problema está en SG/OEA. Aún está fresco en la memoria de los opositores el encuentro entre Evo Morales y Luis Almagro, secretario general de la OEA, que incluso visitó el chaco del presidente en Chapare.

Así lo dejó en claro Waldo Al­barracín, rector de la Universidad Mayor de San Andrés y presidente del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia, contraparte del Comité Pro Santa Cruz en La Paz.

“La OEA ha dejado de ser confia­ble porque el señor Almagro tuvo una actitud importante cuando el Gobierno manipuló un fallo para habilitarse a la reelección, pero después, cuando vino a Bo­livia, apareció con una posición al revés, luego va a la Argentina y vuelve a su posición inicial”, dijo. En contacto con EL DEBER, consideró que el proceso de au­ditoría solo convalidará “el fraude y la fechoría del Gobierno”.

 Luego dio un paso más allá, y consideró que la comisión de la OEA podría ser comprada con dinero del nar­cotráfico. “Tiene mucha plata y está metido hasta los tuétanos en el Gobierno. Con ese dinero compran conciencias, y lo digo de frente, y lo puedo repetir mil veces.

Ese es mi temor, que el pueblo sea engañado una vez más”, acotó y luego volvió a pedir la anulación de las elecciones y la convocatoria a nuevos comicios.

En esa misma línea, Rómulo Calvo, vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, aseguró ayer que no aceptan ninguna otra salida que no sea la anulación de las elecciones. Explicó que al princi­pio estaban pidiendo la segunda vuelta, porque creían que era lo más cercano a la democracia, que antes de “perder la libertad y la de­mocracia”, era conveniente la se­gunda vuelta. Aseguró que luego, todo el pueblo boliviano, reunido en cabildos, ha llegado al consen­so de que se deben realizar nuevas elecciones, con nuevos adminis­tradores y nuevo padrón, al que consideró podrido.

Añadió que no se aceptará que Morales sea parte de la nueva elección y que el Gobierno ha venido “extorsio­nando a nivel internacional” para conseguir validar sus resultados.

 “Ya pasó, es mucho tiempo, no es creíble, no es lo que estamos bus­cando. El pueblo boliviano ya no quiere segunda vuelta, no quiere. Sería lamentable y una traición al pueblo boliviano aceptarla”, dijo Calvo, que acotó que “Carlos Mesa significa democracia para todos los bolivianos”.

Los políticos

Luego salió al paso del anuncio Carlos Mesa. Aseguró que el su­

 puesto fraude del MAS ha gene­rado una espiral de violencia, que hay ataques de grupos organiza­dos del Gobierno y que todo esto es resultado “de la ambición sin límites de Evo Morales y Álvaro García Linera”.

Ahí rechazó la auditoría, porque no le consultaron sus condiciones ni el pedido de desconocer los re­sultados electorales.

 Luego de eso, aseguró que reconoce a los “sectores cívicos y movimientos sociales que plantean la anulación de las elecciones y manifiestan su desconfianza acerca de la audito­ría pactada entre la OEA y el MAS”.

Eso provocó que, a primeras horas de la noche, el ministro Ca­nelas saliera al paso del comuni­cado de prensa de Mesa. “Desde el momento que vamos a realizar una auditoría es evidente que esos resultados son susceptibles de ser modificados”, dijo, al recordar el carácter vinculante de la audito­ría, condición que fue puesta por Almagro para aceptar la invitación del Estado boliviano para realizar el estudio. Este punto era el princi­pal escollo para que Mesa acepte la auditoría hasta el martes.

Uno de los puntos de la decla­ración de Mesa aseguraba que la comunidad internacional ya se había pronunciado sobre irregu­laridades en la elección. “Esa vo­luntad (del pueblo en las urnas) se burló en un cómputo fraudulento, tal como lo reconoció la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Ame­ricanos (OEA), la Unión Europea (UE) y varios países amigos”, dijo.

Canelas discrepó con ello. Ase­guró que, desde Estados Unidos hasta Uruguay, la posición de los miembros de la OEA es que se realice la auditoría integral a los resultados.

En ese sentido, le pidió a Mesa que ponga sus condiciones y lo tildó de irresponsable, ya que se­gún él no ha presentado ninguna prueba del “gigantesco fraude” que denuncia.

 Aseguró, luego, que los plazos de la auditoría tie­nen que ser cortos para permitir que una hipotética segunda vuelta electoral se lleve a cabo dentro de los plazos que establece la norma. La jornada se cerró con un nuevo discurso de Luis Fernando Camacho frente a la estatua del Cristo.

El presidente del Comité pro Santa Cruz denunció que el hijo del máximo dirigente cívico de Montero había sido herido de bala en un enfrentamiento con campesinos afines al Gobierno, que llegaron hasta la capital del norte integrado para desbloquear las vías.

 Al mismo tiempo, en La Paz, el Tribunal Supremo Elec­toral le ponía otro candado más a la solución del conflicto.

Tras defenderse de las acusaciones de fraude, el vocal Idelfonso Mama­ni aseguraba que los resultados de las elecciones son sagrados.


Ambos bandos se contradicen y el conflicto ya afecta de manera fuerte a la economía nacional

 Cívicos, gobierno y Carlos Mesa, caen en contradicciones mientras el conflicto avanza. El vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, reconoció que el pedido de las movilizaciones ha mutado de segunda vuelta a repetición de las elecciones en los últimos días.

 De esa forma, el próximo gobier­no no lidiaría con la bancada mayo­ritaria que el MAS ha conseguido en ambas cámaras.

Para ello, ayer presentaron una estrategia jurídica que pasa porque el TSE anule sus resultados. Caso contrario, recu­rrirían a amparos. Sin embargo, no han presentado ninguna solicitud de anulación ante este tribunal.

Mesa también se contradice. Por un lado da su plena confianza al trabajo hecho por la Misión de Ob­servación Electoral de la OEA, que vio irregularidades en el proceso (propaganda con bienes del Estado, problemas en la custodia del ma­terial, etc) y sugirió que más allá de la victoria de Morales, se vaya a segunda vuelta. Sin embargo, des­confiaba hasta el martes en darle el poder a la OEA -organización madre de la MOE- de que su dictamen sea vinculante al resultado. El oficialismo tampoco se salva de las contradicciones.

Canelas dijo ayer que obviamente los resultados eran susceptibles de ser cambiados; sin embargo, la cancillería, através de la su repre­sentante ante la ONU en Ginebra, comunicó a este organismo inter­nacional que Evo Morales había sido elegido como presidente del Estado en primera vuelta y adjuntó el cómputo final del TSE.

Mientras el conflicto se alarga y muta, el que sufre es el ciudadano y la economía. Según el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Rolando Kempff, los paros ya afec­taron al PIB nacional en $us 1.100 millones.

Los privados pierden por día $us 12 millones y sumando to­dos los sectores, la afectación llega a $us 180 millones diarios.

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