Miles de separatistas cuestionaron la presencia del rey español en medio de la polémica por la condena de 9 líderes independentistas que participaron del intento de secesión en 2017

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4 de noviembre de 2019, 13:39 PM
4 de noviembre de 2019, 13:39 PM

Miles de manifestantes separatistas catalanes perturbaron una visita del rey Felipe VI para una entrega de premios en Barcelona, rodeada de fuertes medidas de seguridad ante el temor de disturbios en plena campaña electoral en España.


Encendidos tras la condena a altas penas de cárcel de nueve dirigentes catalanes por el intento de secesión de 2017, colectivos independentistas llamaron a boicotear el acto en el Palacio de Congresos con eslóganes como "Muera el Borbón", "Ni rey ni miedo" o "Barcelona será la pesadilla de Felipe VI".


"El rey español no es bienvenido en Cataluña", se podía leer en una pancarta que portaba un manifestante, mientras otros sostenían fotos del rey al revés, según observó una periodista de la AFP.


"Estamos haciendo esta manifestación para que el rey no venga más a Cataluña, y menos después de la sentencia totalmente injusta contra los políticos independentistas", indicó José Ligero, un jefe de producto en una empresa industrial de 45 años.


Es la primera visita del rey a Cataluña desde la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo el 14 de octubre, que generó protestas en ocasiones violentas en esta región del noreste de España ahora en el centro del debate para las elecciones del domingo.


Desde el domingo, el recinto de la ceremonia estaba fuertemente custodiado por la policía que, antes del inicio del acto, cortó uno de los principales accesos a la ciudad, muy cercano al lugar del evento.


El evento solía tener lugar en Girona, un feudo nacionalista al norte de la región cuyo ayuntamiento declaró en 2017 al monarca como persona non grata, pero este año se trasladó a Barcelona.


Desde octubre de 2017, cuando pronunció un discurso llamando a "asegurar el orden constitucional" en pleno intento de secesión en Cataluña, el monarca se convirtió en objetivo predilecto de los separatistas que suelen organizar protestas cada vez que visita la región.


En esta ocasión, el viaje coincide con la campaña de las elecciones del 10 de noviembre, donde la crisis en Cataluña y los disturbios de las últimas semanas están jugando un papel central.

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