Las amas de casa llegan a pie hasta los mercados, pero no les importa caminar varios kilómetros, solo esperan que no falten los productos para la cocina

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13 de noviembre de 2019, 3:00 AM
13 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Se cumplen hoy 22 días de bloqueo continuo de vías en la capital cruceña.

Aunque en algunos barrios se ve que los vecinos se han ido replegando de a poco, en otros, como los anillos y avenidas importantes, la gente se nota algo cansada físicamente, pero su entusiasmo no decae. Todos coinciden en que seguirán en las calles hasta que se dé una solución, es decir, que haya nuevo presidente, o presidenta del país; o que el líder cívico, Luis Fernando Camacho, les ordene retirarse.

Los mercados poco a poco vuelven a la normalidad, pues no hay escasez de alimentos, lo cual lleva a las amas de casa hasta estos centros para proveerse de productos para la subsistencia diaria.

A sus 76 años, doña Marina Paz, cada semana camina desde la avenida Beni, enfrente del asilo de ancianos, hasta el mercado Los Pozos, donde compra verduras y menudencias de pollo para su perro. 

“Caminar es saludable, por ello lo hago aprovechando los bloqueos. No me apuro a que levanten la medida porque yo también acudo a bloquear al segundo anillo y Beni”, dijo la mujer.

De igual manera, Nora Beck camina todos los días desde la calle España, por la zona del hospital San Juan de Dios, hasta Los Pozos para surtir su cocina.

“No me quejo del precio del pollo, porque está barato, lo que sí ha subido es la carne vacuna. No pido que se levanten los bloqueos hasta que no se dé una solución en el país”, anotó la vecina.

Firmes

EL DEBER visitó cuatro sitios de bloqueo en la ciudad, evidenciando que, pese a las tres semanas de la medida, los vecinos expresaron su complacencia porque la presión logró la salida de Evo Morales del poder.

“La cama que tenemos a la intemperie significa la paciencia que tenemos. La horca que hicimos el tercer día era para demostrar a Evo que así lo vamos a castigar por el fraude que hizo.

Pese a que hay algo de cansancio, no nos desmovilizaremos, porque estamos alegres de espíritu”, indicó Carlos Marpartida.

En el retén improvisado de la Cristo Redentor, a pocos metros del cuarto anillo, Wálter Gasser, a nombre de todos los vecinos, expresó que hay fuerzas hasta que el presidente del Comité pro Santa Cruz pida el repliegue. “Se cumplió el objetivo, que era por el bien de la democracia”, agregó.

En la Virgen de Cotoca, antes del octavo anillo, Arturo Monroy y Carlos Baudoin expresaron que, pese a la guerra sicológica en las redes sociales, por las noches refuerzan el control y no piensan en abandonar la medida.

Por último, en el barrio Banzer, en la Villa Primero de Mayo, los vecinos dan cuota cada día para la olla común, pues “la vigilancia no decae, peor aún por la madrugada”, refirió Érika Bailaba.



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