YPFB Transporte no ha determinado qué pasó, toda vez que por los bloqueos no ha podido llegar al lugar. Cochabamba, Oruro y La Paz estarán afectados por el evento

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14 de noviembre de 2019, 3:00 AM
14 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Marcelo Campos Vélez

De forma repentina el gasoducto Carrasco-Cochabamba dejó de operar por una intempestiva caída de presión, según indicaron desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB Transporte), lo que perjudicará en la distribución de gas natural al occidente del país, principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro.

Wilson Zelaya, gerente de YPFB Transporte, informó que el evento se produjo entre las poblaciones de Villa Tunari y Cristal Mayu, y aún no se ha determinado qué ocasionó esta situación, toda vez que el equipo técnico no ha podido llegar al lugar por los conflictos sociales en el país.

También indicó que debido a este evento se ha restringido temporalmente la distribución de gas a estas zonas de occidente, aunque aún se tiene una capacidad de 75 millones de pies cúbicos por día del Gasoducto Al Altiplano, cuando lo normal entre ambos gasoductos es de 175 millones de pies cúbicos por día.

“Hubo una caída súbita de presión cuando este gasoducto transportaba gas natural a los mercados de Cochabamba, Oruro y La Paz. Hoy (ayer) intentamos llegar al sitio buscando caminos alternativos a los que normalmente usamos, pero no se ha podido llegar al lugar (por los bloqueos)”, explicó Zelaya.

Trabajadores de la petrolera, en contacto con EL DEBER, indicaron que a las 18:50 del martes se escucharon tres detonaciones, presumiblemente de dinamita.

Al respecto, Gonzalo Saavedra, vicepresidente de YPFB, dijo que desconocen los motivos que provocaron la caída de presión del gasoducto. “Por el momento, el personal de YPFB Transporte está atendiendo esta emergencia. Estamos viendo la manera de llegar a la zona afectada”, explicó.

En tanto que Zelaya comentó que se estima que se reemplazará una longitud de 200 metros del gasoducto de 16 pulgadas que está seriamente afectado. Asimismo, agregó que las Fuerzas Armadas ya se han desplegado a otras zonas de “mayor riesgo” para resguardar la infraestructura petrolera ante posibles tomas u otros incidentes que se pudieran concretar, tomando en cuenta la convulsión social que vive el país.

Hay que definir qué pasó

Por su parte, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, comentó que se debe definir si este evento fue un sabotaje o un cierre de válvula de la planta que estaba tomada por personas ajenas a la planta. 

Es así que considera que esta situación repercutirá en las redes de gas en los domicilios, comercios, industrias y termoeléctricas del occidente.

El experto afirmó que es importante la participación de las Fuerzas Armadas o la Policía para precautelar las instalaciones públicas de agua, luz y gas, asegurando así los servicios a la población.

Desde la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), indicaron que esperan que a la brevedad comiencen los trabajos de reparación que permitan el restablecimiento normal del envío de gas al occidente.

“La infraestructura petrolera boliviana es un patrimonio del país, consolidado durante muchas décadas que permite abastecer los mercados y aportar de manera significativa a la economía nacional”, adfirmó la CBHE.

Campo Carrasco, tomado

El lunes pasado un grupo de 200 personas afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), ejerciendo medidas de presión, exigieron la paralización de las operaciones de la planta de gas Carrasco (Cochabamba) y la evacuación inmediata del personal a cargo.

Es así que el gerente de YPFB Transporte se refirió a la toma de la Estación de Compresión Carrasco y la Estación de Bombeo Carrasco, instalaciones donde opera la entidad y desde donde afirmó que se evacuó al personal por vía aérea.

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