Identifican a los exministros Carlos Romero, Juan Ramón Quintana y Javier Zavaleta como el entorno más radical de Evo Morales

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1 de diciembre de 2019, 15:13 PM
1 de diciembre de 2019, 15:13 PM

Después de 21 días de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia (dejó el cargo el 10 de noviembre a las 16:51) y 20 días después de establecer en México su nueva residencia en condición de asilado, en su partido político, el Movimiento Al Socialismo (MAS), buscan la fórmula ideal para despojarse del discurso radical que lo caracterizó desde su fundación, mientras esperan que su líder histórico, desde tierras aztecas, elija a su sucesor para terciar en los nuevos comicios presidenciales de 2020.

No será tarea fácil implementar el cambio de la línea dura por una más conciliadora, teniendo en cuenta la cercanía de los nuevos comicios presidenciales y por la brecha interna que abrió la mayor crisis política que enfrenta el MAS desde su fundación y al que se lo acusa del fraude electoral que terminó anulando las elecciones del 20 de octubre. 

Tras la salida de Evo del poder y de consolidarse el Gobierno de transición que lidera la beniana Jeanine Áñez, ya se vieron los primeros cambios en el masismo. Desde el seno de la Asam-blea Legislativa Plurinacional ya se visibiliza un “ala conciliadora” que allanó el camino para aprobar la nueva Ley Electoral que apuesta por pacificar el país y pone en el escenario a otro sector que se abre a la autocrítica e identifica exministros de Estado de ser parte del ala más radical que estaba en el entorno a Evo y a quienes responsabilizan de la convulsión social.

Henry Cabrera, diputado masista por Santa Cruz, dijo que si bien el MAS por primera vez en su historia encarará los próximos procesos electorales sin la presencia física de Morales, pero eso no quiere decir que su palabra deje de tener valor en las filas del masismo, al contrario, según el legislador, Morales sigue siendo el máximo líder de ese partido, pero reconoce que ahora en la era MAS pos Evo debe dejar el discurso radical y antiimperialista y debe predominar el mensaje de reconciliación entre bolivianos, el de apertura de un pensamiento acorde al siglo XXI y no ser renuente a la autocrítica. 

“Debemos reconocer que cometimos errores porque no somos infalibles y ahora debemos enfocarnos en cambiar el discurso duro por mensajes de reconciliación entre bolivianos”, dijo Cabrera y explicó que este viraje político no tiene que ser traumático para el MAS porque no cambiará el “pensamiento político y revolucionario” con el que nació el partido. 

Además, opinó que en la etapa de selección del sucesor de Morales para encarar el próximo proceso eleccionario, se debe salir del consenso de los sectores bases del MAS como los campesinos, cocaleros, interculturales, trabajadores y profesionales, entre otros, para que así tenga la credibilidad y respaldo popular. “Necesitamos que nuestra propuesta llegue a todos los hogares del Bolivia”, afirmó.

Por su lado, el asambleísta departamental de La Paz por el MAS, Gustavo Torrico, dijo que está a la espera de que, en los próximos días, la dirigencia del partido emita la convocatoria para un ampliado nacional en Cochabamba donde se analizará la situación política del partido y hacer autocriticas internas del accionar de algunos dirigentes. 

Según Torrico, que también fue diputado nacional en la pasada gestión del MAS, durante la convulsión social y crisis política que vivió Bolivia después de los comicios del 20 de octubre y que terminó con la renuncia de los mandatarios Evo Morales y Álvaro García Linera, también sirvió para identificar a los dirigentes de “papel”, a los de “pies de barro” y a los de “buena madera” que están en el interior del MAS.

“Los dirigentes de papel y de pies de barro no cuentan porque se debe entender un proceso eleccionario y un proceso político en realidad es una guerra ideológica, de principios, de convicciones y de visiones”, dijo el político que por ahora se negó a poner nombres a “los dirigentes de papel y de pies de barro” que en los momentos más críticos de MAS, abandonaron a las bases. Afirmó que toda decisión sobre la elección del candidato presidencial será coordinada con Morales. 

En días pasados, la presidenta del Senado, Eva Copa, afirmó de que desde donde este Morales tendrá voz para definir quiénes serán los candidatos y quiénes no en el proceso electoral de 2020. 

En esa misma línea, el senador masista Efraín Chambi dijo que Evo desde su asilo en México seguirá conduciendo al partido y que por decisión de la bancada parlamentaria se apostó por la pacificación y reconciliación del país. “Como instrumento político siempre vamos a apostar por el diálogo y la concertación, que es un principio básico de nosotros porque somos actores de la pacificación”, dijo el legislador y adelantó que de manera interna se identificará a algunos ministros y dirigentes políticos que no actuaron de manera responsable.

El ala dura del MAS

Basilio Velásquez, diputado chuquisaqueño por el MAS, es uno de los primeros masistas que identifica a los ex ministros de Gobierno Carlos Romero, de Defensa Javier Zavaleta, y al de la Presidencia Juan Ramón Quintana de “mal informar” al entonces presidente y de que todo estaba bien con la situación del país. 

Además, relató que cuando surgió el problema entre Chuquisaca y Santa Cruz por el tema de Incahuasi, el entonces presidente se alejó del sector, pues ya no quería reunirse con ejecutivos de ciertos sectores sociales. 

“Hubo un alejamiento del presidente, ya ni quería reunirse con el ejecutivo. Nos hacía llamar a las instituciones, pero no iba, se hacía la burla, todo por hacernos quedar mal por un lado y otro lado. Ha sido terrible”, dijo el legislador en una entrevista a la Agencia de Noticias Fides (ANF).

Además, el legislador aseguró que al entorno del entonces jefe de Estado le gustaba conseguir lo que quería a como dé lugar, por las buenas o por las malas y si no lograban conseguir la aprobación de la dirigencia de los sectores, pues bajaban a las organizaciones sociales y las dividían. “Si no les gustaba el ejecutivo, buscaban cualquier cosa para hacer pelear al sector. En nuestro sector nos han hecho pelear entre indígenas y campesinos. Lo advertimos para que no lo hagan, pero no hacían caso, el entorno era demasiado poderoso, prácticamente copaba estas situaciones y eso ha alejado a varias organizaciones”, lamentó el político.

Otro que lanzó duras críticas al interior del MAS fue el diputado Leoncio Jancko. El jueves, afirmo que había traidores en el entorno de Evo Morales que causaron lo ocurrido con el expresidente y el cambio de Gobierno.
Jancko sostuvo que los “traicioneros” daban mala información a Morales y estaban alejados del pueblo, haciendo quedar mal al exmandatario. “Estaban informando mal, no están informando a cabalidad y, por lo tanto, las consecuencias que han venido”, señaló y se mostró partidario con que se investigue a quienes fueron colaboradores directos de Morales y que hubiesen cometido errores.

Jancko afirmó que esas personas no se pueden permitir en un gobierno y culpó a ese entorno de Evo por la asunción de Jeanine Áñez, a quien calificó de “golpista y racista”.

Una mirada diferente

Para el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, la convulsión social que enfrentó el país pasará la factura al partido de Morales, porque gran parte de la ciudadanía los responsabiliza de la crisis política que se agudizó tras descubrirse el fraude electoral, por lo que, en los próximos comicios presidenciales, el masismo estará más concentrado en sobrevivir y evitar las fracturas internas de las organizaciones sociales. 

“Sería absurdo pensar que el MAS ya no existe. No es el MAS de anteS, no tiene el dinero del Estado, no tiene el Tribunal Electoral y no tiene el Gobierno y enfrentará la elección sin Evo”, dijo y opinó que de dividirse los masistas, estarán condenando a que el partido desaparezca.

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"El ala radical está en la Embajada de México"

José Orlando Peralta / Politólogo 

Al MAS no hay que pensarlo sin Evo Morales. Él sigue siendo el líder indiscutible de ese partido, no se ha muerto, es el líder histórico, aunque esté a la distancia. Renunció a la Presidencia de Bolivia y no a la presidencia del MAS, no a ser dirigente, su línea discursiva es fuerte de resonancia global. 

Ya en ausencia de Morales, algunos parlamentarios del MAS, como la senadora Eva Copa, han afirmado que esperarán la línea de Evo Morales para definir los nombres del próximo candidato presidencial del MAS, por lo tanto, ahí se la fuerte incidencia que tiene en el partido a pesar de la distancia.

Se nota que en el MAS hay dos corrientes, una es el ala moderada y la otra es la radical, pero no se sabe cómo resolverán esas diferencias internas, creo que, por lo pronto, los próximos candidatos a presidente y vicepresidente del MAS serán designados por el dedo de Evo Morales y esta situación es parte de toda nuestra cultura política y no es exclusividad de ese partido.

Hay dos elementos que llaman la atención y que pueden incidir en la campaña electoral del MAS para estas nuevas elecciones: una, es la ausencia de su líder histórico y la no tenencia de los fondos públicos y de la estructura burocrática para encarar la campaña para los comicios de 2020, porque no hay que olvidarse de esos recursos públicos los ayudó bastante en los otros procesos electorales. 

El otro elemento de las nuevas elecciones es que la corriente radical del MAS o los halcones, como se les dice, está exiliada, está presa en la embajada de México y quienes están predominando en el salón mediático, porque están vigente y están negociando, son los del ala moderada. También se ve que reaparecen algunos diputados, como Víctor Borda y Valeria Silva, que después de renunciar, aparecen para pedir licencia por 60 días.

Ahora cuando nos estamos distanciando más de la renuncia de Morales, los radicales irán desapareciendo y a Evo no le quedará más que convencerse de que no puede ser candidato y tendrá que adecuar su discurso radical y sujetarse a las demandas de los candidatos del MAS a la Asamblea Plurinacional porque si sigue con el discurso radical, solo perjudicará a sus postulantes y a su propio partido porque el tiempo de la confrontación ya pasó y ahora los bolivianos quieren vivir en paz.