Daniela Aedo Santana la pícara dulce María triunfa como cantautora y locutora de audiolibros

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8 de diciembre de 2019, 3:00 AM
8 de diciembre de 2019, 3:00 AM

FOTOS: LUIS ZAVALETA / JOSÉ ANTONIO AEDO /INTERNET

Daniela Aedo Santana (24) tenía solo cuatro años cuando se robó el corazón de los televidentes con su papel de la huerfanita Dulce María Larios, en la telenovela Carita de ángel, que fue doblada a varios idiomas y transmitida en más de 32 países con un alto rating internacional, gracias a las travesuras de una niña de grandes ojos color miel, hoy convertida en una hermosa jovencita que ha despegado con fuerza en su carrera musical.

Desde sus cuatro años, Dani, como la llaman de cariño, hacía comerciales. Sus padres, Irma Santana y José Antonio Aedo, vieron su potencial y la llevaron al casting para participar de la telenovela infantil. De entre miles de niñas fue elegida para protagonizar en la producción de Nicandro Díaz, al lado de Lisette Morelos, Miguel de León y Nora Salinas, papel con el que recorrió muchísimos países convirtiéndose en aquella época en una de las actrices infantiles mexicanas más queridas y reconocidas dentro y fuera de su país.

“De pequeña era hiperactiva y muy habladora. Me gustaba ver películas de Disney y según cuenta mi mamá. Memorizaba y repetía todos los diálogos junto con los personajes. Mis papás vieron un potencial en mí y buscaron la forma de convertirlo en algo positivo. Fue así como comencé haciendo comerciales y luego participé en varios castings para actuar en las telenovelas infantiles. Fue así como de entre miles de niñas me quedé con el protagónico de Carita de Ángel, una de las novelas más exitosas de México”, rememora.

Gracias a esta telenovela Daniela viajó mucho y recorrió casi todo México y, luego con la obra de teatro visitó Guatemala, Belice y Brasil. Guarda muchos recuerdos de esa época, como una muñeca que le regaló la actriz argentina Libertad Lamarque, que falleció antes de que finalice la producción, además de fotografías, afiches, tazas con su foto y el nombre de la novela y el pequeño uniforme que usaba en el colegio Reina de América.

Su niñez transcurrió en los foros del Canal de las Estrellas entre grabaciones y clases particulares, puesto que los productores le pagaban dos maestras para que no se retrase en su avance escolar, una que le enseñó a leer y a escribir y la otra con la que hacían manualidades.

Actuó en una decena de producciones mexicanas haciendo papeles protagónicos y también participaciones especiales, además de seguir con los comerciales. A sus 14 años decidió tener una ‘vida normal’, dejó la actuación momentáneamente y se dedicó solo a sus estudios y a especializarse en la guitarra.



Estilo. Le gusta la moda, pero tiene un estilo personal de vestir. Le gusta imponer tendencia, transformando la ropa que tiene.

Vivan los niños

Afirma que, si bien Carita de ángel la lanzó a la fama y le valió ser nombrada como Talento infantil del año, fue en Vivan los niños que disfrutó muchísimo, dice Daniela, no solo porque gracias a su actuación en el papel de Marisol ganó el Premio Inte de Animación Infantil, sino porque al no ser la protagonista, pudo convivir y compartir más de cerca con los demás niños, con quienes trabajaba, pero vivían en un relajo total, según afirma.

Recuerda que era un trabajo bonito y satisfactorio porque siempre estaban jugando, haciendo travesuras y también estudiando. Con los actores entabló una hermosa amistad que se conserva hasta hoy. Si bien estaba trabajando, no lo sentía así, porque se divertía muchísimo. Para ella era como estar en la escuela.

“Había espacio para ser niños. Trabajábamos, pero en realidad estábamos realmente siendo niños. Tanto me gustó la historia, tan bien escrita y lograda, que la he visto dos veces”, remarca.

Cuando terminó Vivan los niños, que fue la última novela que hizo a tiempo completo, se dedicó de lleno a la escuela. Tenía dos opciones: actuar que estaba en un salón de clases o tomar en serio que era uno de verdad. Dejó atrás su personaje y se dedicó a estudiar en serio, ya que por las grabaciones su asistencia no había sido regular, por lo que perdió un año, que luego fue regularizado porque estaba en un buen nivel académico.





Su fiel compañera  Desde sus 14 años los acordes de su guitarra no dejaron
de sonar. A diario la toca. Todos los días compone y escribe canciones


La música y la composición

Aunque sigue actuando y también narrando audiolibros, es una total apasionada por la guitarra. A sus 14 años ya sabía que lo suyo era la música. A los 15 prácticamente dejó de lado la actuación. Comenzó a pasar clases de guitarra con su profesor Juan Carlos Ríos, quien junto con su madre, la motivaron a dedicarse de lleno a especializarse en ese instrumento que se convirtió en su compañero inseparable. Cantar todavía no se le pasaba por la cabeza.

Al finalizar su etapa escolar se postuló a Berklee College of Music (California, Estados Unidos) y en 2014 fue aceptada. Allí estudió la carrera de Composición Contemporánea y Producción. En el camino se dio cuenta que no solo quería tocar y componer, sino también cantar y se preparó para convertirse en una gran intérprete, pero siempre de la mano de su guitarra, que es su fiel compañera. Para Daniela es indistinto tocar la acústica, la eléctrica o la electroacústica, todo depende de la canción. Con su voz y su fiel compañera en poco tiempo logró cautivar a todos los espectadores.

Si bien ninguno de sus padres es músico, Dani creció escuchando a su padre cantar, como aficionado, canciones de Pink Floyd, Queen, Kiss y otros músicos de ese estilo, mientras que su madre era fans de las baladas en español de Laura Paussini, Alejandro Sanz y OB7. Por eso todas sus composiciones tienen estilos diferentes, ya que disfruta tanto del rock alternativo y progresivo, como de la música electrónica y de la romántica.

“Cuando escribo mis canciones, no las obligo a buscar un estilo. Dejo que encuentren su lugar y ese es un proceso más natural, más de observar. Me inspiro en todo, tanto en el amor con el desamor. Voy por la vida con las antenitas paradas para ver en qué me puedo inspirar. En mi celular escribo notas de las ideas o las frases. A veces se me ocurre la música y canto o grabo las melodías en el móvil. Cuando practico guitarra es donde se me ocurre la mayoría de las canciones y luego les pongo la letra”, asegura.

Es a lo que decidió dedicarse de lleno. Quiere hacerlo de la mejor forma y va por buen camino. La actuación ya está en un segundo plano y solo lo hace si la producción realmente la atrapa. En 2017 volvió a México, abrió su canal de Youtube, que ahora cuenta con cerca de 150 mil seguidores, para subir sus vlogs, sus videos y promocionar sus canciones. Ya ha dado conciertos en su país y también en Argentina con canciones inéditas y compuestas por ella, tanto la letra como la música.

Acaba de grabar su última canción titulada Frágil. Está más que feliz, afirma, porque es el tema oficial de una producción cinematográfica mexicana muy importante de nombre El hubiera sí existe, que se estrenará el 25 de diciembre próximo.

“Voy a estar en una película no como actriz, sino como cantante. Es algo que en mi carrera no tiene precedentes y eso me hace feliz. No sé dónde me va a llevar, pero me tiene vuelta loca. Me gusta mucho la onda de empezar así el 2020. No sé qué significa ni qué implica ni qué va a pensar la gente, espero que a todos les guste”, remarca la mulftifacética cantante, actriz y compositora.





Vivan los niños. Es la telenovela infantil que Dani más disfrutó, porque vivían en un total relajo y mucha diversión

Leer y escribir

Aprendió a leer con apenas cuatro años gracias a los guiones que tenía que memorizar para su personaje de Dulce María. Con el paso de los años esa pasión por la lectura fue aumentando, tanto así que hoy se ha convertido en una experta narradora de audiolibros y lo disfruta al máximo. En su cuarto tiene su rincón de lectura con más de 100 libros y le encantan, sobre todo, las obras de historia y de filosofía. Si bien no tiene uno especial, The mansions of philosophy, de Will Durant, es una de las historias que más le atrajo.

Su otra gran pasión es escribir, tanto así que de no dedicarse a la música o a la actuación sería escritora. Su día a día transcurre entre notas y esto lo realiza desde que tiene uso de razón. Lo primero que hace al despertar es apuntar en un cuaderno todo lo que soñó. Antes de irse a la cama también escribe todo lo que vivió durante su jornada. Anota cuáles son sus metas cumplidas, sus proyectos y sus sueños.

“Tengo todos mis cuadernos guardados, más o menos creo que deben ser unos 25, lo que equivale a uno por año. En ellos escribo lo que me pasa, lo que veo, mis planes de lo que quiero hacer, mis pensamientos y mis conclusiones”, afirma Daniela, quien se declara locamente enamorada de Pablo Yescas, un joven músico, al que conoció en Berklee donde entablaron una linda amistad y a quien luego se volvió a encontrar en México. En un futuro no muy lejano, quiere casarse, como toda una princesa de Disney, y tener tres hijos.


Con su novio. Pablo Yescas es su enamorado desde hace ocho meses.
“Lo amo mucho, pero aún no hemos pensado en matrimonio”, manifiesta.

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