Opinión

Estimado Luis Fernando Camacho…

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6 de diciembre de 2019, 3:00 AM
6 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Texto: Roberto Barbery Anaya

No represento a nadie. Ni quiero. Sólo escribo a nombre mío, como siempre. Nunca he necesitado nada más para legitimarme...

Comienzo haciendo una aclaración que parece improcedente, pero resulta urgente para los aspirantes a cortesanos y para los invertebrados de profesión, desesperados por no dejar pasar cualquier inoportunidad para reivindicar la pobreza moral de su servilismo: creo que debés ser el candidato de un frente amplio que aglutine a todas las fuerzas democráticas del país contra los estertores antirrepublicanos del MAS. Así de simple y así de claro – por supuesto que soy consciente que esta aclaración será insuficiente para aplacar la obsecuencia invencible de algunos, pero me tiene sin cuidado: jamás he escrito para despertar la simpatía de coros repugnantes de oportunistas y aduladores…

Creo que debe ser así, en efecto, no porque seas una especie de “Superman” o de enviado de la providencia, sino por consideraciones objetivas: tu conducta, que es humana (en ello radica su mérito), ha alcanzado un grado indiscutible de reconocimiento en las últimas semanas y, por otra parte, el adversario que debemos terminar de vencer es tan ruin, que aún está dispuesto a chapotear en el fango de la ignominia, luego de haber protagonizado el hecho más vergonzoso desde la restauración de la democracia el 10 de octubre de 1982…

Con este marco de referencia, hago un punto de inflexión en el análisis, para recordar lo siguiente: la movilización general del pueblo boliviano no fue solo contra el régimen de Morales; fue también una manifestación de repudio a las burocracias políticas y gremiales de los departamentos, que por acción u omisión formaron parte del sistema que envileció a niveles insostenibles la democracia…En esa perspectiva cabe advertir que, en el caso de Santa Cruz, el fenómeno es indisimulable, al extremo que tu liderazgo se construye, inicialmente, por oposición a esos círculos, como lo hiciste notar de forma vehemente en más de una ocasión durante esta gesta, señalando con precisión a los corresponsables del nivel de totalitarismo al que llegó el gobierno del MAS…

En ese contexto se inscribe mi preocupación; concretamente, me inquieta la relativa proximidad que veo en los últimos días con los denominados “Demócratas”, que, a la sazón, constituyeron un resorte político que con sus satélites empresariales han tenido, cuando menos, una indolente pusilanimidad con los abusos del régimen de Morales, en situaciones tan puntuales como el encarcelamiento de Leopoldo Fernández, la destitución y el exilio de gobernadores elegidos democráticamente, con excepción de Santa Cruz…, la nula resistencia a la burla del resultado del Referéndum del 21 de febrero o la falta de garantías constitucionales para los enjuiciados por el “Caso Terrorismo”, ya se trate de personas privadas de su libertad o de exiliadas por el mundo…

En síntesis, pienso que si los “Demócratas” quieren adherirse a tu candidatura, deben ser bienvenidos -“para no dividir”- pero sin hacer la menor concesión en postulaciones; es decir, de forma lealmente “desinteresada”, más allá de las frases previsibles de ocasión…

Te pido esto, Luis Fernando, reiterando que, obviamente, sólo es en nombre mío y de nadie más. Sin embargo, a pesar de mi modestísima fuerza de un voto, no estoy dispuesto a enajenar la pequeñísima trinchera de mi lucha durante casi 14 años y 21 días (cuando nos conocimos), viendo como reaparecen sin ningún rubor aquellos que, seguramente, es preferible olvidar – ¿o no?

Con aprecio.

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