Ex cívicos y políticos observan que los intereses sectoriales impiden el nacimiento de un plan país desde Santa Cruz. Advierten la decadencia de los dirigentes surgidos en 2005

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8 de diciembre de 2019, 3:00 AM
8 de diciembre de 2019, 3:00 AM

La falta de entendimiento en la clase política y la anteposición de los intereses particulares o sectoriales son apuntadas como dos de las trabas que deben superar los líderes y dirigentes cruceños para impulsar desde Santa Cruz un proyecto de unidad con visión nacional, en el que predominen el desarrollo del país por encima de los personalismos.

Ese es el análisis que hacen, por separados, los expresidentes del Comité pro Santa Cruz Herland Vaca Díez y Carlos Dabdoub. Ambos coinciden en que desde la caída de Evo Morales del poder, la clase política está ‘obligada’ a dar respuestas al pedido ciudadano referida a la renovación de liderazgos, no solo a escala nacional sino también en el ámbito regional que desde hace 14 años gobiernan Santa Cruz, como son los casos del alcalde capitalino Percy Fernández y del gobernador Rubén Costas.

Percy Fernández lidera la agrupación política Santa Cruz Para Todos, mientras que Costas es el jefe del partido Movimiento Demócrata Social; ambas autoridades fueron electas de manera continua desde 2005. Sin embargo, tras la salida de Evo Morales de la Presidencia, surge en el escenario Luis Fernando Camacho, un nuevo actor político que mostró su clara intención de impulsar un proyecto político desde la capital cruceña para pugnar por la Presidencia de Bolivia.

El ex líder del Comité pro Santa Cruz impulsó el paro cívico indefinido contra el fraude electoral del 20 de octubre que ‘acorraló’ a los entonces gobernantes Evo Morales y Álvaro García Linera, que renunciaron a sus cargos el pasado 10 de noviembre y pusieron fin a los 14 años de su Gobierno.

En ese marco, el también exdirigente cívico Carlos Dabdoub recomienda a los nuevos líderes evitar los errores del pasado, cuando se suscribían alianzas políticas en torno a nombre de personas o liderazgos sin antes conocer el contenido de un proyecto que apunte fomentar el desarrollo de la región y de país.

“Siempre critico las alianzas que se conforman en relación a los nombres o liderazgo porque es un craso error. Soy partidario de que se construyan acuerdos después de conocer el proyecto país que muestre un verdadero desarrollo para Santa Cruz y para Bolivia”, afirmó el excívico y defensor del modelo autonomista.

En criterio de Dabdoub, con la caída del MAS quedó demostrada la fortaleza de la juventud y que los próximos comicios estarán marcados por el cambio generacional, por lo que observa que para los actuales líderes cruceños será difícil poder enfrentar a esta nueva generación de políticos.

“Lo ideal es presentar un proyecto y luego preguntar quiénes se suman a ese plan”, agregó el que fuera ministro de Salud en el Gobierno de Jaime Paz Zamora. Además, opinó que la ciudadanía puede elegir mejor a sus autoridades una vez conozca el alcance del proyecto que ofrecen y las verdaderas razones porque se alían.

Por su lado, Herland Vaca Díez agrega un concepto más ‘lapidario’ del accionar de la vieja clase política e identifica cuatro principales “enemigo” del pueblo.

Para él, la política es una “moledora de carne” que destruye al buen líder que se anime a presentar un proyecto pensando en la unidad del país porque aparecerán los “enemigos del pueblo” que pondrán trabas a toda posibilidad de concretar la unidad con el único propósito de imponer sus intereses corporativos o sectarios, con lo que se impide construir un proyecto que “enamore al pueblo” y se adhiera al plan para luchar por el mismo ideal, tal como sucedió en los 21 días de paro indefinido contra el fraude electoral.

“El que es patriota y el que tiene dignidad es el pueblo boliviano; el resto no tiene”, dice el exdirigente cívico y médico cruceño. Vaca Díez apunta al régimen del MAS, a los viejos partidos políticos, a los empresarios y a las Fuerzas Armadas “como los principales enemigos de la población boliviana”, aunque aclara que partir de la posesión de la presidenta de transición Jeanine Áñez, las FFAA decidieron ponerse del lado de la ciudadanía, porque “el pueblo tenía la razón”.

Herland Vaca Díez, que hasta septiembre de este año se mencionaba como uno de los precandidatos a la Gobernación de Santa Cruz, observa que Luis Fernando Camacho después de conducir con éxito las protestas contra el fraude electoral en su condición de presidente del Comité Cívico, incurrió en el error de convertirse en político y de buscar alianza con viejos partidos. A su juicio, Camacho debió esperar hasta que un cabildo cívico concediera el mandato de pugnar por la silla presidencial y así mantenía intacto el ‘romance’ con el pueblo.

“El pueblo le reclamará a (Luis Fernando) Camacho porque se hizo político. El exlíder cívico debió esperar convertirse en candidato a la Presidencia por mandato del pueblo y el que quisiera seguirlo, se tenía que adherir a él. Por eso digo, ahora no esperemos que haya unidad, lo que si habrá será contubernio”, reflexionó Vaca Díez que en su gestión fue crítico a los sectores corporativos de Santa Cruz porque se aliaron al denominado proceso de cambio del MAS.

Por su lado, Freddy Terrazas, que en la década de los 90 saltó del seno del ente cívico para formar parte de la estructura de ADN, es más optimista que Dabdoub y que Vaca Díez. Dice que el diálogo, la paciencia y el buen entendimiento deben ser las armas principales que use la clase política regional y nacional para acercarse a los sectores sociales en procura de concretar un proyecto que unifique al país y enfrente en las urnas al MAS en los próximos comicios.

No será tarea fácil, admite Terrazas, aunque confía en que en esta nueva lucha de la clase política no deben faltar las ganas ni la voluntad para lograr la unidad, a fin de consolidar la democracia, de lo contrario recibirá un revés de la ciudadanía en las urnas.

“Todo se puede lograr con bastante diálogo y paciencia”, reflexiona el adenista y recuerda la unidad del pueblo cruceño cuando se levantó contra el centralismo para arrancarle el 11% de las regalías petroleras, la elección de alcaldes, de los gobernadores. La clase política también logró acuerdo para implementar el nuevo modelo de elección de diputados a través de las circunscripciones uninominales.

La mirada de un análista

José Luis Santistevan, analista político, dice que la revolución de las pititas parió nuevos líderes emergentes y ahora el pueblo demanda una renovación de liderazgos en Santa Cruz, después de 14 años de continuidad en el poder local. “La unidad y el liderazgo cruceño se circunscribe a la nueva figura emergente de Luis Fernando Camacho y otros liderazgos menores, cuyo rol ha sido vital en el fin del gobierno y liderazgo hegemónico de Evo Morales”, opina y explica que, en el caso cruceño, los líderes políticos actuales que nacieron en 2005 son parte del liderazgo corporativo y hoy está en decadencia.

“La renovación puede ser total en la medida que no se logre la conformación de un frente político que aglutine a los tres liderazgos por el poder nacional, eso dependerá mucho de las concesiones que se otorguen en el nivel local”, señaló Santistevan.

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