Ayer cuando voluntarios, funcionarios e invitados se aprestaban a dar inicio a las obras de ampliación del centro educativo del Oncológico, un libro de cuentos infantiles centraba la atención de Guillermo Villarroel (10), que asiste a la escuela del centro hospitalario como lo hacen otros niños en edad escolar que reciben tratamiento contra el cáncer.

Toda la escuela es una pequeña sala donde caben 15 niños de los niveles inicial y primario, además armarios, cajas, una heladera y una pequeña cocina. Eso llevó a voluntarios y personal del Oncológico a unirse para impulsar una campaña que permita reunir recursos económicos para la ampliación de la escuela.

El proyecto comenzó a materializarse ayer con el inicio de las obras, que incluyen tres aulas (una para inicial, otra para primaria y otra para secundaria), un consultorio sicológico, una cocina, un auditorio, un parque infantil, un tinglado y baños.

Para ello se cuenta con un presupuesto de $us 30.000, de los cuales $us 21.000 fueron recaudados a través de actividades solidarias. Si todo marcha según lo planificado, la nueva escuela será inaugurada en marzo de 2020, indican los gestores.

Los gestores

Son seis los voluntariados (Club de Leones Santa Cruz Lealtad, Ayuda voluntaria en acción AVA, Padrinos Mágicos, Start, Reacción y Manos en Acción Bolivia) gestores del proyecto, que durante un año promovieron rifas y otras actividades para recaudar los fondos. Algunas empresas también están apoyando con los materiales.

Mariana Inclán Rojas, presidenta de Padrinos Mágicos, manifestó que la iniciativa tiene el propósito de brindar mejores espacios de aprendizaje para los niños que están en tratamiento en el Oncológico.