Opinión

Vientos de cambio en la agropecuaria

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13 de diciembre de 2019, 3:00 AM
13 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Javier Urenda

Vaticino vientos de cambios positivos para el campo. Es tiempo de que los productores agropecuarios nos enfoquemos, con todas nuestras capacidades, en la consolidación de un sector que se convierta en el pilar fundamental del desarrollo económico del país.

Es momento de que el gobierno de transición permita al sector agropecuario y agroindustrial apuntalar los proyectos que se quedaron dormidos en la anterior gestión, y posicionar a Bolivia, de manera más ágil, en el tablero mundial de proveedores de alimentos.

Se requiere solamente de la voluntad política y de propuestas sostenibles tanto económicas como medioambientales posibles. Si se implementaran todos los eventos biogenéticos y se consolidaran políticas de Estado suficientes para proyectar desde los sectores primarios toda la productividad necesaria que permita a la industria plantear alternativas de negocios y desarrollar al máximo sus capacidades, lograríamos apalancar un incesante crecimiento de fuentes de empleo, generación de divisas y un dinamismo económico exponencial para el país.

Pero no me refiero solo a mirar las estructuras productivas actuales, sino a generar los proyectos para desarrollar la producción agrícola y pecuaria del altiplano, de los valles y los llanos, de cada rincón del país, pues en toda Bolivia debe emerger un proyecto que genere estabilidad y brinde mejor calidad de vida al productor, ya sea campesino o empresario.

En las últimas semanas Bolivia ha marcado un hito importante en su historia, el cual ha trazado el rumbo que debe seguir el sector agropecuario por el bien de todos los ciudadanos. Estos proyectos productivos a los que hago referencia deben integrar a todos los sectores, pues es indispensable mantener el espíritu de unión que se tuvo semanas atrás para impulsarlos y así sean sostenibles en el tiempo. ¡Este es el único camino!

Es momento de que cada uno de los actores de los sectores empresariales, industriales, agropecuarios y públicos dejen de lado sus intereses personales o sectoriales, para que sea el bien común el que reine en la visión de una nueva estructura productiva nacional.

Va a ser una tarea ardua para los actuales gobernantes, pero confiamos en su capacidad y esperamos que estén a la altura de las circunstancias, pues de ustedes depende aprovechar la coyuntura política para que Bolivia emerja con todo su potencial y se proyecte un futuro prometedor en beneficio de todos.

Que Dios nos guíe a todos…

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