Para el Ministerio de Hidrocarburos, las compras fueron irregulares e impidieron el despegue de la comercialización del combustible de origen vegetal. Hay más de 100 millones de litros del insumo almacenados

15 de diciembre de 2019, 18:57 PM
15 de diciembre de 2019, 18:57 PM

Con sonrisas, pompa y muchas promesas. Así arrancó hace más de un año la era del etanol en Bolivia. El proyecto en los papeles parecía muy bueno. Era, y aún puede ser, un negocio redondo para todos los actores del sector cañero: industria y productores. Pero pese al optimismo con el que inició esta nueva industria su desarrollo marcha de forma lenta, demasiado, reconocen los involucrados. 

Para 2019, la estatal YPFB se comprometió, por contrato, a comprar 150 millones de litros de alcohol, pero a días de que termine el año la estatal adquirió un 30% de lo comprometido (45 millones de litros). Lo preocupante es que para este año la producción, al cierre de la zafra, fue de 168,1 millones de litros. 

La meta de este plan era disminuir la subvención que hace el Estado al importar combustibles líquidos, como la gasolina, y suplir estas compras con el etanol. Incluso se estimaba un ahorro de Bs 400 millones en importaciones. Todo esto no ocurrió.

Pero, ¿por qué el proyecto que fue catalogado como ‘etanolazo’, por el expresidente Evo Morales (que incluso llegó a participar en el pomposo lanzamiento de la iniciativa) no acelera el paso? La respuesta del actual Gobierno fue la falta de voluntad política de la anterior administración, que incluso aumentó la importación de gasolina hasta un 79,6%.

Según datos del Instituto Bolivianos de Comercio Exterior
(BCE), hasta octubre de este año el Estado boliviano importó gasolina por un valor de $us 475,8 millones. En el mismo periodo de 2018 el valor de estas compras llegó a $us 264,8 millones.

‘Importación oscura
Víctor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos, denunció que estas adquisiciones fueron ordenadas por la anterior administración del Estado. Es más, explicó que “identificando las responsabilidades se encontró en Yacimientos a uno de los principales obstáculos” que frenó el proyecto, “porque llevó adelante políticas de importación oscuras”.

“En especial, de gasolinas de alto octanaje que frenaron la masificación del uso del etanol”, detalló. 

La autoridad del área señaló que se comenzará a regular las
compras de estos combustibles, porque la gasolina de alto octanaje que ingresa en la frontera yaes disminuida en su nivel.

En esa línea, aseguró que el programa careció de control técnico y de voluntad política en Yacimientos para sostenerlo.

“La falta de decisión política impidió que este proyecto esté
funcionando”, reiteró.

Sobre los volúmenes de compra del aditivo, Zamora dijo que
el Estado no está cumpliendo el compromiso de adquirir 150 millones de litros de alcohol.

“Tenemos un 30% de cumplimiento. Hay un stock de gran
cantidad de alcohol, listos paraser introducidos al país”, señaló.

En ese sentido, la autoridad dijo que encaminará un proceso
de masificación, incrementado el porcentaje de la mezcla hasta un 15%. 

Según un informe técnico de YPFB, la anterior administración de la estatal, solo realizó una mezcla de hasta un 5%, pese que la Ley del Etanol estableció un mínimo de 8% para la combinación del insumo con la gasolina.

“Hay un desorden total, porque la mezcla está por debajo del 8%. Solo cumpliendo la normativa, hubiéramos inyectado una gran cantidad de recursos”, dijo.

Venta de surtidores
Actualmente, se comercializan dos tipos de combustibles con etanol: la Gasolina Especial Plus (GE+) y la Súper Etanol 92.

La primera salió al mercado en julio de este año. De acuerdo a datos de la Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur), hasta noviembre se vendieron 118,9 millones de litros.

Con relación a la Súper Etanol entre enero y noviembre de este año se comercializaron 18,3 millones de litros.

Susy Dorado, gerente general de Asosur, señaló que existen
178 estaciones de servicios autorizadas para la venta de estos combustibles. De esta cifra, 145 venden la Gasolina Especial Plus y 33, la Súper Etanol 92.

La ejecutiva explicó que, para el 2020, los surtidores tienen previsto comercializar 651,2 millones de litros de GE+ y 16,1 millones de litros de la Súper Etanol 92.

Sin embargo, Dorado señaló que la actual comisión que cobran por vender el producto no compensa la inversión realizada por las estaciones de servicio.

Actualmente, los surtidores reciben seis centavos de boliviano (Bs 0,06) por cada litro de etanol que venden al público.

Sector cañero perjudicado
La iniciativa dentro del sector agroindustrial generó mucho 
entusiasmo en las industrias. De hecho, varias realizaron inversiones para ser parte del negocio.

Por ejemplo, el Ingenio Azucarero Guabirá (IAG) destinó $us 40
millones a este proyecto. Estos recursos se usaron para incrementar los cultivos y en la adquisición de tecnología para la transformación de la gramínea en etanol.

Lo mismo pasó con Aguaí. La industria realizó un gasto de $us 10 millones en la instalación de una planta deshidratadora para producir alcohol anhidro.

Unagro, otro actor importante del complejo industrial sucroalcoholero, se sumó a la iniciativa con una inversión de $us 15 millones.

Además, el sector industrial anticipó una inversión total de
$us 1.600 millones hasta el 2025, y la generación de 10.000 empleos.

El cumplimento de estas metas está lejos de concretarse, porque incluso la estatal YPFB no realizó el pago durante tres meses.

Desde el Ministerio de Hidrocarburos indicaron que se conciliará la deuda, porque consideran que la producción de etanol es vital para las finanzas del Estado.

Cristóbal Roda, presidente de Aguaí señaló que, si bien existió voluntad de las anteriores autoridades Gobierno, para encaminar el proyecto YPFB puso un muro que impidió que el despacho de etanol de las industrias sea mayor.

“Nos vieron como una competencia cuando somos su principal aliado, pero no lo entendieron así”, explicó el empresario.

Roda agregó que en todas las factorías existe una capacidad
instalada de 350 millones de litros de alcohol.

“Pasamos de importar un 20% a 50% de las gasolinas, pese al potencial que tenemos. Nos estamos volviendo un país dependiente de la importación”, dijo el empresario.

Empero, Roda espera que la situación se pueda revertir con el actual Gobierno y la nueva directiva que dirige a la petrolera estatal.

Anticipó que, por la poca venta del combustible, el sector no tiene previsto realizar inversiones en el  incremento de la extensión agrícola de la caña.

Reveló que el contrato con la estatal YPFB vence el 31 de diciembre, pero existe la intención de ampliarlo o hacer una adenda.

“Si se intensifica el consumo tenemos las condiciones para aumentar la producción”, manifestó.

Mariano Aguilera, presidente de Guabirá, explicó que el lento avance afectó al sector industrial y productores que ante la expectativa de poder vender 150 millones de litros de alcohol, realizaron importantes inversiones en la ampliación de sus cultivos.

“Parte de esa caña, que se tenía que hacer alcohol, se hizo azúcar. La situación del sector es difícil,uno puede quebrar por falta de liquidez, esperamos darle una solución al problema”, señaló.

Héctor Justiniano, vicepresidente del ingenio Unagro, señaló que existe la voluntad del nuevo Gobierno de masificar y establecer mecanismos para la provisión del combustible vegetal.

“Creo que podemos resolver el problema, el proyecto a futuro es tener mezcla de entre un 10 y 12% de etanol en la gasolina”, señaló.

El industrial dijo que Unagro tenía comprometido entregar
unos 47 millones de litros, pero Yacimientos retiró menos del 30%. “Pero tenemos una capacidad de producción de 100 millones de litros”, señaló Justiniano.

El presidente de La Bélgica, Rodrigo Gutiérrez, señaló que desde 2018 comenzaron a realizar inversiones para la ampliación de la frontera agrícola de caña y para la implementación de una planta deshidratadora de alcohol.

“Esperamos que se nos otorgue un cupo de 20 millones de litros de alcohol, según lo que vaya a demandar YPFB”, señaló.

Las industrias coinciden en que aún es tiempo de corregir la falta de voluntad de política, para reactivar el proyecto, y dejar de lado los aspectos negativos.

“Lo bueno es que hay apertura total del Gobierno. Se quiere corregir los errores que hubieran existido porque hay muchas falencias”, finalizó Aguilera. 

Otros datos
Propuesta. El Ministerio de Hidrocarburos dejó abierta la posibilidad de que las industrias tengan un representante en el interior de YPFB para coordinar la parte operativa de este proyecto.

Perjuicio.Parte de la caña que tenía como destino el etanol, tuvo que ser usada para la producción de azúcar. Este año las industrias produjeron más 11 millones de
quintales del alimento.

Hectáreas.Ante el entusiasmo generado por el etanol, el sector cañero amplió la superficie de 130.000 a 160.000 hectáreas. Para 2020, no se incrementará la extensión de la gramínea.

Meta.Para 2025, las industrias prevén que la demanda de alcohol suba a 500 millones de litros.

DATOS

0,70 centavos de dólar es lo que paga Yacimientos a los ingenios por el etanol.

475,8 millones de dólares es lo que gastó el Estado en la importación de gasolina hasta octubre de 2019, según el IBCE










 





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