Evo Morales se refirió al problema que involucra a su exministro. Los legisladores españoles convocaron a su canciller. El Gobierno ibérico emitió un corto comunicado, en el que instruye investigar el episodio

29 de diciembre de 2019, 10:08 AM
29 de diciembre de 2019, 10:08 AM

El Gobierno nacional confirmó que al menos seis funcionarios de la embajada de España, que estuvieron involucrados en el incidente de la residencia de la embajadora de México en La Paz, salieron del país ayer en la tarde. Mientras el Gobierno español emitió un escueto comunicado en el que informa que habrá una investigación sobre este caso.

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en un breve contacto confirmó la salida de los funcionarios. “Sí, se están yendo y son seis si no me equivoco”, dijo a través de un mensaje de texto cuando fue consultado sobre cuatro personeros españoles.

El viernes, cerca del mediodía, un grupo de seis personas; la encargada de Negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero; el cónsul, Álvaro Fernández; y otros cuatro funcionarios, llegaron hasta el ingreso de la urbanización La Rinconada, en el barrio de La Florida, en la zona Sur de La Paz; ahí fueron retenidos por la policía y filmados por varios vecinos que vieron personas encapuchadas dentro los vehículos diplomáticos españoles. En la residencia de la embajada de México se encuentran nueve exministros de Evo Morales, dos de ellos, Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca tienen orden de aprehensión.

De acuerdo con los datos recolectados, los súbditos españoles, Manuel Carreño Garredo, Adrian Fernández Barreda, Óscar García Grandal y Víctor Fernández Álvarez, fueron quienes estuvieron en la residencia de la embajada de México la mañana del viernes y ayer viajaron rumbo a su país.

Asimismo, ayer, la cancillería boliviana envió una nota diplomática de protesta a su par española y en la que informó que la Policía Boliviana, cumplió con la protección de la residencia de la embajadora de México y que frenó el ingreso de los vehículos donde estaban oficiales de seguridad con la cara cubierta, ocultando su identidad. “El personal diplomático de la Embajada de España con la debida documentación ingresó libremente a la residencia diplomática mexicana”, aclara más adelante la nota.

“Queremos manifestar nuestra preocupación y protesta a nombre del Gobierno boliviano, frente a acciones que constituyen un abuso a la amistad que siempre ha existido entre España y Bolivia. No escapa a su ilustrado conocimiento que algunas de las personas que se encuentran en la residencia de la embajada mexicana en calidad de asilados, son buscadas por la justicia boliviana, por estar presuntamente involucradas en diversos delitos de orden público y terrorismo”, añade luego.

En la parte final de la carta, la canciller boliviana, Karen Longaric expresa la “protesta enérgica” por el supuesto atropello realizado por funcionarios españoles a la soberanía boliviana “y esperamos que esta sea la última vez que su Gobierno permita que se violen las normas internacionales y de cortesía diplomática que han regido tradicionalmente nuestras buenas relaciones”, reclama.

En respuesta, el Gobierno español emitió un corto comunicado; pero no salvó el ataque de sus legisladores que convocaron al Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, será Margarita Robles, la ministra de Defensa en funciones, la que comparecerá ante el Congreso.

“El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha acordado abrir una investigación en relación a los hechos acaecidos durante la visita de la Encargada de Negocios ad interim de España a la Embajadora de México en Bolivia”, señala el comunicado español.

Las reacciones

Uno de los primeros en reaccionar por lo sucedido fue el propio Evo Morales quien afirmó que el Gobierno de Jeanine Áñez, no respeta el derecho internacional y tampoco protege a todas las misiones diplomáticas en el país.

Para el ministro de Gobierno, lo que hubo en La Rinconada es un intento de sacar al exministro Quintana de esa delegación diplomática y que por eso había agentes encapuchados. “Entra un encapuchado y sale otro encapuchado, pero no es el que entró”, graficó la autoridad.

El Gobierno español negó que hubiera un intento de trasladar a las exautoridades bolivianas. Ratificó que se trató de una ‘visita de cortesía’ a la embajadora de México en Bolivia