Opinión

Encuestas abiertas, candidatos y cuestionamientos

12 de enero de 2020, 3:00 AM
12 de enero de 2020, 3:00 AM

No creo en las encuestas, se dice en la calle, pero, todos las comentamos y analizamos, de manera que lo que parece haber con relación a las mismas es una especie de negación de la posibilidad de que sean nomás ciertas y que el cuestionamiento sale de quienes no ven favorecido al candidato que la encarga o, del votante que tiene a su favorito no bien posicionado.

Leer encuestas va más allá de los ganadores y perdedores; lo que no se analiza es más de lo que hay. Por ejemplo, CiesMori, para Unitel dice que: solo el 31% de los consultados tiene decidido a quién votar (66% no sabe, 3% no responde =100%)

Solo el 47,1% votaría por un candidato no masista

Solo el 23,7% votaría por un candidato del MAS

Eso dice que: 29,02 no votaría por ninguna de las 2 opciones, dejando un espacio que se ubica en segundo lugar (por encima del MAS) para otras candidaturas que decidan participar en la elección.

Pero hay más, si consideramos que solo el 31% ya tiene decidido su voto, podemos plantear la posibilidad de que ese 31% lo convertimos en 100% para medir intenciones de voto y encontramos que solo el 29% votaría por “alguien nuevo” y que el 23% votaría por alguien con experiencia, lo que deja abierta la posibilidad de que las candidaturas sean diversas, con gente de experiencia y novatos.

La encuesta citada dice que el 50,4% votaría por un “opositor al MAS” que mantenga “lo bueno que hizo”. Mientras que solo el 23% votaría por un “opositor radical al MAS y 16% optaría por “otra línea”.

Estos números, que son solo eso y muy preliminares, muestran que el panorama está abierto y que no va a haber candidatura única y que las novedades no son necesariamente las que se llevan la posibilidad de ganar por esa condición y que, si bien queda claro eso de “saber qué es lo que no se quiere” (MAS), es “necesario saber aún qué se quiere” y, sobre todo, el cómo lograrlo; cómo se lo quiere.

Veamos la cantaleta de la crítica a los “candidatos que representan el pasado”: Mesa amnistió a Morales (lo escribió MacLean, director de campaña de Camacho). -El cuestionamiento de hoy no es el del momento ocurrido; la debilidad del expresidente lo llevó a eso, es un hecho, error? Hoy, sí, en ese momento, su única posibilidad.

Tuto negoció el Referéndum Revocatorio y la Constitución (la misma crítica le hicieron a Óscar Ortiz). Al primer tema: no había un solo opositor de este país que no haya pensado ingenuamente que se podía revocar a Morales (tengo la constancia de haberles advertido su error, desde Sin Letra Chica).

Sobre la Constitución: convengamos que, si no se negociaba fuera del hemiciclo, el mamotreto salido de la Constituyente se hubiera acabado la viabilidad y la posibilidad democrática de este país; recuerden las barbaridades que allá se plantearon, de manera que, aunque salió de la ilegalidad, eso fue lo mejor que se pudo hacer (y es mala de verdad nuestra CPE).

Y, con todo esto, lógicamente, Tuto Quiroga decide ser candidato (renunció pronto, para no usar el sitio que le dio la presidenta) y ahora vendrán los cuestionamientos y las acusaciones, y quiero tratar de recordar, y me cuesta encontrar datos, sobre alguien de la oposición o no masista, que le haya pedido a Quiroga que no vaya a la OEA a reclamar por el 21F o contra la reelección de Morales, ¿alguien le dijo que no reclame lo mismo a la ONU?, ¿que no interpele a Maduro?, ¿que no acuda al círculo de los expresidentes democráticos de Latinoamérica y España en defensa de la legalidad contra el prorroguismo? No recuerdo que alguien haya interpelado a la presidenta Jeanine Áñez por qué lo nombró su representate o haya recriminado al propio Quiroga por qué le salió como le salió a AMLO (presidente de México) y hasta cuestionó al Gobierno argentino por lo de Morales … porque no tenía “moral” para hacerlo porque, como se dijo, antes había negociado con Morales...

Y me digo… no tardan en aparecer con estos argumentos… demostrando que seguirán ensuciando la política con lo más bajo de los recursos: mientras les sirva y no los enfrente, un político del pasado “es bueno, o útil”; si los enfrenta, pues “no se olvidan” con qué tienen que defenestrarlo, porque claro, a falta de buenos argumentos para que voten por ellos, es mejor que escuchen las descalificaciones que se hacen al otro… “así lo miran más a él que a mí”…

Y así nos va, pero: bienvenida política, eso es también parte de la democracia y tiene que valer la pena hasta el riesgo de caer en esto que se critica.

Es mejor tener problemas dentro de la democracia que fuera de ella.

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