Opinión

La mala propuesta de Tuto

15 de enero de 2020, 3:00 AM
15 de enero de 2020, 3:00 AM

Tuto Quiroga acaba de lanzarse al ruedo electoral. Su valiente papel en la gesta democrática que derrotó al régimen de Evo Morales es innegable. Su importante experiencia como expresidente y su incansable lucha por la democracia tampoco lo son. Uno hubiera esperado, por lo tanto, que una candidatura de Tuto mantuviera la vara alta y se apuntale en una propuesta seria y de liderazgo responsable. Me temo, y lo digo que no fue así. La propuesta cae irremediablemente en la demagogia estatista de siempre.

La propuesta de Tuto, al menos en materia económica, es un plan maestro digno de Raúl Prebisch y la vieja guardia de la planificación central. Tuto propone que Bolivia se convierta en el “Corazón Verde Digital” de Sudamérica, y que las “arterias” sean “gasoductos, líneas eléctricas, fibra óptica, carreteras, puertos, ferrocarriles y aeropuertos.” De acuerdo a Tuto, estando al centro de Sudamérica, Bolivia se tendría que convertir en un “mega-Canal de Panamá terrestre,” por el que transiten “moléculas de gas, electrones de energía, datos por fibra óptica, carga y producción...” Todo con energía limpia, por supuesto, ya que Bolivia debe convertirse en la “capital mundial de las baterías de litio,” llenando todo el occidente, “desde El Alto hasta el sur de Potosí con manufactura de baterías de litio…” ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?

La propuesta enfatiza además que esto “solo se puede hacer con empresas estatales” que deberán ser más y “mucho más grandes” que las actuales. A Entel, ENDE y YPFB habría que sumarle ahora “Libol” (empresa estatal de litio), “Sibol” (empresa estatal de siderúrgica) y otras más. Según Tuto, su gobierno lo hará tan bien que “en una década, todos los automóviles deben funcionar a gas o con baterías de litio” y la basura será tratada para que se pueda “utilizar más del 90% y enterrar el remanente libre de tóxicos.” Y así sigue.

La propuesta de Tuto es mala porque está basada en la peregrina y eterna idea de que los gobiernos saben mejor que los individuos qué es lo que se debe hacer. Tuto sigue creyendo que el desarrollo de un país solo puede diseñarse desde arriba a partir de un gobierno planificador. ¿Acaso no vio los rotundos fracasos de las economías planificadas alrededor del mundo? ¿Cómo puede seguir pensando que los gobiernos saben mejor que los agentes privados qué producto será exitoso en los mercados?¡Esa información reside solo en los individuos y nunca en los gobiernos! Pensar además que las empresas públicas son malas y corruptas porque las administraba el MAS pero que con una nueva administración serán el súmmum de la eficiencia es una completa ingenuidad. Lo que necesitamos es más privatización.

La propuesta de Tuto es mala porque equivoca el diagnóstico. El verdadero problema es que siempre dejamos que el Estado juegue el rol protagónico del desarrollo y sometemos al individuo. Si esto realmente se entendiera quedaría muy claro lo que hay que hacer. 

1. Reducir el tamaño e influencia del gobierno. Esto significa privatizar todo lo privatizable, cortar a la mitad el número de ministerios y reducir el 60% de la planilla de empleados públicos. 

2. Reformar el sistema judicial y proteger la propiedad privada. 

3. Abrir la economía. No más impuestos a la exportación ni a la importación. 

4. Liberalizar y flexibilizar el mercado laboral eliminando el salario mínimo, el doble aguinaldo y demás regulaciones para que las empresas tengan más incentivos. 

5. Mantener el tipo de cambio fijo no dejando un solo resquicio a la tentación de imprimir dinero. Si se va por ese camino, los individuos volverán a ser los dueños del desarrollo, tendrán incentivos y aprovecharán las señales de mercado para producir aquello que genere riqueza. Se hará lo que ellos decidan y no lo que los iluminados burócratas crean que se deba hacer.

Tuto se equivocó. Carlos Mesa hace rato que cayó en el mismo error. ¿Será que Camacho toma el toro por las astas?

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