Opinión

La lucha contra el dengue

17 de enero de 2020, 3:00 AM
17 de enero de 2020, 3:00 AM


Van cuatro fallecidos por sospechas de dengue en Bolivia en los primeros 16 días de 2020. Los casos confirmados a escala nacional son 384 y los sospechosos ya se cuentan por miles. Los expertos en el área creen que se trata de una epidemia cíclica, que se repite cada 10 años, y cuyo impacto va en ascenso. El panorama es complejo y se necesitan acciones que sean coherentes con la gravedad del asunto.

Tres de los cuatro fallecidos son menores de edad y el Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz alerta de que, en este momento, la población más vulnerable tiene menos de 10 años. Yuval Noah Harari, autor israelita del best seller Homo Deus, señala que la humanidad superó los grandes males de la pobreza, las guerras y las pestes, pero la realidad de los países en vías de desarrollo muestra que las epidemias aún deben merecer la atención de los gobiernos.

Para contextualizar la realidad, el año 2009 hubo más de 50.000 casos sospechosos de dengue y se teme que los reportes de 2020 puedan ser parecidos, por lo que ya se ha declarado emergencia departamental por este mal. Este año, los casos en Santa Cruz subieron de 37 a 113 en solo una semana. Hay tres personas fallecidas en este departamento y más de 50 internados con los síntomas, la mayoría de los cuales está en la capital.

Lo que no está bien es que, con semejantes antecedentes, haya falta de coordinación entre el Gobierno Departamental y el municipio de Santa Cruz de la Sierra, lo cual es inadmisible si se toma en cuenta que se trata de la salud pública y la vida de las personas. Estas instituciones deberían estar extremando esfuerzos y recurriendo a todos los recursos disponibles para cortar el ascenso de la epidemia. En cambio, cada una de ellas está actuando por su lado, desperdiciando esfuerzos que tendrían mejor impacto si fueran producto de un trabajo conjunto.

La Gobernación plantea una gran minga para el 2 de febrero, mientras que la Alcaldía cruceña está recolectando llantas y eliminando criaderos de mosquitos, pero se resiste a sumarse a la iniciativa del Sedes.

El trópico de Cochabamba es la región más afectada del país y el Sedes de Cochabamba llegó a recomendar a la población que no viaje a esta zona. Son cinco los departamentos que tienen la presencia del mosquito Aedes aegypti y se requieren acciones más agresivas para combatirlo.

No hay que olvidar que países vecinos como Paraguay, Brasil y Argentina también soportan el azote de esta enfermedad. Los gobiernos están invirtiendo recursos para frenar los decesos y contagios.

Al respecto, es preciso que el Ministerio de Salud también asuma medidas más drásticas. Hasta el momento, ha destinado Bs 3,5 millones para luchar contra el dengue, pero la cifra puede ser insuficiente si el número de pacientes sigue creciendo de manera exponencial, como lo ha hecho durante los primeros días del año.

Y, más allá de lo que se pueda hacer desde el Estado, será fundamental el rol del ciudadano, que debe seguir las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud: eliminar criaderos de mosquitos, no automedicarse e ir a los centros de salud ante los primeros síntomas, combatir a los insectos transmisores y precautelar, sobre todo, la salud de los niños menores de 10 años.

Bolivia está a tiempo de vencer el dengue, que no ganen las pugnas políticas entre los gobiernos subnacionales ni la indolencia de los vecinos frente a una amenaza que mata.

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