El libro más vendido en Estados Unidos en 2019 fue una novela debutante de una autora de 70 años. Incluso superó a las memorias de Michelle Obama

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18 de enero de 2020, 3:00 AM
18 de enero de 2020, 3:00 AM

QUÉ LEER - MÉXICO

La chica salvaje se mantuvo 42 semanas en la lista de best sellers de The New York Times. Los derechos de traducción se han vendido a más de 40 países y Ático de los Libros tiene los derechos en castellano y en catalán.

Se publicó en agosto de 2018, y en diciembre, los estudios Fox confirmaron que habían adquirido los derechos para adaptarlo al cine y que sería la productora de Reese Witherspoon (responsable de éxitos como Big Little Lies para la HBO) quien se ocuparía de producir la película.

La chica salvaje transcurre en un pequeño pueblo de Carolina del Norte y cuenta la historia de una joven(Kya Clark), que crece sola en las marismas tras ser abandonada por su familia. Su solitaria vida se complica cuando aparece un hombre asesinado, y la acusan del crimen. La chica salvaje es una oda exquisita a la naturaleza pura y dura, una historia apasionante sobre la madurez y un sorprendente relato policíaco con un giro final que deja al lector boquiabierto. Delia Owens escribe con maestría de la vida, la soledad, el sexo y de la necesidad de pertenecer a una comunidad.

Su autora la define como “una novela de misterio, una historia de amor, un drama jurídico, pero, ante todo, es una historia sobre historia, supervivencia, y sobre cómo el aislamiento afecta al comportamiento humano. El ser humano es mamífero, por lo que tenemos una fuerte tendencia genética a querer pertenecer a un grupo, familiar o de amigos, con vínculos estrechos”.

La primera referencia que plasmó en el texto fue su propia experiencia personal: “Me gusta estar al aire libre. Y he vivido algunos períodos de aislamiento, como Kya, aunque nunca me han abandonado”. Al contrario, “mi madre me decía que fuera a la naturaleza y no tuviera miedo”.

El salto a la ficción le tomó su tiempo, solo tenía experiencia en temas puramente profesionales: “soy científica, siempre he escrito mi trabajo, pero esta vez quería ahondar en los sentimientos. Tardé diez años en escribir la novela, quería hablar de vínculos”.

La naturaleza es escenario y protagonista potentísimo y aunque pueda parecernos increíble, la autora sostiene que aún ahora, en Estados Unidos hay niñas que viven solas y no van a la escuela. Señala Owens que escogió las marismas de Carolina del Norte “porque se ha escrito muy poco sobre la población histórica que ha habitado estos deltas y estuarios agrestes durante más de cuatrocientos años. Estos fuertes ocupantes conformaban un batiburrillo de marineros, rebeldes, náufragos, deudores, fugitivos, prófugos de la justicia y esclavos liberados”. 

La soledad es otro elemento esencial en la vida de Kya y la autora se basó en su experiencia profesional, ya que pasó más de 23 años aislada, solo acompañada de su marido. Primero en el desierto del Kalahari. Posteriormente, en Luangwa, en un campamento aislado. Todas esas experiencias conformaron las circunstancias vitales y la sicología de Kya, pues “sé que el aislamiento te convierte en una persona insegura e inadaptada. 

Sé lo que es evitar a la gente cuando vas al pueblo o a la ciudad porque sientes que aquel no es tu lugar. No obstante, también soy consciente del modo en que la confianza en uno mismo crece cuando aprendes a seguir la pisada de un puma a través de las arenas del desierto o reconocer el balido de alarma de un cuervo. Cuando tienes la oportunidad de vivir en la naturaleza, de hacer fuego mientras llueve a cántaros y de encontrar el camino de vuelta en la oscuridad absoluta, crees de verdad en ti mismo”.

Incursión en la ficción

Delia Owens (Americus, Georgia, 1949) creció en Thomasville y se licenció como zoóloga y etóloga en la Universidad de Georgia. En 1974, con su entonces marido, Mark Owens, se trasladó a África, primero en la Reserva de Kalahari central en Botswana (tarea que le llevó a doctorarse en Etología en la Universidad e California) y, posteriormente, a Zambia. 

Después de África, volvió a su país y se instaló en un rancho en Idaho. Es coautora de tres libros de no ficción basados en su vida como científica de fauna salvaje (Cry of the Kalahari, The Eye of the Elephant y Secrets of the Savanna). Ha ganado la John Burroughs Medal de escritura sobre naturaleza y ha publicado diversos artículos en Nature y The African Journal of Ecology.

Un día decidió saltar a la ficción y para ello empezó a poner el despertador a las 4:30 cada día para ponerse a trabajar. 

En agosto de 2018 se lanzó la novela y empezó la vorágine del éxito; en el que jugó un papel fundamental su sintonía con el público femenino.



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