La primera precarnavalera de la era de los Chirapas Jrs. arrancó puntual (19:30). Fue positivo que hubiera menos dificultades para acercarse a la soberana máxima del Carnaval. El espectáculo fue vistoso y aplaudido por la gente

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18 de enero de 2020, 21:52 PM
18 de enero de 2020, 21:52 PM

Una Romy Paz con un carisma infinito. Unos danzarines mostrando la riqueza cultural del Oriente boliviano. Un público que aplaudió todo lo que vio. Una noche llena de taquiraris, chobenas y brincao. Eso se vivió en la primera precarnavalera de los Chirapas Jrs. Y, por la puntualidad, la entrega, la agilidad, la alegría y la vistosidad del espéctaculo la reina, los coronadores, los grupos folclóricos, las comparsas y la ACCC se llevan un pulgar bien arriba.

Puntual. La Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras cumplió. El reloj apuntó las 19:30 y los Kerembas comenzaron a brincar sobre las viejas losetas del casco viejo cruceño. Los siguieron cientos de danzarines que liberaron un entusiasmo contagiante alrededor de la histórica plaza 24 de Septiembre. Nueve de los 12 grupos folclóricos anunciados fueron cosechando los aplausos y le abrieron la caravana colorida a unas 30 comparsas.

Eso ocurría sobre la calle Ingavi. Y, en un hotel de esa misma vía, la reina se enfundaba en un atuendo verde petróleo de la diseñadora Sonia Ortiz mientras las chicas de Sandra y Teo le daban los últimos retoques en su piel blanca y en su larga cabellera. Salió pasadas las 20:00 y por fin se desveló la temática elegida -acertada- de la comparsa coronadora.

La también modelo, actriz y conductora de televisión se convirtió en una torre de petróleo para recordar aquella lucha del 11% de las regalías que Santa Cruz encaró a la cabeza de Melchor Pinto Parada ante el Gobierno de Hernán Siles Suazo en los años 50. Las imágenes del líder cívico y de Elffy Albrecht fueron estampadas en el carro muy bien logrado por Luis Vincenti.

El atuendo de Romy dejó ver su figura delineada por el gimnasio y también permitió que ella derrochara su sensualidad a su paso, quizás el miriñaque (falda amplia usada en el siglo XIX) pareció algo incómodo para que la 'reina de los resortes' brincara como siempre lo sabe hacer. De todas formas la joven no dejó de saltar y de bajarse de su carro para saludar a sus seguidores. Al final la preca concluyó en una verbena popular sobre la plaza del Estudiante. 

Los Chirapas, a su paso por el corazón de Santa Cruz de la Sierra

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