En el ámbito social la presidenta ratificó la continuidad de los bonos, la apuesta de darle el 10% del PGN a la salud y haber logrado concluir la gestión escolar de 2019

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23 de enero de 2020, 3:00 AM
23 de enero de 2020, 3:00 AM

Marcelo tedesqui

La presidenta Jeanine Áñez, rodeada por su gabinete, el cuerpo diplomático, dirigentes de algunos sectores sociales, los asambleístas oficialistas y miembros de La Resistencia, dio su mensaje mientras que una moderada cantidad de Policías resguardaba el perímetro de la Plaza Murillo.

La ciudad de La Paz amaneció nublada, cubierta por una densa neblina y lluvia. El cielo se despejó paulatinamente y a las 11.00, cuando iba a comenzar el mensaje, el sol ya se dejaba ver.

No se escuchó ni un solo petardo ni hubo gran despliegue de personas, como ocurrió cada 22 de enero durante los años de Gobierno de Evo Morales. No se instalaron alfombras rojas ni pantallas gigantes. El edificio del Legislativo no estaba en el libreto de la celebración del aniversario del Estado Plurinacional, así que sus puertas permanecieron cerradas.

La circulación del transporte público y privado fue normal, así como el tránsito de personas y de los turistas que se acercan cotidianamente al centro del poder.

El comandante de la UTOP, coronel Eduardo Uriarte, informó alrededor de las 10:00 de que había tranquilidad en la ciudad y que la Policía tenía el control de la situación. Solamente reportó el caso de una persona que fue interceptada con un chaleco policial. “Simplemente decomisamos la prenda para que no la use más y la dejamos ir”.

Los invitados estaban a punto de llegar. En cada esquina, apoyadas contra la pared, estaban las vallas que las fuerzas del orden desplegaron durante los conflictos de noviembre para contener manifestantes, pero nadie las usó y ahí quedaron. A las 10:30 se evidenció un despliegue de efectivos. Un oficial, con rango de mayor, los formó en filas de diez y envió a cada grupo a rodear las esquinas del perímetro exterior de la plaza.

El nuevo director del Fondo Indígena, Rafael Quispe, llegó acompañado por unos 30 dirigentes indígenas, que hicieron fila e ingresaron al Palacio.

Al menos dos decenas de asambleístas oficialistas también se aproximaron. 20 minutos antes de la hora programada, los representantes del cuerpo diplomático comenzaron a llegar uno tras otro. Una funcionaria de la Cancillería tuvo que multiplicarse para reconocerlos, acercarse a saludarlos, e introducirlos al Palacio.

Al frente, al menos 200 activistas de La resistencia, en su mayoría mujeres y jóvenes, apoyaban a la gestión de la presidenta Áñez con aplausos y cánticos.

Ni un solo simpatizante del MAS se acercó, tampoco se observo la presencia de ningún asambleísta de ese partido. Ningún asambleísta, ni siquiera para dar declaraciones a los medios como lo hacen todos los días, se dejó ver por el lugar. El resto del día, el feriado transcurrió con normalidad. A unos 40 kilómetros del centro, en el Puente Vela, ruta a Oruro. El Alto, se registró una marcha de personas afines al MAS, pero fue pacífica.

En lo social

Durante su discurso, la presidenta Áñez subrayó en el rubro social la decisión de su gestión de destinar el 10% del Presupuesto General de la Nación (PGN) para salud, haber logrado cerrar la gestión educativa 2019 pese a los conflictos y la continuidad de los bonos.

“Como madre de dos hijos sé lo que se sufre cuando alguien cercano se nos enferma”, afirmó al ratificar el 10% del PGN. “Demostramos que esta medida era posible con voluntad y un eficiente manejo técnico. Este incremento es el mayor aprobado para el sector de Salud. Ahora nos toca el desafío de ejecutarlo de manera eficiente y rápida”. Se propuso como un objetivo paralelo acortar las grandes brechas en la atención médica.

La mandataria destacó que culminó “con éxito” el año escolar a pesar de la crisis. “Nos preparamos para reiniciar el nuevo calendario escolar para aportar, como Gobierno, a la buena educación y futuro de las nuevas generaciones”, complementó.

Por otra parte, admitió que continuará con políticas que siguió o innovó la gestión del expresidente Evo Morales.

“Mi Gobierno ha pagado y seguirá pagando todos los bonos vigentes de beneficio a los bolivianos, así como también dará continuidad a todos los proyectos comprometidos (por el anterior Gobierno), siempre en el marco de la ley”, manifestó.

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