La canciller Longaric intervino ante el Consejo Permanente de la OEA. Varios países saludaron la convocatoria a nuevas elecciones y las acciones asumidas por el gobierno de Jeanine Áñez

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23 de enero de 2020, 17:15 PM
23 de enero de 2020, 17:15 PM

La ministra de Relaciones Exteriores, Karen Longaric, hizo conocer este jueves ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que Bolivia respalda la reelección de Luis Almagro como secretario general de ese ente regional y que ahora se vive un ambiente de paz en el país.

La canciller acudió a esa instancia para informar los avances de la administración transitoria de Jeanine Áñez, tras el periodo conflictivo que vivió el país antes y después de las elecciones anuladas del 20 de octubre, que provocaron la renuncia de Evo Morales.

Bolivia ha demostrado que fuimos capaces de derrotar a un Gobierno autoritario que pretendía quedarse eternamente en el poder (…) La sociedad está en paz, Bolivia está en paz y marcha aliviada hacia su plena recuperación democrática”, destacó la titular.

Las palabras de la ministra:


Informó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “se apresuró en emitir un informe preliminar incompleto que adelantó juicios que debieron ser resultado de una investigación imparcial de los hechos de violencia en Bolivia”, al considerar “masacres” los hechos registrados en Senkata y Sacaba.

Longaric explicó que, tras una reunión con representantes de esa instancia, existe el compromiso para el despliegue de una nueva comitiva, que, se espera, “sea genuinamente independiente y cuente con el apoyo técnico y pericial”.

La ministra destacó la labor de la OEA y el coraje de Almagro en la defensa de la democracia. “Fue la permisibilidad ante la violación de las reglas del juego de la democracia la que permitió que emergiera el populismo autoritario”, complementó.

Y concluyó señalando que Bolivia ahora apuesta a la construcción de "relaciones de cooperación con todos los países”, que partan de la premisa de atender a la población y no de las agendas ideológicas, como sucedía antes.