Los sectores no quieren saber nada de Salvatierra y otras figuras fieles a Morales. En Buenos Aires hubo problemas porque Choquehuanca no estaba en la lista.

26 de enero de 2020, 13:00 PM
26 de enero de 2020, 13:00 PM

El respiro profundo que se da el Movimiento Al Socialismo (MAS) causa heridas. Los sectores sociales y parte de la estructura del partido masista iniciaron una purga contra los leales a Evo Morales. Estas organizaciones no quieren saber nada de estos políticos, que en su mayoría fueron invitados al MAS por el expresidente. Esta batalla interna se estrelló con la elección del binomio que ya se oficializó: Luis Arce Catacora y David Choquehuanca, dos exministros de Evo que fueron los que más tiempo duraron en gestión. El primero 12 años y, el segundo, 11. Llegar a esta dupla electoral fue tan difícil, que hasta incluso causó gritos y enojos contra el exmandatario de aquellos dirigentes que lo apoyaron en sus mandatos.

El caso que puso en discusión al MAS es el de Adriana Salvatierra. La senadora fue vetada por una parte de su partido y algunos sectores sociales. Como ella están en la lista las que fueron diputadas Valeria Silva y Susana Rivero y los exministros Sacha Llorenti y Juan Ramón Quintana, entre algunos que son leales a Evo Morales y tildados de “evistas”. 

El ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), Orlando Gutiérrez, apoya la decisión de apartar a estos políticos de la actual arena electoral y pide al expresidente “respetar” la decisión de las organizaciones para armar la plancha de candidatos a la Asamblea Legislativa Plurinacional.

“Habrá pronunciamientos de los sectores. La estructura del MAS necesita un respiro, no vamos a cambiar el horizonte, para nada, pero es necesario después de 14 años fortalecer la estructura con gente nueva, sin desmerecer la gente con experiencia. Se debe hacer lo que no se hizo en 14 años, la formación de nuevos liderazgos, lo que vivimos tiene que enseñarnos a formar a nuevos líderes preparados”, dice Gutiérrez.

La postura contra Salvatierra la hizo pública el concejal y dirigente Tito Sanjinez, quien señaló que se decidió apartar a la senadora de las listas de candidatos para las elecciones del 3 de mayo. 

La culpó de ceder la Presidencia del Estado a Jeanine Áñez al renunciar al Senado. “No se precipitó (al renunciar), fue más bien abandono, abrió la puerta a la sucesión de la actual presidenta y se le echa la culpa de eso”, afirmó el concejal del MAS en Santa Cruz. La misma posición asumió Henrry Cabrera, vicepresidente de la Cámara de Diputados, quien dijo que Salvatierra es “fundamental” en su partido, pero que debe “descansar” en la futura gestión legislativa.

Salvatierra explica que su renuncia a la Presidencia del Senado se debía a “razones políticas” y que fue asumida en coordinación con Evo Morales y Álvaro García. La senadora considera que si asumía la Presidencia del Estado iba a crecer la convulsión social, ya que la Policía y plataformas no querían que el MAS gobierne.

“Nadie podrá poner en duda mi lealtad, mis convicciones, mi compromiso con la patria, con nuestra revolución y con el liderazgo del hermano Evo Morales. La lucha continúa y nos encontrará firmes al frente, tenemos un camino trazado y ese camino es el que nos espera hacia la victoria este 3 de mayo”, afirma Salvatierra.

Desilusión en las bases

María Muñoz es dirigente de las Bartolinas en Santa Cruz. Ella está segura que Salvatierra y “otros invitados” ya no serán parte de la plancha electoral del MAS. “Adriana (Salvatierra) hizo mucho daño a la estructura de los sectores sociales, solo veló por sus dirigentes y a nosotras no nos escuchó jamás”, declara la ejecutiva departamental en el último ampliado del MAS en la ciudad de El Alto.

La purga contra los leales a Evo -que en su mayoría son invitados al MAS por el expresidente- empezó mientras se tejía el binomio ahora opositor. Muchos están en Buenos Aires al lado del exmandatario, como Sacha Llorenti, quien se convirtió en una especie de secretario privado de Morales. Los sectores sociales no quieren saber nada de ellos y los tilda de “rosca” allegada a Evo.

El ejecutivo de los interculturales, Henry Nina, lamenta que los “evistas” hayan perjudicado el denominado proceso de cambio. No quiere dar muchos nombres, pero apunta a Salvatierra, Llorenti y Quintana, a quienes culpa de “entrometerse” en las decisiones de Evo Morales. El dirigente ve en Columna Sur, agrupación de jóvenes liderados por Salvatierra, como parte de las organizaciones que confunden al exmandatario. 

“Aparecen grupos como Columna Sur, Generación Evo y otras que ni conozco como Jóvenes Bolivarianos, tengo fotos de ellos, que perjudican al hermano Evo. Ellos no son parte orgánica del MAS, son paracaidistas, no lucharon con nosotros”, culpa Nina.

El MAS atraviesa algo similar a lo que le sucedió al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). El partido rosado agrupó a varios sectores populares y campesinos con un discurso nacionalista y antiimperialista que, con el pasar de los años se fue diluyendo de a poco. 

Sus dos grandes logros, la nacionalización de las minas y la reforma agraria, se llevaron a cabo para ganar el apoyo de sectores sociales, pero luego de varias gestiones se fue separando de sus bases hasta dividirse en varios partidos. Algo así sucede en la actualidad con el MAS, aunque a regañadientes acepte las imposiciones que se tejen en Argentina.

Evo incómodo

Nina relata cómo se eligió el binomio Arce-Choquehuanca en Buenos Aires. Él, junto a Teodoro Mamani, amigo de Evo y secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), fueron a la capital argentina como parte del Pacto de Unidad. El dirigente dice que estaban reunidos con Morales en el primer piso de uno de los salones del hotel Bauen. Arriba estaban, dice, los grupos como Columna Sur y Generación Evo. Hubo molestia porque se había apartado a Choquehuanca del binomio y, en un principio, se decidió por Luis Arce y Andrónico Rodríguez.

“Le dije de frente (a Evo Morales) que eso no puede ser. Nosotros llegamos con un mandato de un ampliado y eso se respeta. Nuestra idea era que David (Choquehuanca) sea candidato a la Presidencia y Andrónico (Rodríguez) a la Vicepresidencia. No lo aceptaron y por eso no firmamos nada”, cuenta Nina.

Teodoro Mamani aporta que le dijo a Evo Morales que iba a ser el responsable de la división del MAS si se apartaba a Choquehuanca del binomio. “La decisión era clara, Arce Catacora presidente, Andrónico vicepresidente. No hemos aceptado, porque estaban apartando a nuestro hermano Choquehuanca”, relata.

Morales en plena negociación, el 19 de enero, se acercó a Nina y le dijo que lo estaban abandonando por apoyar el binomio Choquehuanca-Rodríguez. El expresidente estaba molesto y ni dio la mano a muchos dirigentes que llegaron desde Bolivia a Buenos Aires. Luego, Morales se calmó y escuchó a los dirigentes del Pacto de Unidad y a otras. Nina desvela que a la capital argentina llegaron dirigentes que nunca estuvieron presentes en reuniones de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) y apunta a los grupos de jóvenes liderados por Salvatierra y Silva.

“Le dije que nos está queriendo dividir, escucha, tú siempre dijiste que el cargo no hay que buscar, sino que el cargo debe buscar, que hay que gobernar escuchando al pueblo, por eso le dijimos todo al expresidente. No ha querido considerar por su capricho y nosotros nos salimos. Le dije que no estamos de acuerdo con el binomio, porque en un principio no quisieron ni considerar a nuestro hermano David (Choquehuanca), esa rosca sigue al lado de nuestro presidente, ellos son quienes no quieren que vaya David. Ahora esa rosca debe estar molesta porque ingresó nuestro hermano David”, relata Nina.

El politólogo Jorge Richter considera que el binomio del MAS busca recuperar los votos de la clase media con la postulación de Arce y consolidar el apoyo de sectores campesinos y populares con Choquehuanca. “Será difícil para el MAS llegar a la clase media después de los conflictos”, opina.

El MAS se hizo sus propias heridas desde que era gobierno. Hoy sigue tratando de curarse mientras respira hondo. Por ahora, se acepta el binomio Arce-Choquehuanca, pero la verdadera disputa será para armar la plancha de candidatos a la Asamblea Legislativa, en la que están prohibidos los invitados, según la dirigencia y algo que Evo no aceptó.

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