El lunes se cumplieron 100 años del nacimiento del virtuoso cineasta italiano, dueño de una de las filmografías más originales e intensas de la historia

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25 de enero de 2020, 3:00 AM
25 de enero de 2020, 3:00 AM

KELLY VELÁSQUEZ - AFP

La ciudad italiana de Rímini celebró el centenario del nacimiento de uno de los genios del cine, Federico Fellini, cuyo universo fantástico y surrealista marcó la historia del séptimo arte.

El director, que revolucionó el cine con su mundo onírico, su melancolía y desbordante imaginación, gracias a películas como La strada (1954), Las noches de Cabiria (1957), La dolce vita (1960), fallecido en Roma en 1993, cumpliría el lunes 100 años.

Federico Fellini es un caso excepcional. Dicha excepcionalidad no refiere sólo a su obra mil veces analizada y admirada, sino además a que es uno de los pocos artistas que han logrado que su apellido se transforme en un adjetivo: fellinesco.

Palabra que usa gente que ni siquiera ha visto una sola de sus películas y que normalmente se utiliza para describir situaciones extravagantes y grotescas.

Lo curioso es que este tipo de popularización no obedece a la de un director necesariamente tan masivo. Sí, Fellini tuvo efectivamente grandes éxitos de público, pero la mayor parte de sus películas están lejos de obedecer a modelos de cine popular convencional.

Más bien por el contrario, muchos de sus largometrajes poseen personajes extraños y dubitativos (el caso más claro: el protagonista neurótico de La dolce vita), y sus estructuras narrativas episódicas distan de cuadrar con ese cine que da en llamarse “de entretenimiento”.

No es la única paradoja que tiene Fellini. La otra podría ser que se trata de un cineasta celebrísimo que, al menos al principio, buscaba ser otra cosa. En su juventud Fellini ante todo, quería ser dibujante. Sus primeros grandes pasos profesionales se dieron en ese terreno durante la década del 30 y 40. Allí hacía viñetas para importantes revistas satíricas como Il 420 y Marc Aurelio.

Un siglo después de su nacimiento, su ciudad de nacimiento, Rímini, sobre el mar Adriático, en el centro de la península, en la que había nacido el 20 de enero de 1920, le prepara un regalo muy especial: un museo completamente dedicado al maestro, en el que se mezclará poesía y tecnología.

La ciudad que inspiró seguramente una de sus obras maestras, Amarcord (1973), un retrato de la Italia profunda en pleno fascismo, quiere que el museo sea “una plaza de ensueño”, como la llamó el diario Il Fatto Quotidiano, por la escenografía visionaria y las instalaciones tomadas de sus películas.

“El efecto onírico estará garantizado”, sostuvo el alcalde Andrea Gnassi hace un mes al presentar el proyecto de Museo Internacional Federico Fellini, llamado también el museo sin muros, que será inaugurado en diciembre del 2020.

“Algunos filmes de Fellini, como Amarcord, la Dolce vita, y I Vitelloni, si uno los ve con atención, es como ver un libro de historia, se recorre la historia de Italia, desde los años 30 hasta los 80”, comentó Marco Leonetti, responsable de la Cinemateca de Rímini.

El homenaje a Fellini, que durará todo el año, incluye también además de la exposición en el castillo medieval titulada Fellini 100. Genio inmortal, instalaciones y conciertos repartidos por el casco histórico de la ciudad. La música de Nino Rota retumbaba este lunes por la medieval plaza Cavour adornada con inmensos globos dorados, donde una inmensa torta fue repartida entre el público en medio de los personajes de sus películas: acróbatas, payasos, bailarinas de circo.

La exposición en Rímini, que durará hasta marzo, será itinerante luego y se mudará primero a Roma, luego a Los Ángeles, Moscú, Berlín, San Pablo, San Petersburgo, Toronto, Buenos Aires y Tirana.

Para la gran fiesta colectiva dedicada al vencedor de cinco premios Oscar, así como del León de Oro de Venecia y la Palma de Oro de Cannes, Italia ha preparado una muestra alegre, que incluye imágenes de Fellini, películas, recuerdos, música, documentos, disfraces, objetos, fotografías, algunos expuestas por primera vez al público.

El homenaje al cineasta incluye también una serie de conciertos con la Orquesta Sinfónica, con música de Nino Rota y las bandas sonoras de sus películas.

- Roma, la ciudad de los sueños -Roma, la ciudad con la que tuvo una relación especial y en la que residió buena parte de su vida, no podía estar ausente en ese gran y original homenaje al cineasta, con una selección de treinta imágenes provenientes del Centro Experimental de Cinematografía y con la exposición “Federico Fellini. Irónico, burlón y centenario”, programada del 20 de enero al 28 de febrero en la Biblioteca Angélica.

Para describir ese universo exuberante, hecho de imaginación, sueños eróticos, nostalgia, sentido del humor y de lo grotesco, que hoy en día se resume con el adjetivo “felliniano”, se han organizado diversos ciclos cinematográficos, eventos, programas de televisión, así como la proyección de buena parte de sus películas.

Los estudios romanos de Cinecittà, y en particular en el legendario Estudio o Teatro 5, donde rodó casi todos sus filmes, entre ellos Y la nave va (1983) y Ginger y Fred (1986), celebrarán al maestro con una instalación de su amigo y colaborador Dante Ferretti, llamada Libro de los sueños.

La personalidad del artista, su mirada, talento, humor y vida cotidiana serán el tema de la conferencia este lunes “Recordemos a Federico Fellini” en el Palazzo Reale de Milán con la participación de sus herederos artísticos, amigos y admiradores, entre ellos el director Giuseppe Tornatore y el compositor Nicola Piovani.

En la página Fellini100.beniculturali.it se pueden consultar los más de setenta eventos oficiales, espectáculos, exposiciones y reseñas, programados para 2020 en todo el mundo.

De Milán a Rabat, de Bogotá a Río de Janeiro, se han organizado proyecciones y pequeñas retrospectivas para celebrar, cada uno a su manera, el aniversario de uno de los genios italianos.

“Todos somos hijos de Ocho y medio”, aseguraba hace unos años el realizador Woody Allen, al mencionar el genio creativo de uno de los artistas más importantes del siglo XX que influenció a directores tan diferentes como Pedro Almodóvar, Peter Greenaway, Emir Kusturica y muchos otros más.

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