Aunque la nómina de ministros que llegaron por recomendación de Fernando Camacho suman seis, los cambios no se basarán en esa lista. Serán entre cinco y seis. Demócratas dice que Evo también cambiaba en enero, pero después de un año

28 de enero de 2020, 6:15 AM
28 de enero de 2020, 6:15 AM

La campaña política, una renuncia sonada y las deficiencias en el trabajo, fueron los argumentos que obligaron al Gobierno a generar una crisis de gabinete pese a llevar solo 75 días en el poder. De acuerdo con las fuentes del propio Ejecutivo, no será una cirugía general, sino un retoque. En las listas de ‘fusibles’ figuran los titulares de las carteras de Educación, Desarrollo Rural, Comunicación, Deportes y Relaciones Exteriores. De hecho, Comunicación es la única confirmada. Roxana Lizárraga dejó su despacho tras una renuncia en la que critica a la presidenta Jeanine Áñez.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, explicó que hasta ayer en la tarde llegaron las renuncias de todos los ministros, como lo había pedido Áñez.

“Algunos estarán con la campaña, algunos ministros no han entendido que no se debe mezclar porque perjudicarán la imagen del Gobierno, por eso precisamente presentamos nuestra renuncia para que sea la presidenta la que haga evaluación de quiénes son los que no están dispuestos a no mezclar la gestión con la campaña”, dijo Núñez en conferencia de prensa.

Una fuente del propio Ejecutivo aseguró que no serán muchos cambios. “Van a ser muy pocas, el 25%”, reveló. Áñez posesionó a 20 ministros en su gabinete hasta el 14 de noviembre, por tanto podrían ser cinco los cambios que ensaye la mandataria.

Pero la ahora exministra de Comunicación Roxana Lizárraga afirmó que el principal objetivo del pedido de renuncia fue el de reacomodar las fichas de los aliados del Gobierno, pues fue Fernando Camacho quien puso a varios de los ministros. Incluso dijo que el actual ministro de Economía, José Luis Parada, es una persona muy próxima a la familia Camacho, aunque este siempre trabajó en la Gobernación de Santa Cruz.

Confirmó que el ministro de Desarrollo Rural, Mauricio Ordóñez Castillo, fue uno de los que pidió el ahora candidato de la alianza Creemos, cuando posesionaron al gabinete el 14 de noviembre. Ayer lo mencionaron como uno de los que será renovado. El otro factor sería el problema que Bolivia mantuvo con Perú por las exportaciones de soya hace una semana.

Lizárraga admitió que fue una cuota de Camacho en el momento de ser posesionada, porque fue invitada como parte de los grupos cívicos.

En el caso del ministro de Deportes, Milton Navarro Mamani, siempre se conoció que fue “sugerido” por el acompañante de fórmula de Camacho, Marco Pumari, y se dijo que fue la única persona que ingresó por el movimiento potosino.

Muy distinta es la situación de Virginia Patty, ministra de Educación, de la cual se observa una gestión que no complace a Áñez.

El factor Longaric

Aunque se mencionó el cambio de la actual canciller, Karen Longaric, se dijo también que no es por ser parte del grupo del excívico, sino que ella podría asumir una candidatura y por tanto su alejamiento sería “estratégico”. Sería la compañera de fórmula de Áñez.

Ayer se empezó a mencionar el nombre del sustituto en la Cancillería, surgió el nombre del abogado Rubén Darío Cuéllar, quien hasta este momento desempeña el cargo de embajador de Bolivia ante Naciones Unidas.

El otro nombre que dio Lizárraga fue el del ministro de Defensa, Fernando López, quien, según Camacho, fue el que dialogó con los militares durante los conflictos. Además era su asesor de comunicación. Sin embargo, desde el Gobierno aseguraron que López goza del respaldo de las FFAA y no es sencillo su alejamiento. Además se constituyó en el hombre que supo manejar el conflicto desde esa institución.

Para Sergio Choque, presidente de la Cámara de Diputados, el recambio en el gabinete tiene una clara señal de cuoteo político y recordó que hasta ahora el ‘cogobierno’ estuvo en manos de Camacho y Demócratas, principalmente. “Ahora veremos a ‘revillistas’, ‘olivistas’ y los grupos que los apoyaron”, dijo en clara alusión a los nuevos acuerdos que lograron Demócratas con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, y el Gobernador de Tarija, Adrián Oliva.

Luego de la candidatura de Jeanine Áñez a la Presidencia, la cercanía que había con Fernando Camacho quedó en el vacío y, casi en seguida se pidió la renuncia de todos sus colaboradores. Horas antes, Roxana Lizárraga presentó su renuncia en una carta en la que acusa a Áñez de repetir los errores del MAS.