Los analistas ven que con este accionar la presidenta reconoce que hay incompatibilidad entre el ejercicio de la función pública y su candidatura, además de que es una muestra de lo devaluada que está la clase política en Bolivia

28 de enero de 2020, 21:25 PM
28 de enero de 2020, 21:25 PM

Las fallidas elecciones del 20 de octubre de 2019 marcaron un parteaguas en la vida de los bolivianos. Fue el inicio del fin del gobierno del líder cocalero Evo Morales que, presionado por las movilizaciones ciudadanas que denunciaban fraude electoral, terminó el 10 de noviembre renunciando y luego huyendo a México. La cadena de renuncias de autoridades del MAS allanaron el camino para que Jeanine Áñez tome el mando de Bolivia de forma transitoria, con la misión específica de pacificar el país y llamar a elecciones; dos meses y 12 días (24 de enero) después la beniana pateó el tablero político y lanzó su candidatura. Las críticas le llovieron.

A gran parte de esas críticas, este martes, se ha dedicado a responder en su discurso de posesión de su nuevo gabinete ministerial. 

Las cuestionantes no solo llegaron de sus contendientes políticos, también una parte de la ciudadanía se manifestó en las redes y los expertos -como el sociólogo Hugo José Suárez- también hicieron escuchar sus voces. 

"Áñez mostró que Evo tiene una gran aprendiz que supera al maestro, y que su habilidad política es mayor a la de su antecesor; lo que a Morales le costó catorce años, Jeanine lo hizo en tres meses. Utiliza lo peor de la legislación electoral heredada para autopromoverse", escribió en una parte de su columna publicada en el diario EL DEBER.

Como este boliviano, que trabaja en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hay también quienes observan -como es el caso del docente de la Universidad Mayor de San Simón, César Cabrera Román- la falta de coherencia entre lo ético y lo moral, además señalan que al ejercer la presidencia y ser candidata se servirá del aparato estatal, al igual que Evo, para hacer campaña.

“No haré uso de los bienes del Estado”

Jeanine Áñez comenzó su discurso, tras posesionar a sus ministros, diciéndose sabedora de las críticas a su decisión de querer alargar su estancia en el Palacio de Gobierno hasta 2025. 

"He leído que algunos dicen que yo puedo ser presidente, pero no candidata. Esta crítica tiene dos orígenes. Primero, la constitucional, no existe ninguna prohibición para postularme a la presidencia ejerciéndola al mismo tiempo, ese derecho está plenamente protegido por nuestra Constitución, así que voy a ser candidata y ejercer la presidencia al mismo tiempo sin cometer ningún acto inconstitucional", sostuvo.

Aclarado ese punto, la presidenta pasó a explicar otra de las razones de por qué participará en las elecciones del 3 de mayo. "Hice todo lo posible para unir a los sectores políticos en una sola alianza, la respuesta fue la dispersión. Cada uno de ellos creyéndose más poderoso que el otro y ninguno con la grandeza de ceder, esa ruta nos llevaba inevitablemente a la dispersión del voto por eso decidí salir como candidata".

Jeanine también sostuvo que encontró la fórmula para poder ser presidenta y candidata a la vez: "Haré campaña en horarios que no son de trabajo y durante los fines de semana, no haré uso de los bienes del Estado para la presentación de mi propuesta electoral". Y como para dar señales de que "no está jugando cuando habla de transparencia" dijo haber instruido la "destitución inmediata" del director de Vías Bolivia, Félix Sanjinez, por haber distribuido un calendario en el que se muestra una imagen de la presidenta.

Para el analista José Luis Santisteban el hecho de que la mandataria decida ser cinco días presidenta y el fin de semana candidata, además de las horas fuera de la jornada laboral, significa que está aceptando que hay una incompatibilidad entre su postulación y la gestión presidencial que realiza y esto porque "su candidatura no puede ser pagada por el pueblo".

El analista ve que Áñez terminará siendo juez y parte de este proceso, además de que hay contradicción entre lo que dice y lo que hace. Sobre este argumento dijo que desde que anunció que competirá por el sillón presidencial ya se empezó a hacer un uso indebido de los bienes del Estado y citó como ejemplo las coberturas que realiza Bolivia TV.

Santisteban agrega que este accionar genera interrogantes, desconfianza y rechazo ciudadano y que es una muestra más de lo devaluada que está la clase política en Bolivia, así como de la pérdida de la institucionalidad del Estado que, se creía que se había comenzado a recuperar con este Gobierno de transición.  

Aquí puedes ver el acto de posesión del nuevo gabinete y el discurso de la presidenta:

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