Opinión

El MAS es inestabilidad

3 de febrero de 2020, 3:00 AM
3 de febrero de 2020, 3:00 AM

Las dos últimas señales de vida lanzadas por Evo Morales desde Buenos Aires confirman su carácter autoritario. Primero fue la frase infeliz sobre las “milicias armadas”, de la que tuvo que retractarse ante el riesgo de una revocación de su refugio en Argentina. Y ahora, la imposición vertical de un binomio distinto al propuesto por las bases de su partido ratifica el estilo antidemocrático de su conducción.

La designación a dedo de Luis Arce Catacora como candidato presidencial obedece a la pretensión de apelar a un discurso sobre la estabilidad económica en la campaña electoral, una estrategia que; sin embargo, puede ser fácilmente rebatible si tenemos en cuenta los siguientes hechos:

-La estabilidad económica vivida durante varios años estuvo relacionada con los precios internacionales de los hidrocarburos, y fue desmejorando al término de esa bonanza, al punto que Evo y Arce dejaron al país con un déficit fiscal cercano al 9%. En cambio, después de pocos meses de gestión del Gobierno de transición, ya se apunta a una reducción del déficit a un 7,7%. También la relación con el principal mercado de exportación, Brasil, parece estar mejorando tras la recuperación de la democracia plena en Bolivia.

-Desde su creación, el Movimiento Al Socialismo ha sido un constante generador de inestabilidad jurídica, política y social, lo que evidentemente tiene un costo para la economía. La perniciosa “cultura del bloqueo” es parte de ese legado y ha contaminado a muchos sectores corporativos.

-Es falsa la afirmación, repetida muchas veces por Álvaro García Linera, con respecto a que el MAS sería “el único que garantiza la paz social”. Basta ver el actual proceso de pacificación, que se va consolidando a pesar de las amenazas violentistas de Evo y compañía.

-No hay mayor amenaza a la estabilidad política, económica y social que un eventual retorno del Movimiento Al Socialismo al poder. La frase sobre las “milicias armadas” evidenció lo que realmente quiere Morales para el país si se diera su improbable regreso al Palacio: la dictadura total, apoyada en fuerzas paramilitares.

Soplan vientos de libertad y es sobre esa base (la única que construye prosperidad) que habremos de edificar una estabilidad genuina y duradera, como lo confirma la experiencia internacional.

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