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Acciones prioritarias que debería encarar el nuevo Gobierno

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12 de febrero de 2020, 15:44 PM
12 de febrero de 2020, 15:44 PM

José Antonio Alberti-analista económico

Definitivamente, el Gobierno democráticamente elegido en las próximas elecciones del 3 de mayo de 2020 recibirá un Estado débil en lo institucional y en lo económico al borde del abismo. El régimen del ex presidente Morales recibió en 2006 un Estado saneado en lo fiscal, especialmente por la condonación de la deuda externa. Asimismo, fue beneficiado con el súper ciclo de precios internacionales de las materias primas, que no tiene precedentes en la historia económica mundial ni nacional. Esto le permitió al país recibir ingresos por casi seis veces más que gobiernos anteriores, a pesar de la bonanza económica que el Gobierno de Morales administró, su gestión dejó un país con los peores índices en productividad y competitividad a escala internacional, además de ser subcampeones en la corrupción, es decir, un Estado saqueado y cooptado.

Un ejemplo clarificador, es que cuando el régimen de Morales ascendió al poder, nuestro vecino Paraguay contaba con los peores indicadores de nivel de ingreso, productiva y corrupción. Hoy ese lugar lo ocupa Bolivia y Venezuela. También es importante, previamente al diseño, implementación y ejecución de políticas públicas, elaborar un adecuado diagnóstico del estado actual de la economía, para ello, la ciencia económica cuenta con algunos métodos que permiten identificar las limitantes como los cuellos de botella. A continuación, señalo algunas de las principales acciones prioritarias que debe gestionar el nuevo Gobierno democrático: Institucionalidad robusta. Debemos entender que, sin instituciones libres, autónomas e independientes, aisladas de la política partidaria, seguiremos siendo un país desdichado. Recuperar la institucionalidad y crear mecanismos, normas y prácticas que fortalezcan la gestión pública brindaran rápidamente credibilidad y confianza al Gobierno.

Equilibrio macroeconómico. La política fiscal tiene que dejar de ser un instrumento político, y evolucionar a ser instrumento moderno de estabilización, para eso se deben crear reglas fiscales entre otras innovaciones de política fiscal moderna a la par de diseñar una estrategia para reducir el subsidio a los hidrocarburos. Asimismo, la política cambiaría no puede más estar de brazos atados porque perdemos un poderoso mecanismo de defensa y de promoción de productos transables. Una vez que la economía nacional vuelva por la senda de crecimiento a la par del florecimiento de credibilidad y confianza en las Instituciones, el Banco Central de Bolivia (BCB) deberá administrar un tipo de cambio más flexible acorde a los fundamentos de la realidad macroeconómica.

Regulación enfocada a la eficiencia y a la complementación y cooperación pública –privada. El mejor compañero del desarrollo empresarial y las inversiones es el Estado, que no quede duda, hay que terminar con falsos dilemas y falacias como la existencia de un antagonismo entre Estado versus mercado o que lo privado tiene supremacía sobre lo público o viceversa. Es imperativo cambiar las reglas laborales, tributarias y las sobrerregulaciones al sistema financiero de manera urgente, actualmente las mismas solo promueven los ingresos bajos, subempleo e informalidad. Se precisa de un Estado descentralizado, compacto, moderno y digital. Innovación, investigación y desarrollo tecnológico. L

a ausencia de una política nacional de desarrollo tecnológico e industrial de largo plazo y de educación y tecnificación de calidad de los recursos humanos vienen siendo una fuerte limitante para nuestro desarrollo económico y social. Mientras el mundo se encuentra en los albores de la revolución industrial 4.0, Bolivia ha quedado estancada en la industrialización 2.0. Un ejemplo clarísimo es que debido a la tozudez durante la dictadura no se avanzó hacia la aplicación de la biotecnología en el sector agrícola, dejando al país en el último lugar de rendimiento de cultivos a escala sudamericana. Comercio, logística e infraestructura productiva.

Necesitamos conquistar mercados, las ideas plasmadas en productos y servicios hechas por manos y emprendedores bolivianos tienen enorme potencial interno y externo. Para ello, se requieren acuerdos comerciales y políticas de apoyo e incentivo a la producción y exportación. Asimismo, hay que mejor la logística documental y ejecutar proyectos de alto impacto con inversión pública en infraestructura productiva para reducir costos y tiempos.

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