Desde hace una década, las agrupaciones tradicionales recuperaron la costumbre de gritar lo que consideran ‘verdades’ en las cuatro esquinas de la plaza principal

17 de febrero de 2020, 6:12 AM
17 de febrero de 2020, 6:12 AM

“Atención señores y señoras, ahora van a escuchar una sarta de verdades que a más de uno hará colorear. Y como dijo Percy, dándoselas de capo, ‘si no se colorea es por sapo’. Como carbón cotoqueño a los sonsos calentamos (...)”, dice la introducción del bando carnavalero de Crema Camba Segunda Generación, ganador de este 2020.

Una vez más y como ocurre desde hace 11 años, en las cuatro esquinas de la plaza 24 de Septiembre, las comparsas participantes gritan a los cuatro vientos sus ‘verdades’ a los políticos.

El Correo carnavalero, en el que se leen bandos que pueden resultar desde divertidos hasta subidos de tono, tuvo su última versión ayer a mediodía, con la participación de ocho comparsas en busca de uno de los tres premios entregados por la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC).

A la convocatoria de los organizadores, la Unión de Comparsas Tradicionales (UCT), respondieron los Fregadazos, Januchos, Flojonazos Genuinos, Peines, Chacoteros, Mozalbetes, Crema Camba Segunda Generación y los Particulares Tacuarí (de la UCT).

El primer puesto lo llevó Crema Camba Segunda Generación (Bs 1.500), el segundo los Januchos (Bs 1.000), el tercero los Peines (Bs 500) y la mención de honor fue para los Particulares Tacuarí. La selección estuvo a cargo de un jurado calificador.

Falta juventud

La picardía cruceña se hizo sentir en la lectura de bandos, aunque comparseros como ‘Cuco’ Hoyos, presidente de los Particulares Tacuarí, creen que falta mayor participación de las nuevas generaciones, a diferencia de otras tradiciones recuperadas como el bandeao de la plaza Calleja. “Nos está costando”, reconoció Hoyos e invitó a los ‘pelaos’ a encontrar el gusto a esta práctica de antaño, que anuncia el inicio del Carnaval con una semana de anticipación.

De las alusiones no se salvó autoridad o candidato, ni los que se fueron. Como se diría en la jerga popular “no quedó muñeco con cabeza”, tras los ‘considerandos’.

“Notamos que se estaba perdiendo la tradición de leer los bandos, textos de prosa satírica sobre la gente del lugar, que un jinete, llamado correo, se encargaba de difundir”, explicó René Marañón, de la UCT.

Tags