La pequeña isla de Vaan, en el golfo de Manar, entre India y Sri Lanka, ha ido encogiéndose en las últimas décadas y, de seguir así, desaparecerá de la superficie en solo dos años. Pero un equipo de científicos y submarinistas está intentando salvarla. Te contamos cómo

25 de febrero de 2020, 8:08 AM
25 de febrero de 2020, 8:08 AM
Golfo de Mannar
Getty Images
Unos 150.000 pescadores viven cerca de la costa de la India en el golfo de Mannar.

Cientos de barcos pesqueros rodean la isla de Vann, un pequeño pedazo de tierra entre India y Sri Lanka.

La isla marca la frontera de la ferozmente protegida Reserva del Golfo de Mannar.

Estas aguas son el refugio de la flora y la fauna en una de las zonas más biodiversas de India, donde viven cerca del 23% de las especies de peces del país, unas 106 especies de cangrejos y más de 400 de moluscos.

Allí habitan también animales como el delfín y la ballena jorobada.

No solo eso: unos 150.000 pescadores dependen de los alimentos que puedan encontrar dentro de la reserva.

Y la isla de Vaan es la entrada a ese mundo.

Ubicada a una media hora en bote desde la localidad más cercana, Vaan siempre ha sido un refugio para los pescadores ante las tormentas y un centro de investigación para los científicos.

Pero en los últimos 50 años ha ido desapareciendo gradualmente.

Golfo de Mannar
BBC

En 1986 se creó la Reserva del Golfo de Mannar para proteger las 21 islas que había en dicha región.

Ahora solo quedan 19. Y Vaan es la que corre mayores riesgos de convertirse en la siguiente isla en borrarse del mapa.

De hecho, los investigadores señalan que podría quedar sumergida en 2022.

La isla pasó de tener 26 hectáreas de territorio en los años 80 a apenas 4,1 hectáreas.

Las razones son varias: la excesiva explotación pesquera, el aumento del nivel de los mares debido al calentamiento global y la extracción de coral, que ahora ha sido prohibida.

Para que esta pequeña isla sobreviva —y por ende, las otras que forman parte de la reserva— se tiene que cambiar la forma en que se explotan los recursos naturales en este lugar.

Reserva

Gilbert Mathews, un biólogo marino del Instituto de Investigación Suganthi Devadason, ubicado en la ciudad costera de Thuthukudi, recurrió a la pradera marina, un lecho marino poblado por plantas simples, como una vía para salvar el ecosistema de la isla.

El pasto marino tiene la virtud de producir flores, frutos y semillas, y juega un rol vital en los ecosistemas marinos.

"Como los corales, estos arbustos crean un hábitat para muchas especies, como los caballos de mar o los peces lagarto", dijo Mathews.

De acuerdo a los científicos, la pradera marina es capaz de absorber dióxido de carbono y también de producir oxígeno y otros nutrientes.

Cuadrado
Instituto de Investigación Suganthi Devadason
Los buceadores siembran la pradera marina y la protegen con un cerco rectangular hecho con tubos.

Y por su habilidad de atrapar sedimentos, esta hierba también actúa como filtro natural para limpiar las aguas y detener la erosión, que es otro de los problemas a los que se enfrenta la isla de Vaan.

Una de las primeras cosas que notó Mathews cuando inició su investigación, en 2008, es que mucho del pasto marino que había en Vaan se estaba soltando.

Ocurría por la forma en que los pescadores utilizaban sus botes y redes para pescar en las zonas menos profundas de la isla, algo que está totalmente prohibido en India pero que no se controla con demasiado rigor.

Y sin pradera marina, el ecosistema de la isla se deteriora.

Implementación

En estudios hechos entre 2011 y 2016, Mathews encontró que 24 kilómetros cuadrados de pasto marino habían ya desaparecido en Vaan.

"Creemos que restaurando las zonas de pasto marino en estas aguas vamos a fortalecer a la isla y de esa manera podemos comenzar a salvarla de que quede sumergida para siempre", explicó.

Ahora, el científico sabe que recuperar la pradera marina es todo un desafío. Un estudio de otra bióloga —Michelle Waycott, de la Universidad de Adelaida, en Australia— encontró que el pasto marino estaba desapareciendo rápidamente en todo el planeta.

El estudio de Waycott señala que al menos 29% de la pradera marina que existía en el mundo hacia 1879 se había perdido.

Pero si las praderas marinas pueden revitalizarse alrededor la isla de Vaan, también podrían servir como depósito de carbono.

"El sembrado y restauración de la hierba marina es una solución para mitigar los efectos del cambio climático y lograr alguna protección en esta frágil región del mundo", explicó Edward J.K. Patterson, director del Instituto de Investigación Suganthi Devadason.

Hierba marina
Instituto de Investigación Suganthi Devadason
El prado marino ayuda a restablecer los ecosistemas marinos dañados por la erosión y el cambio climático.

Después de tratar varios métodos de siembra en las zonas que habían sido dañadas —además, mientras el arrecife coralino y la erosión de la isla se deterioraban aún más—, hace poco finalmente se logró un avance concreto.

Se trata de una técnica basada en la trasplantación para restaurar la base de la hierba marina.

Mahalakshmi Bupathy, un investigador especializado en corales blandos, y Arathy Ashok, uno de sus estudiantes y también especialista en corales, se unieron al equipo en 2016.

Ambos son los encargados de bucear hasta el lecho marino de la isla, analizar qué sector necesita más hierba o cuál necesita otro tipo de intervención.

Pero no solo eso, también toman muestras de la fauna y la vegetación submarina.

Pradera marina

Así, llegaron a una conclusión: donde había mayor cantidad de pasto marino, el mar tenía una vida sorprendentemente rica.

"Encontramos unas esponjas marinas enormes que se habían visto por última vez hace 30 años. Esas son criaturas bastante enigmáticas", dijo Ashok.

El proceso de replantar la pradera marina consiste en limpiar primero los tallos que van a ser sembrados para retirar cualquier sedimento.

Hasta ahora los expertos se habían encontrado con el problema de que, al sembrarlas cubiertas de sedimento, no permitía que les llegara la luz solar y de ese modo que se produjera la fotosíntesis, fundamental para el crecimiento de la planta.

El trabajo de "reforestar" el lecho marino de la isla es básico, pero metódico. Así, unos ponen los tallos en bolsas, luego otros los colocan en baldes llenos de agua marina, y una vez listos, son llevados a la zona donde se van a plantar.

Hierba marina
Instituto de Investigación Suganthi Devadason
Durante más de tres años se intentaron varias formas de sembrar prado marino.

Todo el proceso se debe hacer en menos de una hora, porque si no los tallos se deterioran y mueren.

Después, para evitar que los tallos se descuelguen, se colocan en un área de un metro cuadrado cercado con tubos de plástico. En total, logran sembrar unos 80 metros cuadrados por día.

Si el trabajo sigue así, es posible que la isla de Vaan se mantenga íntegra.

Pero lo más importante es que las plantas arraiguen y se adapten al suelo.

"A las raíces les toma unos tres meses asentarse sobre este lecho submarino, que está lleno de lodo y tierra", señaló Ashok, quien una vez termine el proceso de ajuste de las plantas debe recuperar los tubos plásticos que las mantiene unidas.

Rehabilitación

A medida que van sembrando más bloques de hierba, los científicos van monitoreando cómo avanza el proceso.

Cada mes, miden los parámetros ambientales que pueden afectar el crecimiento del pasto marino, como la temperatura del agua, la salinidad, la acidez, las turbulencias, la sedimentación y los niveles de oxígeno.

Hacia el quinto mes de monitoreo, el equipo comienza a saber si la siembra fue exitosa o no.

Y en este caso, ven que la hierba marina ha crecido de nuevo alrededor de la isla.

"Podemos notar un incremento en la biodiversidad en estas áreas. Hemos visto gran variedad de peces, moluscos, tortugas marinas y hasta caballitos de mar", dijo Ashok.

tallos de hierba marina.
Instituto de Investigación Suganthi Devadason
El proceso de sembrado debe ser rápido para evitar que los tallos de prado marino.

Las praderas de hierba marina se convierten en donantes de vida para la isla y sus alrededores.

Sin embargo, al tiempo que la fauna marina vuelve a la isla, también vuelven los pescadores. Y eso abre la puerta a que la explotación pesquera comience a afectar las zonas que habían sido rehabilitadas.

Hasta ahora, se han rehabilitado nueve zonas degradadas del lecho marino en el golfo de Mannar.

Además de en Vaan, otros lugares de erosión rápida como las islas de Koswari, Kariyachalli y Vilanguchali han tenido trasplantes exitosos.

Se han restaurado otros dos terrenos alrededor de las islas en Palk Bay.

Los investigadores esperan que con el tiempo la hierba marina restaurada atraiga a mamíferos en peligro de extinción.

A la larga, la aplicación de las leyes de la India contra la alteración de la pradera marina tendrá que ser parte de la solución.

En 2019 se presentó un proyecto de ley de gestión de la regulación de la pesca marina. De aprobarse, los buques pesqueros más grandes y las embarcaciones mecanizadas tendrían que estar registradas y autorizadas por los departamentos estatales.

biológica.
Instituto de Investigación Suganthi Devadason
Todo parece indicar que la pradera marina está ayudando en la estabilidad biológica de la zona.

Necesitarían un permiso para pescar, lo que podría conducir a un mejor monitoreo y, en última instancia, a una menor destrucción de hierba marina y corales de la región.

Hasta la fecha, los esfuerzos conjuntos para restaurar el coral y el pasto marino alrededor de la isla Vaan y sus vecinos han fortalecido la costa degradada, haciéndola menos vulnerable a las amenazas, señaló Patterson.

"Este es el primer intento en la India de luchar para salvar una isla que se hunde", anotó.

Y parece estar funcionando, por ahora.


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