Opinión

cara a cara

29 de febrero de 2020, 3:00 AM
29 de febrero de 2020, 3:00 AM

_Lo que omiten los que ponen en duda el fraude. Son dos investigadores del Laboratorio de Ciencias y Datos del Instituto de Tecnología de Massachusetts. 

Publicaron un artículo en el Washington Post en el que argumentan que “no hay evidencia de fraude” en las elecciones del 20-O, pero no toman en cuenta hechos grotescos de manipulación y lo admiten : “No evaluamos si las irregularidades responden a una interferencia deliberada o si es producto de un sistema con fondos insuficientes”, dicen. 

Con esa simple frase borran de un plumazo que: 1) Hubo violación del sistema electoral antes y durante la elección. 2) Que servidores ajenos al Órgano Electoral introdujeron datos al sistema del TREP durante la interrupción del cómputo público. 3) Que se cortó la electricidad a la mala y de manera forzosa para interrumpir el TREP.

_Así como dicen que la OEA no presentó pruebas de que las preferencias electorales no varían según la hora de cómputo, tampoco ellos muestran evidencias de que estas sí pueden variar, suponen que se modifican asumiendo que hay “brechas graves” de infraestructura entre el campo y la ciudad. 

Según ellos, la tendencia “ganadora” de Evo antes y después de la interrupción del cómputo permite concluir que obtuvo más del 10% sin fraude. 

No mencionan que hubo lugares donde se omitieron las actas oficiales (porque se quemaron) y que se utilizaron los datos nada más y nada menos que del TREP. Tampoco se refieren a la identificación de rellenado de muchas actas por una sola persona ni la falsificación de firmas. Demasiadas omisiones para quienes se supone que son especialistas.



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