Opinión

Cómo derrotar al Foro de San Pablo

3 de marzo de 2020, 3:00 AM
3 de marzo de 2020, 3:00 AM

Corren tiempos difíciles para América Latina, nuestra libertad se encuentra atacada por este engendro, denominado Foro de San Pablo; hoy remozado como Grupo de Puebla.

El Foro de San Pablo no es una estructura política clásica, por eso es tan difícil de combatir. Es una fórmula ideada por Fidel Castro, con la exitosa experiencia de subyugar por tantos años la más bella isla del Caribe. El Foro es una transnacional del crimen organizado con careta política. Cuenta en su seno con políticos de tendencia totalitaria, guerrilleros, terroristas, cárteles del narcotráfico y nostálgicos del Muro de Berlín.

Mientras ellos cuentan con la ayuda de los aliados del Foro, varios organismos multilaterales controlados, así como ONG, universidades y medios de comunicación, los pueblos subyugados solo cuentan con sus propias fuerzas. Y para acabarla de amolar, cooptan todos los poderes del Estado cautivo, así como la Policía, el Ejército y los medios de comunicación.

Esta gigantesca adversidad fue la que venció el pueblo de Bolivia en noviembre de 2019, con la huida de Evo Morales, mascarón de proa del Foro.

Nuestra fórmula fue la guerra espiritual. Si bien la resistencia democrática era de larga data, no conseguimos con ella ningún resultado, por el contrario, la tiranía apretaba cada día más, igual que en Venezuela y Nicaragua. Fue en estas circunstancias que los cristianos entendimos que la lucha se debía dar en un plano superior. 

Comenzamos realizando una serie de ceremonias, invocando la ayuda divina, pero fue en el apoteósico cabildo del 4-10 que formó una inmensa cruz de ciudadanos vista desde el cielo con Cristo al centro, donde la poetisa Andrea Vaca formalizó el pedido con 1,5 millones de personas arrodilladas ente Dios, pidiendo perdón por los pecados, e invocando su ayuda y protección, que llegó a los 37 días, con la renuncia del narco tirano y sus huestes demoniacas, que tanto nos hicieron sufrir. 

Cabe recalcar que la renuncia se dio tan solo a 15 minutos después que la Biblia ingresó al Palacio Quemado.

Entiendo que este tipo de lucha política no convencional puede causar extrañeza a mucha gente, especialmente a los que no creen en el poder del Espíritu, pero las evidencias hablan por sí solas.

Desde Santa Cruz nació esta corriente que contagió a Bolivia. Una fórmula inspiradora, para los pueblos que luchan contra este tenebroso Foro.



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