El valor del producto pasó de $us 5,46 el millar de BTU a $us 1,7, un 32% de las exportaciones del país dependen del gas, que financia hasta un 27,6% del PGE

10 de marzo de 2020, 3:00 AM
10 de marzo de 2020, 3:00 AM

Bolivia no es inmune a los bajos precios del petróleo que cayeron hasta un 23,84% en una jornada catastrófica para los mercados externos. Como un ‘lunes negro’ así calificaron los expertos a esta caída histórica. Hasta ayer, el precio del crudo WTI se situó en $us 32,11 el barril. La afectación en Bolivia se sentirá en el próximo trimestre cuando el Estado reciba los recursos generados por la venta de gas, que al igual que el crudo, según los especialistas, caerá en un porcentaje similar.

Los recursos generados por la venta del gas representan hasta un 27% del Presupuesto General del Estado (PGE). Hasta el momento las autoridades, en especial de regiones productoras de Santa Cruz, han tratado de poner paños fríos a la situación y se han limitado a decir que se harán reajustes ante un escenario de precios bajos, priorizando proyectos que estaban programados y rezagando obras nuevas. Pero el contagio llegó, y lo hizo el domingo cuando comenzó el desplome del crudo, porque el precio del gas cayó a $us 1,7.

El viernes, las petroleras YPFB y Petrobras, firmaron una adenda al contrato por la venta de gas de Bolivia a Brasil, por un plazo de seis años más.

Pero lo medular del acuerdo es que ambas partes mantuvieron el costo del gas, que está indexado al precio del petróleo WTI.

Hasta ese día el costo del producto se situaba hasta en $us 5,46 el millar de BTU. La firma del contrato, fue catalogado de “fiesta” por parte de Yacimientos, que calculó que el país recibiría entre $us 4.000 y $us 6.000 millones.

La alegría duró poco, porque el domingo la página oficial del Ministerio de Hidrocarburos cotizaba el gas un 69% menos que el viernes, justo cuando los precios del crudo comenzaron a desmoronarse y se prolongó hasta el llamado ‘lunes negro’.

No obstante, hay quienes confían en que el shock durará poco haciendo que el impacto en la economía nacional no se profundice.

Dependencia gasífera

La economía del país tiene una importante dependencia de los ingresos por la venta de gas y los vaivenes del precio del petróleo repercuten de forma directa en el erario nacional. De hecho, entre 2014 y 2018 la renta generada por la venta de gas cayó hasta un 60%, pasando de $us 5.489 millones a $us 2.277 millones, por los bajos costos del crudo y poca producción nacional.

En 2019 la renta generada por este sector se recuperó llegando a los $us 2.700 millones.

Los expertos consultados por EL DEBER opinaron que los recursos generados por la venta de gas podrían bajar hasta un 30%, pero el efecto no se sentirá de forma inmediata sino entre junio y julio, cuando las arcas del Estado reciban y distribuyan los recursos generados por la venta del gas.

La influencia del sector también repercute de forma directa en el Presupuesto General del Estado (PGE). Para 2020 el Gobierno había asignado un techo presupuestario consolidado de Bs 210.910 millones. Si se analizan los datos del PGE 2019, cerca del 27,6% (Bs 58.211 millones) fueron financiados por recursos generados por YPFB.

En cuanto a las recaudaciones tributarias, para el 2020 el PGE calculó que el Estado reciba Bs 6.257 millones, por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), cifra que podría variar si el valor del crudo no se recupera.

Jorge Franco, secretario de Hidrocarburos y Energía de Santa Cruz, anticipó que el presupuesto que maneja la Gobernación cruceña ronda los Bs 1.000 millones.

De esa cantidad un 70% los aporta el sector de hidrocarburos.

En ese sentido, calculó que el departamento dejará de percibir unos Bs 210 millones de recursos generados por el gas.

“La disminución no es mediante la paga por la renta de hidrocarburos. Son tres meses después. Esto nos afectará como Gobernación en junio”, señaló la autoridad.

Franco calificó la caída del petróleo como histórica porque desde hace 30 años no se registraba un bajón tan abrupto.

“El precio del barril del petróleo descendió de $us 45 a alrededor de $us 31,52, lo que significa una noticia muy mala para el país, y específicamente para la Gobernación cruceña, habida cuenta del POA que se genera para la construcción de obras y para apoyar al sector salud”, dijo.

Por lo tanto, explicó que conjuntamente con el Gobierno nacional, se tendrán que tomar medidas para ver la forma de frenar los efectos en cuanto a la planificación de los proyectos del Gobierno departamental.

Eso sí, anticipó que priorizarán las obras que ya fueron presupuestadas y se relegarán algunos proyectos nuevos.

“Nadie espera esta situación, pero nosotros ya tuvimos congelamiento de cuentas y supimos manejarnos y hablamos con las empresas (constructoras). Tratamos de ser más eficientes”, dijo.

Por esta situación, Franco informó que el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, convocó a una reunión de gabinete.

El funcionario dijo que a la actualidad el gobierno subnacional cruceño tiene en ejecución obras en educación como institutos autonómicos, puentes y caminos. “En electrificación son construcciones de redes. En tres meses no hemos licitado mucho”, señaló la autoridad.

Mientras que Costas sostuvo que la caída también afectará a los diferentes municipios del departamento y de todo el país.

“Veremos cómo se desarrollan las cosas y nuestro presupuesto. Hemos tenido años difíciles en cuanto a la caída de precios y supimos enfrentarlos”, dijo.

El economista Germán Molina, adelantó que ante esta situación el Gobierno tendrá que hacer varios ajustes al Presupuesto General, debido a que el techo presupuestario fue calculado pensando que el barril del petróleo se situó en $us 51,37. Pero hasta en las principales bolsas del mercado global el WTI cerraba a $us 31,13.

“Son menos $us 20,24 por barril, entonces el Gobierno tiene que hacer ajustes en el presupuesto”, señaló.

Con relación al comercio exterior nacional, según el IBCE un 32% de las exportaciones que realizó Bolivia en 2019 corresponde al sector de hidrocarburos y un 48% al minero.

En total, el año pasado Bolivia exportó al mundo $us 8.756 millones. De esta cantidad, 2.797 millones fue por la venta de gas.



Disminuirán importaciones

El especialista del sector Hugo Del Granado, explicó que, si bien la caída de recursos será importante, también repercutirá en la importación de combustibles.

“Del lado positivo se pagará mucho menos por la compra de los combustibles”, señaló.

De acuerdo a datos de Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) el país gastó en 2019 unos $us 1.482 millones en la compra externa de gasolina y diésel.

De esa cantidad, $us 569 millones fueron para la compra de gasolina y $us 969 millones para diésel.

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, coincidió con Del Granado, y dijo que el país podrá comprar diésel y gasolina a un precio menor. “Nos impacta favorablemente porque los valores de los combustibles van a caer de forma inmediata. Ahí hay una reducción de al menos un 30% en ese presupuesto”, señaló Ríos.

Por el lado de las exportaciones, dijo que el impacto es negativo “porque vamos a exportar gas natural a menor precio”.

Para él, todavía es apresurado proyectar lo que pueda pasar tomando en cuenta lo cambiante que es el mercado internacional.

Eso sí, a futuro, dijo que Bolivia debe buscar nuevos mecanismos para establecer un precio más favorable para el gas. Explicó que, por ejemplo, en estos momentos los precios del GNL, están más estables que los del petróleo.“El GNL no depende del crudo y está estable, porque está separado de los precios del petróleo”, señaló Ríos.

Bernardo Prado, especialista en hidrocarburos, señaló que la situación demuestra que la bonanza económica que registró el anterior Gobierno fue debido a los altos precios del crudo que en su momento superaron los $us140 el barril. “Ahora nos toca enfrentar precios que no son favorables. Hay que ver qué tanto dura esta crisis”, dijo el especialista.

Al igual que Ríos sostuvo que es hora de ver otra forma de cotizar el precio del gas, para evitar los vaivenes del petróleo.

Visión del sector

A decir de la presidenta de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Claudia Cronenbold, las decisiones, principalmente de inversión, se toman en función al escenario de largo plazo que se construye con premisas, principalmente de precio.

“Desde 2015 estamos en un escenario de precios bajos. Esta tendencia más las condiciones contractuales poco atractivas que Bolivia ofrece a los inversionistas en el sector de hidrocarburos impactan negativamente en las inversiones, tanto de exploración como de desarrollo”, dijo.

Denotó que la inversión en exploración han sido bajos y que en la operación también ha visto un esfuerzo importante de las empresas por reducir al máximo sus costos optimizando procesos. “Si la coyuntura se prolonga la dinámica se agudizará”, alertó.

Se envió preguntas al Ministerio de Economía, pero hasta el cierre de esta edición no contestaron. Desde esa cartera de Estado indicaron que estaban analizando la situación.

El ‘lunes negro’ terminó con los precios por los suelos, y dejó en evidencia que Bolivia no está blindada de las crisis globales, habrá que esperar si el país soporta esta especie de tormenta perfecta.


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