Opinión

¿Serán las encuestas “el nuevo Decamerón”?

19 de marzo de 2020, 3:00 AM
19 de marzo de 2020, 3:00 AM

A propósito de la expansión del coronavirus, un columnista de La Nación hizo recuerdo que la célebre obra de Bocaccio, “Decamerón”, tiene como escenario una villa de Florencia (Italia), a donde huyeron siete mujeres y tres hombres para evitar contagiarse la peste bubónica que asoló esa región del planeta en los primeros siglos del primer mileno de nuestra era.

Me copió la idea. Decamerón comienza con la llegada de los jóvenes a la Villa para entrar en cuarentena. Para pasar el tiempo, la “reina” plantea dos alternativas de distracción: “hay mesas y juegos de ajedrez para los que deseen jugar, mas si opináis como yo nadie jugará. En el juego la diversión no es recíproca: siempre cada uno de los jugadores se impacienta y se incomoda, lo cual disminuye en gran manera el placer de su adversario, lo mismo que el de los espectadores. ¿No valdría más contar algunas historietas, relatar algún cuento bonito, inventarlos si se quiere, cuando no se sepan? En este género de diversión, el que habla y el que escucha quedan igualmente satisfechos”.

La propuesta es aceptada, y comienza la sucesión de los cuentos… hasta que la peste aminora, los jóvenes retornan a Florencia y Bocaccio escribe el libro entre 1351 y 1353, provocando airadas reacciones por supuestos excesos en las narraciones, particularmente de las prácticas amatorias, ante las que retruca escribiendo: “Con todo, confieso que no hay nada estable en este mundo y todas las cosas tienen sus vicisitudes; así, pues, mi lengua puede haber sufrido la suerte común, aunque me dijo cierto día una de mis vecinas que era la mejor y más dulce del mundo, y, cuando eso sucedió, muy poco me faltaba para concluir mis escritos. He aquí mi respuesta”.

En tiempos en que las redes sociales están desterrando a los cuenta cuentos y que la picaresca ha pasado a la historia, será difícil que algún grupo huya del coronavirus y se refugie en una villa para narrar historias. Pero, siendo dos pestes las que nos afectan, el coronavirus y la campaña electoral, podríamos organizar, para efectos de distracción, un grupo virtual para analizar encuestas mientras dure nuestro encierro, sobre las que podemos hacer correr a nuestra imaginación…

Cada día se reflexionaría sobre la última encuesta con el propósito de elaborar unos “papers” a compartir con los miembros del grupo virtual para, una vez que se los lea, proceder al debate. Se podría aceptar que se contrate a especialistas del MIT, ya sea para rebatir o justificar cada estudio (algunos de estos no tienen problema en llegar a resultados en función de qué quiere el contratista), y arribar a algunas conclusiones… Así, el 31 de marzo tendríamos unos 10 capítulos del Decamerón del 2020.

Siendo el proponente me adelanto con una narración. Si bien desconfío de las encuestas que se están publicando (aunque espero la de Jubileo, porque me parece que sus directivos tienen más capacidad de evitar presiones interesadas), creo que sirven para detectar tendencias de intención de voto. Si esto es cierto, me animo a estimar que los tres primeros lugares serán ocupados por Comunidad Ciudadana (CC), Juntos y MAS… y en ese orden.

El análisis que me lleva a esa previsión es, respecto al MAS, que no hay correlación entre los resultados de las encuestas de intención de voto que dan un primer y lejano lugar su candidato y la realidad... Primero, porque en los dos conteos rápidos creíbles que se realizaron el 20 de octubre pasado, se estableció que el MAS ocupó el primer lugar al obtener alrededor del 36 por ciento; segundo, que Evo y el MAS fueron derrotados y expulsados del poder en noviembre del 2019 y, tercero, que en todas las elecciones en las que el expresidente fugado no fue candidato, el MAS obtuvo menos votos. Por tanto, no creo que Luis Arce supere a Morales en número de votos.

En cuanto a Mesa y Áñez, ambos llevan la preferencia de los sectores que representan. Los otros candidatos no tendrán vela en el entierro, aunque pueden distorsionar algo el voto opositor al MAS.

Pero, como dijo un ciego al entrar al cine, veamos. La verdad la conoceremos en la noche del 3 de mayo, y los resultados nos darán la pauta de lo que sucederá en la segunda vuelta electoral que les aseguro que habrá.

Ahora, pregunto a mis lectores, hombres y mujeres: ¿Hay o no hay suficiente material para que las encuestas sean el tema del nuevo Decamerón en esta cuarentena provocada por el coronavirus?

 



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