El mediocampista cumple su rutina de entrenamientos junto a su esposa y su hijo. Su club, el MK, controla su trabajo digitalmente

El Deber logo
22 de marzo de 2020, 20:04 PM
22 de marzo de 2020, 20:04 PM

Tobias (hijo) y Live Thornaes (esposa) se han convertido en los compañeros de entrenamientos de Diego Panique, el futbolista boliviano que milita en el MK (tercera división) de Noruega, mientras se cumple la cuarentena por el Covid-19. Lo acompañan en la rutina diaria que es controlada digitalmente por el club y así serán todas las jornadas hasta que el balón vuelva a rodar en los estadios del mundo.

Panique tiene que trotar cinco kilómetros cada jornada, una aplicación registra si cumplió o no. Además, le enviaron a su correo electrónico cómo debe completar su trabajo para mantener su buen estado físico y analizar lo táctico. “También adjuntaron el documento con el registro de nuestro peso y masa corporal, si retornamos con más, tendremos multa”, contó a DIEZ desde Borhaug.

El patio de su casa, su material deportivo y, por su puesto, sus fans (su pareja y su primogénito) es lo que Diego necesita para seguir al pie de la letra cada indicación que le dieron hace dos semanas, cuando el país europeo entró en confinamientos, pues desde 9 de marzo los casos de coronavirus empezaron a incrementarse masivamente.

“De un día para otro, aparecieron cerca de 300 casos, a raíz de ello las autoridades declararon estado de emergencia. La gente está en casa, solo los centros de abastecimientos de alimentos están abiertos”, relató Diego.

El exvolante de Universitario de Sucre solo ha asistido una sola vez al supermercado, se aprovisionó para un mes. “Aquí te dan guantes, barbijos y te desinfectan con alcohol en gel para ingresar y para salir, así que por eso uno asiste con tranquilidad”, agregó Panique, a la espera de que los casos de coronavirus disminuyan y pueda volver a disputar un partido de fútbol.