El sector es uno de los más golpeados. Los talleres cerraron y varias personas se quedaron sin fuente de ingresos. Piden apoyo del Estado. Peligran 5.000 unidades productivas en Santa Cruz.

24 de marzo de 2020, 18:48 PM
24 de marzo de 2020, 18:48 PM

Aislado y trabajando en soledad, así pasa los días de cuarentena, Rolando Alcón. Él es un pequeño textilero, y si bien no se contagió de coronavirus asegura que lo que se viene para él es mucho peor que esta enfermedad: la quiebra. “No sé cómo voy a poder sobrevivir tantos días parado”, dijo.

“Estoy terminando de usar unas telas que tenía. Me estoy deshaciendo de lo último que tengo, para poder confeccionar unas blusas y poleras cuando pase todo esto”, aseguró.

La rutina de Alcón comienza desde temprano. Enciende su máquina de coser y empieza a diseñar a moldes que unidos entre sí forman una camisa, una blusa o un pantalón.

“Debemos hacer algo en estos días de cuarentena. Si no me vuelvo loco”, señaló el hombre.

Una situación similar vive Carlos Mamani, que cerró su taller textil. La cuarentena frenó una inversión importante para ampliar su pequeña fábrica textil que maneja junto con sus hermanos.

“Todo quedó en nada y tuvimos que cerrar”, afirmó el hombre que ve con incertidumbre el futuro del negocio familiar, y ahora se refugió en una pequeña propiedad donde cría cerdos.

Desde el 22 de marzo Bolivia entró en una cuarentena hasta el 4 de abril, medida decretada por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus. Sin embargo, algunos sectores se han mostrado preocupados porque la medida que paraliza la actividad económica.

“La situación es complicada, algo tendrá que sacar el Gobierno, porque la gente va a preferir salir a buscar dinero a la calle para llenar su estómago y se va a contagiar”, afirmó Alcón.

Unidades productivas pueden cerrar

Felix Huaicho, presidente de la Federación de la Micro y Pequeña Empresa de Santa Cruz, advirtió que antes de la cuarentena el sector venía golpeado por los conflictos sociales. Esto hizo que 200 unidades productivas de la capital cruceña cierren sus puertas. En la actualidad, su institución agrupa 5.000 negocios ligados a la metalmecánica, carpintería y la actividad textilera.

Todos estos rubros, según el dirigente se verán afectados por el cese de actividades, ante la emergencia sanitaria.

Por eso, indicó que desde su sector se envió una propuesta al Gobierno para que pueda intermediar con el fin de que los bancos puedan postergar el cobro de capital de crédito por al menos seis meses.

“La situación es complicada algunos compañeros incluso están ofertando sus maquinarias porque piensan dedicarse a otra cosa”, aseguró.

La cuarentena no cumple ni diez días y ya preocupa a gente como Alcón y Huaicho, que, si bien no son víctimas mortales del virus, sufrirán las secuelas económicas de este mal.