La agenda económica de los países más poderosos refleja un giro que apunta a reducir las consecuencias de la pandemia. Sin embargo, los augurios respecto al corto plazo no son alentadores

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25 de marzo de 2020, 21:58 PM
25 de marzo de 2020, 21:58 PM

Además de generar una crisis sanitaria global, coronavirus es percibido como el principal responsable de una crisis económica que se agiganta y golpea todo lo que se encuentra a su paso. En este sentido, la principales potencias del mundo aceleran sus medidas para blindar su economía y proteger a sus comunidades.

EEUU

El país gobernado por Donald Trump movió el tablero al activar una ley de 1950, que permite al Estado intervenir a las empresas para movilizar la producción privada para contrarrestar al Covid-19, es decir, pueden obligar a las empresas a fabricar y agilizar la producción de insumos médicos y otros, según la BBC.

Además, al menos hasta finales de abril se suspendieron los desahucios y las ejecuciones hipotecarias y la socialización para activar un fondo de $us 1 billón, donde se incluye el envío de cheques de $us 1.000 a los grupos más vulnerables del país.

Bajar las tasas de interés a casi cero e inyectar liquidez por valor de $us 700.000 millones en el mercado con la compra de bonos del Tesoro y valores hipotecarios son otras medidas, ya conocidas en la recesión de 2008.

Europa

Reino Unido anunció que garantizará $us 400.000 millones en préstamos (respaldados por el gobierno) a empresas afectadas por la pandemia, medida representa en torno al 15% del PIB del país. También suspenderá el pago de hipotecas por tres meses para quienes tienen dificultades financieras e inyectará fondos en ayudas directas y subvenciones a empresas pequeñas, además de exenciones tributarias por un año.

En Francia, los planes anunciados se centran en la entrega de recursos para trabajadores y empresas. La implementación de garantías fiscales para préstamos también están en agenda, así como la protección a las empresas amenazadas por el escenario gestado a raíz del coronavirus (no se descartan nacionalización), de acuerdo con la administración de Emmanuel Macron.

En dicho país europeo también se entregarán beneficios a los trabajadores autónomos con la remuneración de dos meses de salario en caso de que estén parados por la crisis sanitaria. Un 'fondo de solidaridad' para cubrir a las pymes también es parte del plan francés, según AFP.

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Créditos ilimitados garantizados por la banca pública es la principal medida en Alemania para evitar el quiebre de empresas. Además, los empresarios tienen luz verde para reducirla carga horaria de sus trabajadores en caso de la merma de producción. También se contempla aplazar impuestos.

Asia

China, considera la cuna del coronavirus, es otros de los países que pagará un alto precio con contrarrestar las consecuencias de esta crisis y mostrará un déficit histórico (con cifras negativas que oscilan entre -4% y -9%), de acuerdo con la previsiones de organismos económicos asiáticos. El diario español El País reflejó a través de sus analistas que el principal golpe se da por la ausencia de consumidores de productos y servicios chinos, lo que afecta también al empleo.

Frente a esta situación, además de aprobar recortes de impuestos, exenciones y ayudas millonarias, el Banco Central chino anunció este viernes por segunda vez este año una rebaja en la cantidad de efectivo que algunos bancos deben mantener como reservas. En la práctica, esto supone la liberación de unos 79.000 millones de dólares en liquidez con los que dar préstamos a las pequeñas y medianas empresas, de acuerdo con La Vanguardia de España.

Para Mao Shengyong, de la Oficina Nacional de Estadísticas, el Producto Interior Bruto del primer trimestre “dependerá principalmente de lo que suceda en marzo, ya que este mes representa en torno al 40% de la economía trimestral, mientras que enero y febrero suman el 60%”.

El Banco de Japón amplió el estímulo monetario en una reunión no programada el 16 de marzo para aliviar las tensiones del financiamiento corporativo y calmar así los mercados financieros sacudidos por la crisis sanitaria, según Reuters.

Con la flexibilización monetaria como medida provisional para hacer frente a las tensiones inmediatas en los mercados, el Banco de Japón se centrará en cómo hacer frente a las consecuencias económicas del virus cuando se reúna la próxima vez para revisar los tipos de interés el 27 y 28 de abril.

América Latina

Desde el lado de las potencias económicas de América Latina, México y Brasil, los enfoques son distintos. En el primer caso, el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador, existen los recursos suficientes para enfrentar una crisis económica, según el propio mandatario (quien considera que la crisis sanitaria no es prioridad en su país).

Sin embargo, los entendidos en materia económica consideran que la situación es un tanto compleja, ya que EEUU (su principal socio comercial) está encarando desde el otro polo el tema de la recesión económica.  Al panorama de México se suma la caída del turismos a causa del coronavirus y el descenso de ingresos de la estatal petrolera Pemex, debido al poco entendimiento de las potencias petroleras.

Mientras en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro afirmó que el cornavirus es un seria amenaza para la economía de su país. Según la BBC, el Gobierno solicitó al Congreso que apruebe declarar al país en "estado de calamidad pública", una medida que le permitirá mayor libertad en el manejo del presupuesto para enfrentar la pandemia. Si los legisladores aprueban la iniciativa, el Gobierno no tendrá que cumplir con metas previstas para este año.

Se conoce que en Brasil la proyección de crecimiento se redujo de 2,1% a un casi nulo 0,02% y para paliar esta situación, el Estado brasileño inyectó $us 11.000 millones para proteger, principalmente, los empleos de la población y financiar la suspensión de intereses y pagos de créditos al sistema financiero, así como abrir nuevas posibilidad de acceso a financiamiento por parte de las pymes, según O Globo.

Estimaciones negativas

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió el miércoles que la pandemia puede llegar a destruir hasta 24,7 millones de empleos en todo el mundo, superando así la factura laboral de la crisis financiera de 2008, que desencadenó la eliminación de 22 millones de puestos de trabajo.