La emergencia sanitaria, según economistas, deja al descubierto el fracaso del modelo económico. Además, se hace evidente que el país debe acelerar la revolución digital para optimizar el trabajo

27 de marzo de 2020, 11:50 AM
27 de marzo de 2020, 11:50 AM

Durante casi 14 años el exministro de Economía y actual candidato a la presidencia por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, sostenía que la economía estaba blindada ante las crisis. Ese fue siempre el discurso, desde el antiguo Gobierno del expresidente Evo Morales. 

Sin embargo, la crisis sanitaria por la expansión global del coronavirus deja en evidencia, según tres analistas consultados, que eso no es cierto y que la situación de la salud es casi ‘franciscana’.

Los expertos también sostienen que este periodo deja cosas buenas, como que ahora los bolivianos pueden trabajar desde casa, gracias al apoyo tecnológico.

Nada es igual desde el 10 de marzo cuando el Gobierno anunció lo primeros casos de este mal. Doce días después decretó una cuarentena total, que ahora se extenderá hasta el 15 de abril. En este contexto, deja desnuda las falencias dentro del sistema, en especial en el ámbito económico.

Parafraseando a Warren Buffett, inversor y empresario estadounidense, “sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”, el economista Jaime Dunn, señala que la crisis generada a escala global por el Covid- 19 deja al descubierto que, en la época de bonanza, el país invirtió poco en salud y se malgastó mucho dinero en incluso empresas del Estado poco rentables, que manejaron hasta Bs 75.000 millones por año.

“Con semejante crisis nos hemos dado cuenta que poco hacen incluso las grandes potencias en salud”, afirmó el especialista financiero.

Se aprendió, según Dunn, que la salud es lo más importante; incluso antes que sanear la economía afectada por esta crisis sanitaria global.

“La economía funciona con personas saludables y vivas. No hay que perder el enfoque. El actual Gobierno actuó bien en ese sentido y el tema económico lo está manejando de forma paralela”, señaló.

En lo económico dijo que lo que se asignaba en el presupuesto era poco para el sector. Sostuvo que la partida presupuestaria debe mantenerse o superar el 10%. Además, afirmó que es hora de buscar otro modelo que guíe  hacia la recuperación de la economía.

No estábamos 'blindados'

El economista Germán Molina, añadió al análisis que la actual situación deja al descubierto la precariedad económica del país, pese a vivir un periodo de precios altos de minerales e hidrocarburos en el mercado global, que ahora están en picada.

No estábamos blindados como decía el exministro Arce. La salud también estaba desmantelada. Se hicieron canchas e infraestructuras faraónicas sin uso”, señaló.

Apuntó que es falso que nuestra economía estaba igual que Chile. "Estamos igual o peor que antes”, sostuvo.

Molina dijo que se malgastaron más $us 50.000 millones que ingresaron al país por los precios altos. "Hemos aprendido que saliendo de esto debemos cambiar”, señaló.

Este cambio, según Molina, se verá en las nuevas formas de trabajo que han adoptado las empresas a través del uso de medios digitales.

Ambos especialistas indicaron que la presencia del Estado es necesaria, ya que ante esta crisis el Gobierno optó por inyectar liquidez en el mercado, y coordinó medidas con los bancos para que se puedan reprogramar los créditos.

Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, dijo que lo positivo de esta crisis es que pone al país en el inicio de una revolución digital debido que muchos empresarios utilizan nuevas herramientas para poder trabajar durante el periodo de aislamiento, por lo que urge el establecimiento de un Gobierno electrónico.

“Esto nos está apresurando a que debemos contar con un Gobierno electrónico. Hoy en día son un boom las clases virtuales y el trabajo en casa o teletrabajo. Hemos visto que se han introducido aplicaciones para servicios, y el comercio on line”, señaló el economista.

Otras de las lecciones positivas, coinciden los consultados, es que se demuestra que el país tiene un buen sistema logístico para la provisión de alimentos.