Ayer en un hospital de tercer nivel de Santa Cruz de la Sierra, el personal de emergencia y de terapia intensiva se enfrentó a una paciente que dio positivo por coronavirus

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28 de marzo de 2020, 14:59 PM
28 de marzo de 2020, 14:59 PM

No debió pasar, pero ya pasó. “Soy mamá de tres niños menores de cinco años, estuve en contacto con la paciente y no tenía todo el equipo de protección personal que debería tener. ¿Se imagina?, ahora qué será de mí, dígame. ¿Cómo estoy yo, cómo me siento? Ahora estoy aquí encerrada, aislada en un cuarto sin ver a mis hijos y sin poder hacer nada. Soy una mamá que doy de lactar todavía”, solloza la mujer.

Ella es enfermera de un hospital de tercer nivel de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, un hospital que no debía recibir pacientes con coronavirus, que debía identificar sospechosos, aislarlos y llamar al Servicio Departamental de Salud para que lo recojan y lo trasladen al hospital especializado.

Nada de eso sucedió: la paciente ingresó por emergencia, según otra enfermera del mismo nosocomio, el 25 de marzo, se descompensó, fue intubada y derivada a terapia intensiva. El diagnóstico preliminar que figuraba en su historia clínica presumía que se trataba de influenza, neumonía o hantavirus. No se sospechó de coronavirus hasta que anoche, en el reporte diario del Sedes, se detectó en ella como una de las 42 pacientes reportadas, la primera en estado crítico.

El personal de salud de dicho hospital se enteró del positivo por la televisión. Según el relato de otra enfermera, tuvieron que batallar y utilizar influencias para el Centro Nacional de Enfermedades Tropicales le realice la prueba y les dijeron que debían esperar dos días por los resultados. "Anoche, a las nueve o diez de la noche, nos enteramos por la televisión", relata a través de un video otra enfermera.

Ahí cundió la desesperación en el personal de Emergencias y Cuidados Intensivos del hospital: todo el personal había estado en contacto con la paciente y había tratado a otros más que habían llegado hasta la consulta. Ninguno tenía el mameluco de seguridad indicado para enfrentarse a estos pacientes.

Según el relato de la enfermera, anoche hubo una reunión con las autoridades de salud que le recomendaron entrar en cuarentena. Hasta esta hora, EL DEBER no ha podido confirmar cuántos médicos y enfermeras han sido aislados en el nosocomio de tercer nivel, pero les dijeron que si faltan médicos, serán reemplazados con nuevo personal.

Hoy a las 8:30, llegó por fin el material de categoría 4 recomendado para proteger al personal de salud del contagio de la enfermedad. Por la cuarentena al que fue sometido el personal de salud, en cuidados intensivos, solo había una enfermera y la paciente con Covid-19, según el relato de la enfermera, no ha sido trasladada al hospital del distrito 10 preparado para las víctimas de esta pandemia.

Desde hace días, el personal de salud clama a las autoridades departamentales por capacitación y equipamiento para enfrentarse a la enfermedad. La respuesta de las autoridades es que deben atender a los enfermos siguiendo las medidas de bioseguridad que la Organización Mundial de la Salud aconseja y que el personal que no quiere trabajar lo comunique al director de su hospital para saber con cuántos se puede contar.

“Como mamá que yo no me corro de atender al paciente, es mi profesión y es mi misión. Yo no me puedo negar a atender, pero que me den mi equipo de protección que no me han dado al inicio, no me lo han dado, pero aún así lo he atendido, me he arriesgado y estoy arriesgando la vida de mi familia. Bolivia no está preparada, las autoridades nos están mintiendo, dónde están nuestras autoridades, están queriendo tapar el sol con un dedo”, llora la enfermera.