Óscar Urenda, secretario departamental de Salud, indica que los médicos y enfermeras que tuvieron contacto con la paciente con coronavirus internada en un hospital de tercer nivel, debieron estar con traje de seguridad, porque el Sedes le entregó 500 de ellos al director de dicho nosocomio. EL DEBER se contactó con enfermeras y médicos de ese nosocomio y aseguraron que recién hoy a las 8:30, luego de alarma, les entregaron el equipamiento.

“No puede ser que un hospital esté aislado, que no atienda a enfermos de VIH, tuberculosis o de coronavirus. Es su obligación”, dijo Urenda, en tono molesto.

Hoy se conoció que una paciente de 67 años está internada en un hospital de tercer nivel con diagnóstico confirmado de coronavirus. Las enfermeras y médicos que la trataron desde el 25 de marzo no contaban con los trajes de seguridad categoría 4 que se aconsejan para este tipo de contactos.

Urenda cree que puede tratarse de un boicot y asegura que todo el personal de emergencia, toma de muestras, terapia y demás servicios de un hospital está capacitado para tratar a pacientes con coronavirus. “Si no tuvieran el equipo de seguridad, yo mismo me pongo en frente de ellos, pero lo tienen. Lamentablemente, hay desinformación y deben preguntar al director del hospital y a la jefa de enfermeras”, dijo.

En contacto con una de las enfermeras que se encuentra en cuarentena por haber estado en contacto con la paciente, aseguró que no les habían dado los mamelucos blancos que cubren todo el cuerpo y la cabeza. Este dato fue corroborado por una médica de la misma institución, que sí sabía que el equipamiento estaba en las oficinas del director.

Urenda dice que de ser cierta esta denuncia, esto demuestra desorden en el hospital, que el Sedes no puede estar en la administración del hospital y que cada uno debe cumplir con sus responsabilidades.

Consultado si la paciente será trasladada, Urenda dijo que se quedará en el hospital de tercer nivel, porque no puede trasladar a una paciente que necesita respirador.

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