Se trata de cuatro pediatras, dos ginecólogos y tres médicos generales. Hubo capacitación del Sedes, pero esperan los equipos antes volver a atender pacientes. Hevia dice que no serán reubicados y que tiene una lista de 1.500 profesionales que quieren trabajar

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28 de marzo de 2020, 18:30 PM
28 de marzo de 2020, 18:30 PM

El Hospital de la Pampa de la Isla, uno de los centros de salud señalados como lugar de internación para pacientes con coronavirus está en pie de guerra. Por la mañana, el personal de salud exigió condiciones para seguir trabajando y tras un choque con el director del nosocomio pidieron públicamente un nuevo director que no los amenace con despedirlos por no querer trabajar en esas condiciones. Por la tarde, Boris Chang, epidemiólogo del Servicio Departamental de Salud (Sedes) acudió hasta La Pampa para calmar los ánimos y ofrecer una capacitación. Al final de ellas, según uno de los médicos que participó del seminario, nueve galenos pusieron su cargo a disposición y pidieron a la Alcaldía que los reubique por miedo a contagiarse con Covid-19.

Según la fuente consultada por EL DEBER, se trata de cuatro pediatras, dos ginecólogos y tres médicos generales que pidieron ser reubicados en otros hospitales de segundo o primer nivel. Este hospital fue traspasado por la Alcaldía a la Gobernación para que funcione como nosocomio de emergencia por el coronavirus, pero su personal es pagado por la comuna.

 Consultado al respecto, Raúl Hevia, secretario de Salud del municipio, dijo que ni loco iba a darle nuevos destinos a los que no quieren trabajar con pacientes Covid-19, que tenía una lista de 1.500 profesionales que esperan por un puesto de trabajo y que sus colegas tienen que entender que “estamos en una situación de guerra”, en la que cada día aumentan los casos.

“El que quiera renunciar está en su derecho, que renuncie”, sentenció Hevia.

Una enfermera del mismo nosocomio aclaró que no es que se nieguen a atender a los pacientes con alguna patología, sino que piden tener el equipamiento necesario de bioseguridad para no convertirse ellos mismos en víctimas del coronavirus. Eso sí, aclaró que quieren el material para todo el personal y en cantidad suficiente, porque por más caro que sea, cuando se trata de este tipo de enfermedades, es material desechable. 

El médico de La Pampa explicó que el temor del personal es por no contar con el equipo de seguridad necesario para tratar a los 14 pacientes covid-19 que actualmente están internados allí. Señaló que el Sedes ha repartido pocos trajes de seguridad nivel 4, aunque se comprometieron a dotarlos entre mañana y el lunes. “Estamos un poco susceptibles porque prometen y no cumplen. Mi turno es el lunes y si no me dan todas las medidas de seguridad, voy a ir a trabajar pero no voy a atender a ningún paciente. Estamos entre la espada y la pared. Ya no vivo en mi casa, estoy en cuarentena junto a otros colegas en un departamento. Tengo miedo de contagiar a mi familia o las personas de mi otro trabajo”, confesó el galeno.

A él y a sus colegas los asustan los datos de otros países: más de 90 médicos contagiados en Perú, uno de cada nueve galenos en Italia… “Nosotros también tenemos derecho a la salud, no solo el pueblo. Latinoamérica no estaba preparada, en todos lados es un desastre”, lamenta.