La ministra Longaric sostiene que el tema es complejo y que seguirá en análisis ver lo que se hace con los compatriotas. Ayer un general chileno lamentó la tozudez e indulgencia del Gobierno

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31 de marzo de 2020, 9:51 AM
31 de marzo de 2020, 9:51 AM

La cifra de bolivianos en la frontera con Chile subió a 300, de acuerdo con una recopilación de datos realizada por autoridades de la vecina nación, en la ruta entre Huara y Colchane. El Gobierno de Jeanine Áñez mantiene su posición, no podrán ingresar a territorio nacional.

Los datos indican que el catastro realizado en la víspera por la Policía Internacional y Migración detallan que muchos de los compatriotas permanecen en carpas improvisadas a la espera de poder retornar al país.

El general Guillermo Paiva, jefe de la defensa chilena en Tarapacá, criticó ayer la “tozudez e indolencia” del Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez en Bolivia, que decidió, a último momento, evitar el ingreso de los bolivianos.

La canciller boliviana, Karen Longaric, rechazó el manejo político de la situación y explicó que la decisión política para evitar el retorno fue asumida en conjunto, para cuidar a la mayoría de la población y evitar un contagio masivo.

“Francamente, yo no quiero emitir opinión sobre ese tema, porque rechazo que se utilicen momentos dolorosos de los bolivianos para entrar en un debate político que no nos va a llevar a nada”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, en entrevista con Red Uno.

Ratificó que ella apoyaba la repatriación. “Soy consciente y favorable de esa decisión, es decir, de dejar entrar a los bolivianos varados, pero es una situación muy difícil, hay posiciones contrapuestas y riesgos muy altos de contagio”, acotó.