La paralización de las competiciones futbolísticas en Brasil por el coronavirus pone en peligro la economía del fútbol brasileño

31 de marzo de 2020, 9:36 AM
31 de marzo de 2020, 9:36 AM

La paralización de las competiciones futbolísticas en Brasil por la pandemia del nuevo coronavirus amenaza las finanzas de los clubes, confrontados ya a tensiones salariales y ahora a una reducción de ingresos y a una previsible caída de la venta de deportistas para los campeonatos extranjeros.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) propuso aplazar de mayo a julio el inicio del campeonato brasileño de primera división (Brasileirao).

Tan solo ese factor debe significar para los equipos "pérdidas de un 18% de sus ingresos en relación a la facturación del año pasado", dijo a la AFP el economista Fernando Ferreira, socio y fundador de la consultora Pluri.

Los equipos se resentirán en particular de "la reducción en los ingresos por el Pay Per View, al haber menos clientes por la crisis económica, y en los ingresos de los socios", agregó Ferreira, especialista en análisis de mercado y marketing deportivo.

Además, "tendremos probablemente el peor mercado de fichajes de los últimos años en Europa. Cuando se abra el mercado, todos los clubes tendrán problemas financieros y lógicamente, la inversión en fichar jugadores no será la prioridad", subrayó.

"En los clubes brasileños, alrededor del 23% de los ingresos proceden de la venta de sus jugadores. Ahora, la demanda caerá y como los clubes aquí tendrán problemas financieros y necesitarán dinero, tenderán a aceptar propuestas menos interesantes por sus jugadores", explicó.

El economista alertó que los que más resentirán el impacto son los clubes de categorías inferiores regionales, "que no tienen calendario, sólo tienen tres meses de actividad por año".

"Estamos hablando de 530 clubes. Hay 120 que participan en las cuatro categorías nacionales y 530 que disputan únicamente los campeonatos regionales. Para estos clubes existe una posibilidad razonable de discontinuidad de sus operaciones, al no tener dinero para sus actividades".

La Comisión Nacional de Clubes (CNC), que engloba las cuatro categorías profesionales, sugirió la semana pasada una reducción de los sueldos de 25% para los futbolistas, con quienes ya tenían atrasos de pagos antes de la crisis.

Por el momento, solo el Atlético Mineiro decretó una reducción de los sueldos de esa magnitud. El sindicato que representa a los futbolistas rechaza la propuesta, alegando que va contra las leyes laborales.

Para los principales clubes, el mayor desafío es no atrasar el pago de salarios, algo que podría hacerles perder los derechos del jugador.

"Algunos clubes tendrán problemas muy serios, clubes con problemas de caja terribles y que ahora empeorarán, tendrán problemas para pagar y mantener jugadores porque atrasarán los salarios y, según la legislación, si se atrasa más de tres meses el pago, el club pierde el derecho económico sobre el jugador", explicó Ferreira.

Según el experto, clubes y jugadores deberán "colocar toda la energía en la renegociación de los salarios de los jugadores y de la comisión técnica, que generalmente consume el 50% de los gastos totales de los clubes y es de lejos su mayor fuente de gastos".

"Creo que los clubes tienen que ser más agresivos, dejar más clara y visible la situación. Si la cosa se complica más, la sociedad tiene que saber que los jugadores no quieren participar de un proceso de ajuste. Ahora es el momento en que todo el mundo cede un poco para salir del pozo", preconizó Ferreira.

Por el momento, el único club que ha expuesto públicamente el impacto económico de la paralización en sus finanzas es el Gremio de Porto Alegre.

En declaraciones al portal Globoesporte, su presidente, Romildo Bolzan Júnior, infectado por el Covid-19, evaluó las necesidades del club en "entre 20 y 25 millones de reales entre 4 y 5 millones de dólares".

"Estamos esperando medidas compensatorias. Si no las hay, tendremos que tomar medidas internas para la readecuación", advirtió.